Hoy día 1 de Mayo, fecha
de celebración de la mayor fiesta obrera, el Día del Trabajo, se estableció en 1889
como recuerdo de los conocidos como Mártires de Chicago, unos sindicalistas
anarquistas que participaban en 1886 en la ciudad estadounidense en una marcha
a favor de la jornada laboral de 8 horas que terminaría con la revuelta de Haymarket.
Como consecuencia de su implicación en las jornadas de protesta, serían
ejecutados.
Es
curioso que el país en el que sucedieron los hechos, Estados Unidos, celebre el
Labor Day en septiembre, como sus vecinos canadienses, ya que el presidente
Grover Cleveland pensaba que el recuerdo de los Mártires en el Día del Trabajo podía
dar alas al movimiento socialista en el país.
Incluso la Iglesia daría su apoyo a la fecha elegida como Día del Trabajo por el movimiento obrero y en 1954,
el papa Pío XII reconocía la jornada al declararla festividad de San José Obrero.
CONVOCATORIAS:
“Los nadies” (micro-cuento)
“Sueñan
las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni
mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por
mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se
levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los
nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
Los
nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida,
jodidos, rejodidos.
Que no
son, aunque sean.
Que no
hablan idiomas, sino dialectos.
Que no
profesan religiones, sino supersticiones.
Que no
hacen arte, sino artesanía.
Que no
practican cultura, sino folklore.
Que no
son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no
tienen cara, sino brazos.
Que no
tienen nombre, sino número.
Que no
figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa
local.
Los
nadies, que cuestan menos que la bala que los mata”.
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