24/11/19

Reyes Ofitas (I)

                                                     Estela de Dyet

Dyet (o Uadye "serpiente"), fue el cuarto faraón de la primera dinastía de Egipto (2.927-2.914 a.C.). Manetón le denomina Uenefes y le atribuye 23 años de reinado.
Según la versión armenia de Eusebio reinó 42 años. Su reinado estaba incluido en la parte dañada y perdida de la Piedra de Palermo.
En tiempos de Dyet vivía Merytneit, según su tumba en Abidos. Posiblemente Merytneit era la esposa del faraón Dyer y la madre de Dyet y Den. Ella sería regente en el primer período del reinado de Den.

Manetón (según Africano y Eusebio) dice que ordenó construir unas pirámides próximas a Kokome, localidad que se ha identificado con Saqqara. Manetón comenta que en su época una gran hambruna habría asolado a Egipto. Hizo expediciones fuera de Egipto y se han encontrado huellas de su paso por el desierto arábigo, en el camino que conduce al mar Rojo. Durante su reinado se hicieron grandes avances en el arte y la artesanía.

El lugar de su sepultura es la tumba Z en la necrópolis de Umm el-Qaab, en Abidos. Tiene pequeñas habitaciones que rodean la cámara funeraria dentro del propio edificio, una característica de las mastabas. Fuera de ella se encontró una estela de dos metros que marcaba el lugar donde los visitantes debían rendir homenaje.

Testimonios de su época:
    -Tumba Z en Abidos, la tumba del rey y el recinto para el culto del rey.
    -Impresiones de sello de la mastaba V en Guiza (Petrie).
    -Inscripciones de la tumba 3504 en Saqqara. Mide 50 x 20 m. y fue excavado por el arqueólogo Inglés Emery en 1953-56, que opinaba que era del alto oficial Sejemka, que sirvió bajo del rey Dyet. Tiene más de 400 cabezas de toro esculpidas en sus paredes.
    -Herramientas de cobre de la tumba subsidiaria 387 del recinto de Dyet, Abidos.
    -Su nombre se encontró impreso en la tumba T de Umm el-Qaab, Abidos.

Por el testimonio de los antiguos, confirmado en descubrimientos modernos, sabemos que en Egipto hubo numerosas catacumbas, las más conocidas eran las de Tebas y Menfis. Las de Tebas se abrían en el margen occidental del Nilo, dilatándose hacia el desierto de Libia y se las llamaba catacumbas de la Sierpe. Allí tenían efecto los Misterios del kúklos ànágkes (ciclo ineludible o ciclo de necesidad), la inexorable sentencia de toda alma después de haber sido juzgada al morir el cuerpo, en la región del Amenti.
Los hierofantes egipcios y babilonios se llamaban “hijos de la divina Sierpe”, la serpiente simbolizaba en los misterios la Sabiduría y la Inmortalidad.

Sod era en los misterios mayores, el nombre común de los dioses solares como Baal y Adonis, que tenían la serpiente por símbolo.
Los cabalistas explican la alegoría de las serpientes de fuego, diciendo que este nombre era común a todos los levitas y que Moisés fue el jefe de los sodales. Dice Freund que los sacerdotes colegiados se llamaban sodales. Y Cicerón, que los sodalidades eran colegios sacerdotales que se constituyeron en los Misterios de la Potente Madre.

El Karnac egipcio es gemelo del Karnac celta y este último significa la montaña de la serpiente. Los druidas celto-británicos se daban también el nombre de serpientes y exclamaban: “Soy una serpiente, soy un druida”.
Continuará...

20/11/19

Hierograma Ophita (VIII)

El ureo es una representación de la diosa Uadyet con forma de cobra erguida. La imagen del ureo constituyó el emblema protector preferente de muchos faraones, quienes eran los únicos que podían portarlo como atributo distintivo de la realeza.
El término Uræus fue empleado por el estudioso del Alto Egipto Horapolón, a finales del siglo V a.C., en su tratado Hieroglyphica, donde hace una interpretación ideográfica de la escritura jeroglífica.

El ureo tenía forma de cobra y algunas veces, portaba la corona Roja del Bajo Egipto y la corona Blanca del Alto Egipto. La diosa cobra Uadyet, solía figurar junto a la diosa buitre Nejbet, como representantes del Bajo y Alto Egipto respectivamente.

Uadyet, originaria del delta del Nilo, simbolizaba al Bajo Egipto, era una serpiente que actuaba como protección de dioses y faraones y se le atribuía la característica de ser muy poderosa. Encarnaba a las diosas solares. Uadyet "Señora del Cielo", simbolizaba el calor ardiente del Sol, y la llama del fuego.
Nejbet, representada como un buitre, era deidad protectora del faraón en los nacimientos, la coronación, las fiestas de jubileo y en las batallas.

Uadyet, junto a Nejbet, formaba parte del título real Nebty "Las Dos Señoras", como representante del Bajo Egipto.
Uno de los títulos del faraón, el nombre de Nebty contiene el Uraeus. También aparece representado en la parte superior de muchos templos y formando parte de las coronas egipcias, como diadema sujetando el Nemes (tocado de los faraones), y en joyas o amuletos de faraones y dioses.

La cobra y las serpientes eran símbolos de resurrección y estaban asociadas a los mitos solares del viaje del Sol por el cielo y el inframundo, la Duat. Se las veneraba principalmente en Buto y al morir se depositaban en cajas de bronce o madera, grabadas con relieves de imágenes de serpientes, que algunas veces tenían cabeza humana tocada con la corona Doble y el uraeus.

Foto: Máscara de Tutankamón portando el ureo.

17/11/19

Hierograma Ophita (VII)

        Catacumbas de Kom El Shoqafa en Alejandría (Egipto)

Las Catacumbas de Kom el Shoqafa se encuentran en el barrio de Karmouz de la Ciudad de Alejandría.
El nombre de Catcumbas de Kom el Shoqafa surge a mediados del siglo I, además de denominarse Catacumbas de Alejandría, se denominan así por el parecido de su estructura con los sepulcros cristianos de Roma.

Al principio era una tumba privada, que luego se convirtió en un cementerio abierto. El nombre de Kom el Shoqafa proviene del griego antiguo y era “el lugar donde se apilaban las piezas de cerámica”.
Estas tumbas constituyen la mayor necrópolis romana conocida, y abordan una de las últimas obras de mejora centradas en la religión del antiguo Egipto. Para mostrar la mezcla entre el estilo griego y el faraónico común de Alejandría, los modeladores utilizaron una estructura grecorromana. Los sepulcros contienen tres elementos de tumbas y cámaras que se sumergen en los cimientos de la piedra a una altura de 35 m.

Las Catacumbas incorporan tres niveles, con diferentes pasillos, cruzadas, vestíbulos, cámara de internamiento y estructuras que suelen asemejarse a la Pirámide de Kefren y a la Pirámide de Akapana. Después del camino hay una escalera redonda, en cuyos divisores hay aberturas para permitir el área de luz. A continuación hay un salón que da lugar a una sala redonda, en cuyo punto de convergencia hay un retrato con segmentos de dibujos grabados en piedras. A la izquierda hay una cámara con cuatro segmentos y en la parte posterior de la sala hay otra pequeña con dos estatuas.
El camino a la cámara principal del servicio de entierro está animado con puntos griegos, por ejemplo, Atenea o Medusa, y dentro hay tres grandes personajes, cada uno con un ataúd de piedra. La cámara está mejorada con criaturas celestes egipcias: Anubis y Tot, y su techo descansa en cuatro fragmentos.
Es uno de los últimos casos de mejora del antiguo Egipto, pero excepcionalmente afectado por la mano de obra griega.
Esas catacumbas eran al principio una tumba privada, de todos modos se cree que más tarde fueron extendidas. Las personas fueron encerradas en ataúdes de piedra, en estantes o en urnas donde se guardaba la escoria de los muertos.
Los modelos más impresionantes son los que se encuentran en el vestíbulo y que muestran dos serpientes que sostienen la doble corona del Alto y Bajo Egipto, sosteniendo el cono de Dionisio y el caduceo de serpientes de Hermes, en la parte superior se pueden ver medusas en formas redondas.

El hierograma ofita está dispuesto en el dintel de entrada de cada puerta. A través de la puerta se encuentra la cámara del entierro pintada con dioses egipcios que asisten a los fallecidos.
Este sitio arqueológico fue considerado una de las siete maravillas en la Edad Media.

13/11/19

Hierograma Ophita (VI)


El primer Sol alado conocido se encuentra en el ataúd de la reina Heteferes I, madre de Keops y esposa de Sneferu, de la dinastía IV (siglo XXVII a.C.).
Esta forma, en este caso de disco solar alado, está colocado arriba del cartucho se Sneferu con el ala derecha sobre el nombre de Horus del rey, y la fórmula de protección "La protección de la vida está alrededor de él para siempre" bajo el ala izquierda.

No siempre se representa el disco solar y frecuentemente está flanqueado a cada lado por un ureo. En la religión egipcia temprana, el símbolo acompaña a Behedeti, el sol alado, señor de todo lo que el sol rodea, que representaba al Horus de Edfu, que más tarde será identificado con Ra-Horajti. A veces se representa en el cuello de Apis, el toro de Ptah.

Según el Mito del sol alado que se encuentra registrado en las paredes del templo de Edfu, en el año 363 del reinado de Ra-Horajti, cuando se encontraba en Nubia, se producen una serie de rebeliones en varias zonas de su reino del Alto y Bajo Egipto. Reúne a sus seguidores entre los que está Horus, hijo de Isis, asistido por Horus Behedeti junto a sus arqueros para enfrentarse a sus enemigos encabezados por Set.
Set es vencido y decapitado, pero se transforma en serpiente y desaparece. Por eso, en ese lugar se clavará la representación de Horus, el hijo de Isis para que no vuelva a aparecer. Y como resultado de la victoria, el emblema celeste del disco solar se convirtió en un símbolo popular en Egipto, así como elemento apotropaico se situaría la representación del sol alado en lo alto de las puertas de los santuarios egipcios.

Desde aproximadamente el año 2000 a.C., el símbolo también aparece en el Levante Mediterráneo, Mesopotamia y Asia Menor. Aparece en relieves de gobernantes asirios y en jeroglíficos anatolios como un símbolo de realeza, transcrito en latín como SOL SUUS (literalmente, “su propio yo, el Sol”, es decir, 'Su Majestad').

Desde aproximadamente el siglo VIII a.C., el disco solar alado aparece en sellos hebreos conectados con la casa real del Reino de Judá, muchos del reinado de Ezequías, llevando la inscripción l'melekh "perteneciente al rey". Por lo general, los sellos reales de Ezequías tienen dos alas que apuntan hacia abajo y seis rayos que emanan del disco del sol central, estando algunos flanqueados a cada lado con el símbolo egipcio ank.
También se han encontrado ejemplos en sellos de sirvientes de los reyes Ajaz y Ozías. Y en el Libro de Malaquías 4:2, se hace referencia a un "sol de justicia alado”:...Pero para ustedes, los que temen mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá sanación...

Con la llegada de los fenicios a la Península Ibérica, llegaron también motivos iconográficos de procedencia egipcia, diosas aladas con disco solar o soles alados como en su representación en el extremo de la fuente de El Gandul, que representaría en su ovalidad y en los elementos mostrados, una idea de regeneración. Esta fuente o bandeja pertenece al Bronce Final del Período Orientalizante, siglo VII a.C. y se encuentra en el Museo Arqueológico de Sevilla.

El sol alado también es utilizado en la heráldica del Directorio de Comercio de Norteamérica para la Medalla de la Orden de Norteamérica. También se han encontrado variaciones de este símbolo en culturas antiguas de América del Sur.
Continuará...

11/11/19

Hierograma Ophita (V)

                     Estela oferente hallada en Ajmin (Royal Ontario Museum)

Kamutef (en griego Kamefis), “Aquel que ha cumplido su tiempo”; es una serpiente que según la cosmogonía tebana, creó el mundo; terminada su creación se retiró a descansar a la colina de Dyame en Medinet-Habu, frente a Tebas. Tuvo un hijo, Ir-ta, que continuó su labor creadora. 
Se la adoraba en Medinet-Habu, donde tenía un templo anterior a las construcciones del Reino Nuevo. Kamutef e Ir-ta, serían las manifestaciones previas de Amón.

El término Kamutef se aplicó, partir del Imperio Nuevo, como epíteto que significa “el toro de su madre”, que designa al sol en su apogeo, el cual, bajo la apariencia de un toro, fecunda a la diosa del cielo para renacer de ella a la mañana siguiente como un ternero, encarnando los principios generadores asociados luego al dios Min y a Amón de Karnac, es decir bajo el nombre de Amón-Kamutef o Amón-Min-Kamutef y se presenta a Amón como regenerador.
De la teología menfita se tomará la creación del mundo a través de la palabra; de tal forma, se presentaba como una trinidad en la que Amón es su nombre, Ra es su cara y Ptah su cuerpo. Tebas sería convertida en la colina primordial, donde más tarde se alzaría el Templo de Karnac. Las influencias hermopolitanas llegarían a prevalecer, por lo que llegó a decirse que la Ogdóada fue originaria de Tebas y después se trasladó a Hermópolis, donde nació el sol.

Min era denominado Jefe del Cielo y Abridor de las nubes, en la época predinástica, como dios de la lluvia y fuerza generadora también era el "Guardián de los caminos", era el protector de los comerciantes y caravanas que viajaban por el desierto.
Min como dios lunar, era el "Protector de la Luna". Era llamado "toro de su madre", como fecundador de la diosa-cielo; también era el Señor del desierto oriental. Durante el Imperio Medio fue asociado a Horus el Viejo como Min-Horus, y en el Imperio Nuevo con Amón-Ra. Muchos de los atributos de Min fueron recogidos por Amón.

La ciudad de Ipu o Jent-Min (en griego Panópolis; copto Shmin o Jmin; árabe Ajmin o Akhmin), fue una de las más notables del Alto Egipto, con un importante templo dedicado al dios Min y a Repyt, del periodo grecorromano, mencionado por Heródoto. 
Panópolis, su nombre griego, proviene de la asimilación del dios griego Pan con el dios egipcio Min. En el periodo griego fue destacada por celebrarse los juegos gímnicos y por su templo de Perseo.
Durante los siglos IV y V fue un importante enclave copto, sede de obispos, donde abundaron monasterios y conventos.
Los templos de épocas antiguas fueron demolidos y utilizados para erigir monasterios, conventos y otras edificaciones, sobre todo durante la Edad Media.
Aún quedan importantes vestigios:
    -Restos de un templo erigido por Ramsés II (en excavación).
    -Varias tumbas excavadas en la roca (hipogeos).
    -Numerosas inscripciones coptas.
    -Fragmentos del Libro de Enoc.
    -En el museo al aire libre se encuentran: Una estatua de Meritamón, hija de Ramsés II; Fragmentos de una estatua colosal de Ramsés II; Varios grandes bloques inscritos, procedentes de Amarna, etc.

1/11/19

Hierograma Ophita (IV)


El símbolo del Disco Alado fue venerado por los soberanos de Sumer y Acad, Babilonia y Asiría, Elam y Urartu, Mari y Nuzi, Mitanni y Canaán durante miles de años, con las variaciones propias de sus respectivas mitologías, los reyes se postraban ante este símbolo.

El principal símbolo del Zoroastrismo es el Faravahar, un disco alado similar al de los pueblos egipcios, mesopotámicos, hititas, etc., pero con una persona dentro. Se desconoce el concepto concreto que representaba en las mentes de quienes lo adaptaron, pero en el actual zoroastrismo, el faravahar se interpreta como un recordatorio del propósito personal en la vida, que es vivir de forma que el alma progrese hacia el frasho-kereti, o la unión con Ahura Mazda. Aunque existen varias interpretaciones de los elementos individuales del símbolo, ninguna de ellas es anterior al siglo XX.
Este símbolo resulta muy similar al del dios asirio Assur, pero a diferencia de este, el Faravahar tiene su torso fuera del disco, mientras que Assur lo tiene completamente dentro. También se diferencian por las extensiones en forma de “tren de aterrizaje”.
El término faravahar desciende del persa medio frawahr, mediante disimilación de frawash del avéstico Fravashi (espíritu semejante a un ángel de la guarda). No existe una descripción física de ningún Fravashi en el Avesta (el libro sagrado del zoroastrismo).

El símbolo de Faravahar tiene sus orígenes en otros discos alados anteriores, de más de 4.000 años de antigüedad, provenientes de Egipto y Mesopotamia, los cuales están asociados al Sol y a deidades relacionadas con este astro.
Ahura es la traducción persa de la hindú védica Asura, que es una variación de Ashur. Se cree que Ahuramazda era el mismo dios Ashur. Assur es el mayor dios de Asiria, Asura, deidad demoníaca en el hinduismo y Ahura, todos términos relacionados con el Sol. Los iranios transformaron la “s” original en una “h”.

La comparación del zoroastrismo con la religión india también es útil para comprender su significado. Estas dos religiones tenían un dios llamado Mitra por los hindúes y Mithra por los iranios, que era un dios solar. Mitra proviene de la palabra persa “mihr”, que significa Sol.

Inscripción de Behistún, un monumento en piedra de la época del imperio aqueménida (s. VI a.C.).
Inscrito sobre la pared de un acantilado en la provincia de Kermanshah, al oeste de Irán, a unos 100 metros de altura, por orden de Darío I de Persia en el tiempo posterior a su acceso al trono del imperio persa en 522 a.C. y antes de su muerte en 486 a.C.

Para conmemorar la victoria de Darío I sobre las distintas tribus que se le rebelaron como monarca del Imperio Persa, este pretendía transmitir el fin de las revueltas y reforzar su autoridad como soberano ante todos sus súbditos.
Representa la figura del rey aplastando a Gaumata, el usurpador que pretendió arrebatarle el trono y que lideró los levantamientos contra él. Frente a Darío se pueden ver a sus enemigos atados.
Completan el conjunto 14 columnas en escritura cuneiforme en persa antiguo, elamita y babilonio, estos textos aportan un gran valor histórico pues permitieron descifrar la escritura elamita y la babilonia. Se comparan con la Piedra Rosetta, que permitió descifrar los jeroglíficos y el idioma demótico gracias al griego antiguo.
                                       Inscripción completa de Behistún