Stéphane Hessel ha fallecido en París a los 95 años. La promoción de otro de sus libros "À nous de jouer", un "llamamiento a los indignados de
este planeta", le había llevado a Italia, desde donde tuvo que ser
repatriado hace unos días por un problema de salud que, finalmente, le ha
costado la vida.
Stéphane Hessel, autor de ‘Indignaos’ el ensayo totémico que ha dado nombre a
los impulsores de una revolución silenciosa en varios puntos del planeta, hace
unos días dijo: “Ya no hay tiempo para más diagnósticos sobre la situación
socio-política, hay que pasar a la acción, Indignarse sí, pero para construir algo nuevo con otros formatos de
representación colectiva, al margen de los partidos políticos
tradicionales”.
Impulsor de Roosevelt 2012
La
fórmula que él mismo ha liderado en Francia lleva el nombre de Roosevelt 2012. Con
cerca de 100.000 simpatizantes, su principal objetivo consiste en
“contribuir a formar un pujante movimiento ciudadano, una insurrección de las
conciencias que sirva para gestar una nueva política a la altura de las
circunstancias”. Hasta ahora solo se ha consensuado un manifiesto en Internet,
mientras que los grupos de apoyo distribuidos por toda la geografía francesa
tratan de preparar el terreno para implantar lo que ellos llaman “las
decisiones subversivas y valientes”.
Para poner en marcha el ‘reformismo subversivo’ hay que
renunciar a las intimidaciones de quien dice que, si plantean alternativas se
pondrá en riesgo a Europa o a la democracia.
“El peligro solo surge cuando no se pueden cuestionar las
tesis de Milton Friedman (teórico neoliberal) haciéndonos creer que no tenemos la opción de gestionarnos de otra forma”,
apuntó Hessel. En este punto, recurre al argumento central del último ensayo
del economista René Passet, Las
grandes representaciones del mundo y la economía (Clave
Intelectual), quien en una reciente entrevista con El Confidencial comparó el neoliberalismo con las religiones por tratarse de
dogmas y actos de fe.
La responsabilidad cómplice de los partidos
tradicionales.
No
hay duda, según Hessel, de que vivimos en un sistema criminal. “La lección que
debemos sacar de este drama, es que no debemos permitir que el sistema
económico y financiero siga sin dar respuesta a las necesidades más básicas de
la gente”. Una situación de la que responsabiliza indirectamente a los partidos
políticos que hasta ahora se han encargado de gestionar la vida pública. “Lo
que le reprocho a las formaciones tradicionales es que han estado siempre ensimismadas y cerradas sobre sí mismas. No miran
hacia el futuro. Los partidos solo se preocupan de ellos y su visión se
reduce a un ámbito nacional. No creo que puedan servir para buscar el bien
común, por lo que debemos explorar otras formas de gestión política”, dijo
Hessel.
La cuestión se centra, “en saber en qué fuerzas hay que apoyarse
para superar la crisis de confianza en la política que sufren nuestras
sociedades contemporáneas”. Una vez más, Hessel deja claro que no se trata de
la antipolítica, sino de todo lo contrario, de recuperar la política desde abajo y con la participación de la ciudadanía para salir adelante: “Sin política la
humanidad no podrá seguir progresando”.
Finalmente, y como redactor de la Carta de Derechos Humanos
que fue, Hessel no puede evitar recurrir a ciertos principios fundamentales
vilipendiados hoy en día y por los que “la ciudadanía de todo el mundo tiene
que luchar junta”. En este sentido apela
a las ONG y a los movimientos sociales como la última esperanza: “Su capacidad
de intervención para cambiar las cosas es formidable, principalmente
porque no dependen de los gobiernos nacionales”.
Fuente:http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/02/26/los-partidos-no-sirven-debemos-explorar-otras-formas-mas-valientes-115690/
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