"Cirrus Regional Study of Tropical
Anvils and Cirrus Layers–Florida Area Cirrus Experiment"
Notificación de NASA el 8 de Enero de
2002
COMUNICADO DE PRENSA:
01-102AR-span
Investigadores
de la NASA
encabezan a un grupo de más de 150 científicos en un estudio para cuantificar
la contribución de la cubierta de nubes tipo cirro al calentamiento global. La
meta del ambicioso estudio es el lograr predicciones a largo plazo más exactas
de los cambios climatológicos que afectan a nuestro planeta.
El
proyecto, destinado a estudiar nubes de origen tropical y distribución global,
se comenzará en la Florida
el verano próximo, y se enfocará en particular a estudiar las formaciones de
tipo cirro las que se generan en grandes cantidades durante las tormentas
tropicales frecuentes en la
Florida durante los meses estíos. Estas nubes de apariencia
delicada se componen de pequeños cristales de hielo los que flotan a altitudes
de 20,000 pies
(6,067 metros )
a 55,000 pies
(16,683 metros ),
y se localizan en la capa más alta de la atmósfera terrestre reflejando la
radiación solar. La absorción de la radiación solar en los trópicos es la
fuerza motriz que impele toda la circulación atmosférica. Consecuentemente, la
comprensión del balance térmico en los trópicos es esencial para la creación de
un modelo climático global exacto. El estudio a largo plazo coordinado por la NASA incluirá también a
investigadores de otras agencias de gobierno, la industria, y el mundo
académico. La recolección de datos por medio de equipo desplegado a nivel de
tierra, y en aviones de la NASA ,
durará seis semanas. Se estima que el análisis de los datos tomará dos años.
"Nuestro
objetivo es determinar la contribución de estas nubes de origen tropical,
paradójicamente compuestas de cristales de hielo, al calentamiento
global," explicó Eric Jensen, quién es el investigador de la NASA a cargo de coordinar el
proyecto. Jensen, quién trabaja en Ames, el centro de investigaciones de la NASA localizado en el corazón
de Silicon Valley, añadió: "Las observaciones empíricas en conjunción con
los modelos generados en computadora describiendo los resultados del estudio,
proporcionarán las bases teóricas para una mejor comprensión de la compleja
interacción entre las tormentas tropicales y la formación de nubes de tipo
cirro, así como el efecto de estas nubes en el clima." "El estudio
espera aclarar, por ejemplo, si se observarán nubes cirros de mayor densidad
cuando la superfície de la tierra se calienta y las tempestades de truenos se
intensifican."
"Una
de las mayores fuentes de incertidumbre en la predicción automatizada de
modelos climatológicos globales es la falta de una comprensión clara de cual es
la contribución de las nubes a estos modelos," dijo Jensen. "El
objetivo de nuestro estudio, añadió Jensen, es el de medir la densidad óptica
de las nubes cirro, y el tamaño de sus cristales de hielo constituyentes, así
como el efecto de estas nubes en el calentamiento o enfriamiento de la
superfície terrestre, prestándoles un interés especial a aquellas nubes
generadas por tormentas de mayor intensidad."
Participantes
en éste proyecto titulado "Cirrus Regional Study of Tropical Anvils and
Cirrus Layers–Florida Area Cirrus Experiment" (CRYSTAL—FACE) incluyen a
investigadores de varios centros de la
NASA , incluyendo a Ames en Moffett Field, Calif.; Goddard
Space Flight Center, en Greenbelt, Md; Langley Research Center, en Hampton, Va;
y Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, Calif. También colaborando en éste
estudio se incluyen investigadores de National Oceanic and Atmospheric
Administration, el Centro Nacional para Investigaciones Atmosféricas, en Boulder,
Colo.; así como varias universidades y compañías privadas. Para obtener una
lista completa de las instituciones participando en el proyecto, diríjase por
favor a http://cloud1.arc.nasa.gov/crystalface/
Una
importante meta científica en este estudio es la de calibrar los instrumentos
utilizando datos obtenidos desde aeroplanos para extrapolar e interpretar la
información obtenida por medio de satélites metereológicos. Una consecuencia
importante de estos estudios será la observación simultánea de grandes regiones
del planeta desde satélites orbitando la tierra, las que producirán
indudablemente modelos más exactos, reduciendo significantemente el nivel de
incertidumbre en las predicciones metereológicas.
"Las
rutas de vuelo se planearán en el sur de la Florida , y ocasionalmente tomaremos muestras
sobre el océano," dijo Jensen.
Se
utilizarán seis tipos distintos de aviones para el estudio, los que volarán a
distintas alturas. El centro NASA Dryden Flight Research Center en Edwards,
Calif. enviará el ER-2 (parecido al U-2) capaz de volar a gran altura, el cual
se utilizará para la detección remota de las condiciones ambientales
acompañando a las nubes cirros. Los resultados se compararán con datos
equivalentes tomados de satélites metereológicos.
Un
aeroplano con designación Citation perteneciente a la Universidad de North
Dakota hará observaciones in
situ de las partes inferiores
del componente 'anvils' (yunke) de las nubes cirro. El yunke es una extensa
nube de hielo la que se forma en las capas superiores de los nubarrones
generados por las tormentas.
Los
satélites metereológicos que se utilizarán en el estudio son: GOES, Terra,
Tropical Rainfall Measuring Mission, y el satélite Aqua el que se planea lanzar
el año 2002.
Otros
investigadores de NASA Ames colaborando con el doctor Jensen en el estudio
CRYSTAL-FACE son los doctores Andrew Ackerman y Katja Drdla, quienes son
co-investigadores con Jensen y trabajan en modelos de computación para
caracterizar las nubes cirro. Además, Peter Pilewskie de NASA Ames y colegas
usarán los instrumentos en los aeroplanos ER-2 y Twin Otter para medir la
capacidad de las nubes de acumular o atrapar el calor y de reflejar la luz del
sol. Max Loewenstein medirá monóxido de carbono y el gas metano. Paul Bui y
otros investigadores de NASA Ames volando en aeroplanos WB-57 y ER-2 estarán a
cargo de recolectar datos sobre vientos, temperatura y presión atmosférica.
Henry Selkirk y Leonard Pfister estudiarán la formación y movimiento de las
nubes cirro. Selkirk y Pfister también proporcionarán asistencia con
información metereológica oportuna.
Michael
Craig, quien es el coordinador de Ames Earth Science Project Office es el
funcionario de la NASA
a cargo de operaciones.
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