1/11/19

Hierograma Ophita (IV)


El símbolo del Disco Alado fue venerado por los soberanos de Sumer y Acad, Babilonia y Asiría, Elam y Urartu, Mari y Nuzi, Mitanni y Canaán durante miles de años, con las variaciones propias de sus respectivas mitologías, los reyes se postraban ante este símbolo.

El principal símbolo del Zoroastrismo es el Faravahar, un disco alado similar al de los pueblos egipcios, mesopotámicos, hititas, etc., pero con una persona dentro. Se desconoce el concepto concreto que representaba en las mentes de quienes lo adaptaron, pero en el actual zoroastrismo, el faravahar se interpreta como un recordatorio del propósito personal en la vida, que es vivir de forma que el alma progrese hacia el frasho-kereti, o la unión con Ahura Mazda. Aunque existen varias interpretaciones de los elementos individuales del símbolo, ninguna de ellas es anterior al siglo XX.
Este símbolo resulta muy similar al del dios asirio Assur, pero a diferencia de este, el Faravahar tiene su torso fuera del disco, mientras que Assur lo tiene completamente dentro. También se diferencian por las extensiones en forma de “tren de aterrizaje”.
El término faravahar desciende del persa medio frawahr, mediante disimilación de frawash del avéstico Fravashi (espíritu semejante a un ángel de la guarda). No existe una descripción física de ningún Fravashi en el Avesta (el libro sagrado del zoroastrismo).

El símbolo de Faravahar tiene sus orígenes en otros discos alados anteriores, de más de 4.000 años de antigüedad, provenientes de Egipto y Mesopotamia, los cuales están asociados al Sol y a deidades relacionadas con este astro.
Ahura es la traducción persa de la hindú védica Asura, que es una variación de Ashur. Se cree que Ahuramazda era el mismo dios Ashur. Assur es el mayor dios de Asiria, Asura, deidad demoníaca en el hinduismo y Ahura, todos términos relacionados con el Sol. Los iranios transformaron la “s” original en una “h”.

La comparación del zoroastrismo con la religión india también es útil para comprender su significado. Estas dos religiones tenían un dios llamado Mitra por los hindúes y Mithra por los iranios, que era un dios solar. Mitra proviene de la palabra persa “mihr”, que significa Sol.

Inscripción de Behistún, un monumento en piedra de la época del imperio aqueménida (s. VI a.C.).
Inscrito sobre la pared de un acantilado en la provincia de Kermanshah, al oeste de Irán, a unos 100 metros de altura, por orden de Darío I de Persia en el tiempo posterior a su acceso al trono del imperio persa en 522 a.C. y antes de su muerte en 486 a.C.

Para conmemorar la victoria de Darío I sobre las distintas tribus que se le rebelaron como monarca del Imperio Persa, este pretendía transmitir el fin de las revueltas y reforzar su autoridad como soberano ante todos sus súbditos.
Representa la figura del rey aplastando a Gaumata, el usurpador que pretendió arrebatarle el trono y que lideró los levantamientos contra él. Frente a Darío se pueden ver a sus enemigos atados.
Completan el conjunto 14 columnas en escritura cuneiforme en persa antiguo, elamita y babilonio, estos textos aportan un gran valor histórico pues permitieron descifrar la escritura elamita y la babilonia. Se comparan con la Piedra Rosetta, que permitió descifrar los jeroglíficos y el idioma demótico gracias al griego antiguo.
                                       Inscripción completa de Behistún

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