25/5/20

Shiva Ling


En el Mahabharata, se nombra a Shiva como “El collar de la cobra”. Se lo representa de color azul, y de ahí su nombre Nīla-kantha (garganta azul). Shiva también es conocido como Nageswara “señor de las serpientes”.

El símbolo de Shiva es Shiva Ling. La estructura del Shiva Ling está extremadamente cerca de la construcción de un reactor nuclear.
Se compone de dos partes: La primera es una estructura cilíndrica, que está hecha de piedra negra lisa. La segunda son las ranuras alrededor del cilindro, completadas con un pico característico.
El Shiva Ling tiene una olla de agua que cuelga sobre el cilindro. Gotea agua sobre el cilindro a un ritmo continuo y fluye a través de la boquilla de las ranuras del cilindro, a nadie se le permite cruzar el pico durante la Pradakshina.

Recuerda el funcionamiento de un reactor nuclear. La olla de agua que cuelga sobre el cilindro es similar al agua que se necesita para enfriar un reactor nuclear. Esta agua se aplica al reactor nuclear a medida que se calienta mientras genera energía. Las ranuras alrededor del cilindro son como las estructuras que se construyen para eliminar el agua contaminada del reactor nuclear.

En el Mahabharata podemos leer:
Gurkha, volando en su rápido y poderoso Vimana, lanzó contra las tres ciudades de Vrishis y Andhakas un sólo proyectil cargado con todo el poder del Universo. Una columna incandescente de humo y llamas, brillante como diez mil soles se elevó en todo su esplendor… una explosión perpendicular con sus nubes de humo salientes… la nube de humo levantándose se formó en círculos expandiéndose alrededor…

Era un arma desconocida, un relámpago de hierro que redujo a cenizas a toda la raza de los Vrishnis y los Andhakas.
Los cadáveres quedaron tan quemados que no se podían reconocer. Al cabo de pocas horas todos los alimentos estaban infectados… Para escapar de ese fuego los soldados se arrojaban a los ríos... Vientos de malos auspicios llegaron a soplar… El sol parecía darse la vuelta, el universo, abrasado de calor, parecía tener fiebre... Elefantes y otras criaturas de la tierra, abrasados por la energía del arma, huyeron corriendo… Las mismas aguas al calentarse, las criaturas que vivían en ese elemento empezaron a arder… Hostiles guerreros caían como árboles quemados en un fuego furioso…
Enormes elefantes quemados por esa arma, caían por tierra lanzando terribles gritos… Otros abrasados por el fuego corrían en medio de un incendio de bosque, los corceles… y los carros también… quemados por la energía de esa arma… parecían como copas de árboles quemados en un incendio del bosque…


El historiador Kisari Mohan Ganguli, sostiene que los textos sagrados están repletos de estas descripciones de un gran holocausto nuclear, de proporciones increíblemente superiores a Hiroshima y Nagasaki. Antes de conocerse los efectos de la bomba atómica, las referencias del Mahabharata y el Ramayana carecían de sentido.
Las referencias en el Ramayana también muy similares. Está muy claro que estos poemas aluden a un gran holocausto que acabó con miles de vidas.

En Rajasthan, en 1992, fue encontrada una gran capa de cenizas radioactivas, cubriendo un área de unos ocho kilómetros cuadrados, a 16 kms. al oeste de Jodhpur. La radiación es tan intensa que aún contamina la zona.
Los científicos investigan el lugar, ya que presenta serios problemas de mortalidad infantil de origen hasta ahora desconocido, así como altas tasas de cáncer en la población. Los niveles de radiación en la zona son extremadamente altos y la región fue acordonada tras el resultado del hallazgo de las excavaciones.

En las excavaciones en Harappa y Mohenjo-Daro, los arqueólogos descubrieron esqueletos esparcidos por toda la zona como si un evento súbito hubiera devastado las ciudades. La mayoría de ellos estaban cogidos de las manos como si la tragedia hubiera sobrevenido mientras huían de algo terrible.
Aún no se ha conseguido determinar la antigüedad de esos esqueletos. El yacimiento de esqueletos radiactivos son análogos a los encontrados en Hiroshima y Nagasaki, pero con una sorprendente diferencia, la radiación encontrada era 50 veces superior a los restos de Hiroshima.
De confirmarse el hallazgo de forma definitiva, estaríamos hablando de un holocausto nuclear sucedido hace más de 12.000 años que causó un cráter visible de 2.154 metros de diámetro, y que puede localizarse a 400 kms. de Mumbai. La datación oscila entre los 12.000 y los 50.000, por lo que no puede precisarse con exactitud su antigüedad.
También hay que añadir que no existen restos de meteoritos ni de otro material exterior o interior, ni volcánico ni sísmico que justifique la radiación. Tampoco una explosión de un meteorito que justifique una presión de 600.000 atmósferas o una radiación 50 veces superior a la bomba atómica que devastó Hiroshima.

El Dios Shiva

Shiva es conocido como Nageswara “señor de las serpientes”. Las cobras alrededor de su cuello representan la energía dormida y yaciente, Kundalini.

Shiva tiene tres ojos, uno está en medio de su frente (su capacidad de ver el pasado, presente y futuro). La luna en cuarto creciente sobre su frente representa la división del tiempo en meses, la serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y el collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad.
En una de sus manos sostiene un trishula o tridente. Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador. También sostiene un tamborcito damaru (con forma de reloj de arena).

Originalmente había doce shiva-lingas, siendo los más conocidos los de Somanatha (en Guyarat), Maja-Kala (en Uyain) y Shiva o Viswéswara (en Benarés). A finales del siglo XIX, en India se estimaba que había más de 30 millones de lingas.

Se cree que cuando el materialismo y las construcciones mentales en el hombre asfixian las percepciones sutiles, Shiva puede enseñar las tres fuentes del conocimiento y de la realización:
-Samkhia: la cosmología que explica la estructura del mundo.
-Yoga: el dominio del hombre sutil por medio de la introspección.
-Tantra: ritos y prácticas iniciáticos y mágicos por medio de los cuales el hombre puede entrar en contacto con la naturaleza secreta de las cosas. Es el vínculo entre el sāmkhya y el yoga.

Cuando los dioses “batieron el océano de leche” para generar el néctar que los volvería inmortales, lo primero que se produjo fue el veneno, que podía destruir el mundo. Shiva se lo bebió para salvar a todos los seres del mundo, por eso su garganta adoptó un color azul y él fue llamado Nila Kantha (cuello azul), y también fue llamado Loka Naiaki (salvador del mundo).
Sus sirvientes se llaman pramathas (atormentadores) y son considerados seres sobrenaturales, quienes forman tropas (gana), cuyo líder es el hijo de Shiva: Ganesha (señor de las tropas) o Ganapati (líder de las tropas), representado como un muchacho regordete con cabeza de elefante.

Shiva tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges (la madre Ganga, “la Rápida” o literalmente ga-n-gā‘va y va’), a quien él intercepta en su eterna caída invisible desde el cielo (en Gangotri, un glaciar en los montes Himalaya o morada del hielo) para evitar que hunda la Tierra por su fuerza.

Simbología:
  • El tercer ojo: el tercer ojo en su frente es el ojo de la sabiduría, conocido como bindi. Es el ojo que ve más allá de lo evidente. En consecuencia, a Shiva se lo conoce como Tri-netri-īshwara (señor de los tres ojos). El tercer ojo de Shiva está asociado con su energía salvaje que destruye a los malhechores y los pecados.
  • El collar de la cobra: el dios Shiva está más allá de los poderes de la muerte. Ingirió el veneno kalketu para el bienestar del universo. Para no ser herido por este veneno, se dice que su consorte Parvati ató una cobra a su cuello. Esto retuvo el veneno en su garganta y se tornó azul, de ahí su nombre Nīla-kantha (garganta azul). La peligrosa cobra representa la muerte, que Shiva ha conquistado completamente.
  • La media luna: Shiva lleva en su frente la luna en su quinto día (panchami). Está ubicada cerca del tercer ojo y demuestra el poder del Soma (la ofrenda sacrificial, que representa a la Luna). Significa que Shiva posee el poder de la procreación junto con el poder de la destrucción. La Luna también es una medida de tiempo, por consiguiente también representa su control sobre el tiempo. Shiva entonces es conocido por los nombres de Somasúndara (Soma: dios de la Luna; súndara: hermoso) y Chandrashekara (chandra: luna; śekhara: corona). Se refiere también al símbolo de su montura, un toro.
  • Cabello enmarañado (jata): el ondeo de su cabello lo representa como el dios del viento, o Vaiu, que es la forma sutil de aliento presente en todas las formas vivientes. Por consiguiente, Shiva es como la línea vital de todos los seres vivos. Él es Pashupatinath.
  • El río Ganges: el sagrado río fluye desde el cabello de Shiva. El rey BhaguiRatha pidió a la madre Ganga que descendiera en este planeta para que purificara sus pecados y los de los humanos. El dios Shiva ofreció su enmarañado cabello para detener su caída desde los planetas celestiales. El flujo del agua es uno de los cinco elementos que componen el universo y desde el cual la Tierra nace. El Ganges también representa fertilidad y el aspecto creativo de Rudra.
  • El tambor: el sonido del damaru en la mano de Shiva es el origen de la palabra universal que da origen a todo lenguaje y expresión.
  • Vibhuti: se trata de las tres líneas de ceniza dibujadas en la frente y representa la esencia de nuestro ser, que permanece aún después de los malas (impurezas de la ignorancia, el ego y la acción) y vasanas (gustos y disgustos, apego al cuerpo, al mundo, a la fama, los entretenimientos mundanos, etc.) han sido quemadas en el fuego del conocimiento. El vibhuti es reverenciado como la forma de Shiva y simboliza la inmortalidad del alma y la gloria manifiesta del dios.
  • Ceniza: Shiva cubre su cuerpo con bhasma (ceniza de crematorio) que señala la filosofía de la vida y la muerte y el hecho de que la muerte es la realidad última de la vida.
  • Piel de tigre: el tigre es el vehículo de Shaktí, la diosa del poder y la fuerza. Shiva está más allá y por encima de cualquier tipo de fuerza. Es el señor de Sakti. La piel de tigre simboliza la victoria sobre toda fuerza. Sentado sobre la misma, Shiva enseña que ha conquistado el deseo.
  • El elefante y la piel del venado: Shiva también viste con la piel de un elefante. Los elefantes simbolizan el orgullo. Vestir su piel simboliza la conquista del orgullo. Similarmente, el venado simboliza el saltar de la mente, su parpadeo. Vistiendo la piel del venado simboliza que ha controlado la mente a la perfección.
  • Rudraksa: Shiva viste bandas en sus muñecas de madera de rudraksha (ojos de Rudra), a la que se le atribuye poderes medicinales.
  • El tridente: el trishula simboliza las tres funciones de la tríada: la creación, el mantenimiento y la destrucción. El tridente en la mano de Shiva indica que todos los tres aspectos están bajo su control. Se dice que la antigua ciudad de Kashi (actual Benarés), queda justo sobre el trishula. Como un arma, el tridente representa el instrumento de castigo al malhechor en los tres planos, espiritual, mental y físico. Otra interpretación del tridente es que representa el pasado, el presente y el futuro. El tridente en la mano de Rudra indica su control sobre el tiempo.

5/5/20

La Serpiente en el Islam

        Libro de las utilidades de los animales

En el Islam también la serpiente está muy asociada con la vida. Se le llama El-hayyah (la palabra vida es elhyat). Sin embargo, una de las representaciones más extendida es la que le relaciona con los “yinn” que son entidades que irrumpen en la vida humana, animal y vegetal causando enfermedades y males. Dotados de ambivalencia, son también protectores a los que conviene respetar. Se les describe con multitud de apariencias a veces como hombre joven y guapo, un gigante, animal, espíritu de la naturaleza, mujer joven o vieja, servidor del fuego, príncipe, rey de los océanos, servidor del anillo, bebedor de sangre, desecador de arterias, etc. Forman familias con sus congéneres y con los seres humanos con los que pueden mantener relaciones sexuales.
Todas estas características están reflejadas en el libro de Las Mil y Una Noches donde aparecen, entre otras, como serpientes y serpientes aladas.

Los yinn se transforman en pez, serpiente o rana. Pueden vivir en árboles, jardines, bosques, grutas, mar, montañas, caminos, pozos e incluso en el cielo. Se les describe con poderes para volar, hacer magia, mostrarse en sueños, mandar sobre las bestias salvajes, trasladar a la gente de un punto a otro, producir enfermedades, etc.
Otras descripciones que aparecen en la narrativa son de vigilantes de los días de la semana, genio del árbol, bosque, etc. Con lo que se podría decir que el yinn sería espíritu protector o habitante de la Naturaleza verde, árbol, bosque o jardín, guardián de casas, identificado entre otras con animales ctónicos como la serpiente y la rana que puede relacionarse con el fuego o con el agua, vinculado a pozos y subterráneos y en relación con las enfermedades.

Etimológicamente yinn significa ocultar (todo lo que se oculta a la vista, ángel o genio), y a veces cubierto por una vegetación abundante. Muy relacionados con ellos están los saytan, diablos en su sentido religioso, que se aplica tanto a los genios como a los hombres rebeldes, a la planta que crece muy rápidamente, como a todo ser humano que tiene un espíritu vivo e inteligente. La palabra saytan es a la vez ruindad y agudeza de espíritu. Entre ellos, el más importante es Iblis, el ángel custodio del Paraíso que se niega a postrarse ante Adán, es condenado por Dios, y a partir de esa condena y durante la tentación a la que como venganza somete al primer hombre, es llamado al-saytan (Satanás).

Antes del Islam, la estirpe de los yinn era equiparable en lo celeste y terrestre a la humana. Fueron sometidos por Salomón pero una vez que el Profeta empezó a predicar el Islam muchos genios se convirtieron, por lo que no todos los yinn son sayatin.

La mayor parte de imágenes de serpientes nos las encontramos en tratados de Medicina, como remedios para muchas enfermedades, zoología, etc. y en miniaturas de manuscritos iluminados formando parte de mitos y leyendas.
El libro iluminado árabe más antiguo data del siglo XI y es un tratado astronómico de Abd al-Rahman ibn Umar al-Sufi, Kitab al-Kawakib al-Thabita (Libro de imágenes de las estrellas fijas) realizado en el año 1009. Sin embargo hubo textos ilustrados de los que quedan fragmentos antes de esa fecha muchas veces influenciados por técnicas y lugares comunes de libros cristianos.
La práctica sasánida de realizar historias ilustradas continuó en el periodo islámico. Uno de los más antiguos es una historia de los reyes iraníes que había sido traducida al árabe para el califa omeya Hisham en el año 731 con retratos de gobernantes sasánidas.

En el año 841 hay constancia de la copia ilustrada del Kalila wa-Dimna (Calila y Dimna), una traducción de fábulas animales indias. Sin embargo parece que la ilustración de libros empezó a ser frecuente a partir del año 1.200 pero sorprendentemente hacia el 1.350 esta moda desapareció de tierras árabes.

La iluminación del Corán tuvo su cima en los siglos XIII y XIV bajo los sultanes mamelucos y los iljaníes mongoles. La mayoría de obras ilustradas proceden de textos educativos a menudo en libros escritos en tiempos preislámicos. Como ejemplos está el Kitab al-Diryaq (Libro de antídotos para venenos) escrito por un médico llamado Galeno en el año 1.199. También De Materia Medica, tratado de remedios naturales escrito por Dioscórides en el año 77 d.C.
Estos tratados de medicina, zoología, veterinaria y filosofía siguen la tradición de libros helenística-bizantina e incluso se encuentran similitudes entre las posturas de los sabios y doctores con las de los padres de la Iglesia cristiana. Los retratos de autor que solían aparecer en el frontispicio de los manuscritos árabes también parecen seguir estos modelos.

El Kitab manafic al-hayawan (Libro de las utilidades de los animales), es uno de los códices árabes mejor conservados en España, data del siglo XIV y se debe al iraquí Ibn al-Durayhim el de Mosul que recoge la obra de importantes médicos anteriores. Sin embargo, el autor original de la obra es Ibn Bajtisuc, célebre médico sirio del siglo XI.
El interés del libro es tanto práctico como estético ya que reúne elementos médico-científicos junto con otros folklóricos. Hay ciertos contenidos mágicos y algunos autores lo han relacionado con varios bestiarios semejantes de época mogol. Es una obra en la que caligrafía e imagen están perfectamente organizadas dando como resultado un destacable ejemplo de calidad artística y científica.

En el manual se describen las propiedades beneficiosas de diferentes partes de los animales junto con utilidades excepcionales para preparar todo tipo de remedios incluso para otros fines como la preparación de venenos o filtros amorosos. Además el mundo animal del Islam medieval está dotado de gran simbolismo y los animales representan tipos psicológicos.
Dedica un capítulo completo a los reptiles y animales que reptan: el dragón, la víbora y las serpientes” (ver foto). En él se describen distintos tipos de víboras como la pitón o ajadna de la que dice que hay una variedad que mata con la mirada. Distingue aquellas elegidas para fabricar antídotos y que tiene la piel suave, cabeza ancha, movimiento acompasado y conducta no maligna y otras de piel áspera, rabo corto y escamada que produce unos cálculos beneficiosos para muchos problemas de salud. Otros tipos son la negra, la roja, las que tienen cuernos y también nombra a la de dos cabezas que llaman “escondidas”. Habla de la fisiología de las víboras destacando dos aspectos citados también en códices medievales occidentales en cuanto a su reproducción y a la muda de la piel. De las distintas partes beneficiosas nombra la carne, el cerebro, el colmillo izquierdo, el corazón, grasa, hiel, sangre, rabo, piel, vértebras, huevo, etc. En algunos de estos remedios cita a autores previos como al-Ahwazi y Galeno.