Descubren
que las cuevas actúan como sumideros del metano atmosférico. Los
resultados obtenidos podrían ayudar a desarrollar un método eficaz
para reducir el volumen de metano atmosférico.
Investigadores
del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han comprobado
que el metano (CH4) desaparece en los entornos subterráneos con un
elevado grado de humedad ambiental como las cuevas, es decir, actúan
como sumideros contribuyendo al descenso de la concentración de
metano en la atmósfera. Los resultados, que aparecen publicados en
la revista Nature Communications, podrían conducir al desarrollo de
vías rentables para mitigar las emisiones de este gas de efecto
invernadero y, por lo tanto, el calentamiento global.
Tras el CO2, el metano es el gas de efecto invernadero más abundante de la Tierra. "Aún hay gran incertidumbre respecto a la diversidad de las fuentes y sumideros de metano existentes, así como sobre su evolución a lo largo del tiempo", comenta Ángel Fernández-Cortés, investigador del MNCN y Marie Curie Fellow en Royal Holloway (Universidad de Londres).
"Hemos
detectado que tanto las cuevas como otros ambientes subterráneos
como los túneles, actúan como sumideros y que los resultados son
extrapolables a otros enclaves de la zona vadosa (la que está por
encima del nivel freático) con rocas porosas o fisuradas conectadas
con la atmósfera exterior".
"Descubrimos
este fenómeno cuando estábamos estudiando el comportamiento del
dióxido de carbono en relación a otros gases como el radón o el
metano en la Cueva de Altamira. Al analizar las mediciones detectamos
que el metano atmosférico desaparecía al entrar en la cueva el aire
exterior", cuenta el investigador del MNCN Sergio Sánchez-Moral.
Para
desarrollar este trabajo, el grupo de investigación ha tomado
muestras en diferentes cavidades de la zona vadosa. En concreto, han
monitorizado 7 cuevas y otros entornos subterráneos como los túneles
de Oporto. Asimismo, tomaron muestras en diferentes épocas del año
y en ambientes y ecosistemas diversos.
"Hemos
analizado más de 1.000 muestras de aire externo, del suelo y del
subsuelo que prueban que la concentración de este gas disminuye
llegando a incluso a desaparecer por completo. Se trata de un proceso
general de oxidación que, aparentemente, es muy rápido y actúa a
escala horaria".
Hasta ahora se sabía que el metano desaparece de la atmósfera principalmente por la fotooxidación que, en presencia de vapor de agua, produce la luz ultravioleta en la troposfera, a través de la oxidación de las bacterias metanotrofas del suelo y por su salida a la estratosfera.
"Ahora sabemos que también los ambientes subterráneos actúan como sumideros naturales de este gas. Además, hemos comprobado que la oxidación por bacterias metanotrofas, las que lo eliminan en el suelo, no es el principal mecanismo de eliminación en los ambientes subterráneos, ya que los análisis de las muestras, que han realizado en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla, también del CSIC, evidencian que no están presentes en cavidades como la de Castañar de Ibor (Cáceres), donde la concentración de metano es nula durante todo el año", explica Soledad Cuezva investigadora vinculada al MNCN.
"Creemos que la desaparición del gas está relacionada con un fuerte grado de ionización del aire en las cavidades pero todavía tenemos que investigar que reacción química se produce para que sea eliminado. Asimismo debemos cuantificar el efecto para incluirlo en los balances globales de metano", concluye Fernández Cortés.
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