El electromagnetismo como Medio de Comunicación Cósmico.
La falacia del materialismo es su incapacidad para comprender la primacía de la conciencia y de la luz. La importancia crítica de la electricidad y el magnetismo en la cosmología puede aproximarse desde otro ángulo. La fuerza electromagnética es el medio cósmico que realmente une los sistemas humanos, planetarios, solares, y galácticos. El universo no es un artilugio mecánico de materia inerte; es un vital orgánico, un todo consciente, y el electromagnetismo es el medio por el cual se intercambia información entre los varios miembros de esa totalidad.
Los “cuerpos sutiles” bio-eléctricos de la humanidad, el núcleo del planeta tierra, sus campos electromagnéticos, el heliocosmos (o campo solar), y el centro galáctico (el Gran Sol Central o el “Sol detrás del Sol”) están vinculados por un walkie talkie o radio bidireccional, cósmico, el sistema de información electromagnético. Esto es lo que da unidad al cosmos. Animado por los seres conscientes, hay un código cósmico que armoniza y sincroniza las varias y diferentes frecuencias vibratorias que caracterizan cada sistema planetario, solar, galáctico y subsistemas nebulares.
Ese código es
electromagnético; su esencia es luz. La Luz ,
es la primaria, no la material.
La conciencia no es material, aunque puede ser incluida. La luz y la conciencia
son similares, y primarias. Ésta no es la demanda anticuada de una religión
antropomórfica; es la realización básica del nuevo paradigma espiritual,
científico, hológrafo y electromagnético del universo.
La materia es secundaria; la conciencia es electromagnética y es primaria. Este entendimiento integral, holístico del universo es un lamento lejano del paradigma crudo, unidimensional, peligroso, muerto y mortal del materialismo científico a que el complejo ejército-industrial-científico todavía se aferra, y del cualla
NASA y sus programas espaciales son una parte esencial.
De este paradigma, Argüelles señala un mundo de coherencia y unidad, una matriz resonante…de transmisión de información. ”Estando debajo de este telar cósmico es el principio de la resonancia armónica”.
La materia es secundaria; la conciencia es electromagnética y es primaria. Este entendimiento integral, holístico del universo es un lamento lejano del paradigma crudo, unidimensional, peligroso, muerto y mortal del materialismo científico a que el complejo ejército-industrial-científico todavía se aferra, y del cual
De este paradigma, Argüelles señala un mundo de coherencia y unidad, una matriz resonante…de transmisión de información. ”Estando debajo de este telar cósmico es el principio de la resonancia armónica”.
La resonancia
tiene que ver con las frecuencias vibratorias de cualquier sistema que produce
ondas, ondas legítimas u ondas electromagnéticas, cualquier clase de ondas. La
resonancia armónica significa el intercambio de vibración, armonizando o
sincronizando, y a veces disonante, entre dos o más sistemas vibrantes, ya sean
éstos diapasones, cuerdas de violín, péndulos, o planetas.
Fueron los Mayas en América, que abrieron camino a esta comprensión del orden que es la base del cosmos, donde la mente o la conciencia son primarias y que “no existe nada sin sentimiento” y “el campo de la realidad está saturado con un propósito.”
Fueron los Mayas en América, que abrieron camino a esta comprensión del orden que es la base del cosmos, donde la mente o la conciencia son primarias y que “no existe nada sin sentimiento” y “el campo de la realidad está saturado con un propósito.”
El propósito
del intercambio continuo de información entre el centro galáctico y los otros
miembros de la galaxia “es la coordinación superior de los organismos miembros,
los sistemas estelares.”Esto trae consigo la capacidad de “inteligencia local”
es decir, la mente planetaria o campo de conciencia, que es capaz de percibir
el todo y alinearlo como corresponde, y para extender este proceso de
alineación a otros sistemas miembros. “El juego galáctico es la armonización de
una inteligencia superior”, a través de la inteligencia local es enseñada cómo
funciona, de tal manera que toma sus propias conclusiones sin coerción.
¿Qué sabemos
de los ciclos solares o planetarios?
El sistema
solar es un organismo autónomo cuya funda sutil o campo mórfico se llama el heliocosmo.
Cada 11.3 años, el heliocosmo pulsa hacia afuera, y durante
otros 11.3 años pulsa hacia adentro. Estos 11.3 ciclos del inhalación-exhalación se les llama heliopausa, cuyo movimiento total ocurre sobre un periodo de unos
23 años.
Paralelo con
este ciclo de heliopausa hay un movimiento de “mancha solar
binaria” en el que 2 manchas (una negativa, la otra positiva) pulsan hacia el
centro desde posiciones de 30 grados al norte y al sur del ecuador solar.
Aproximadamente cada 11.3 años, las dos manchas se encuentran en el ecuador,
invierten la polaridad y comienzan de nuevo el proceso a 30 grados al norte y
al sur del ecuador. La actividad de las manchas solares causan una gran
perturbación de las ondas de radio de la Tierra y del campo bio-electromagnético en general.
“El Sol es la
inteligencia central coordinadora en el campo solar. Los planetas representan
giroscopios armónicos cuyo propósito es mantener la frecuencia resonante
representada por la órbita que sostiene el planeta.”
Aunque el heliocosmo, el cuerpo solar total, es un sistema auto-regulador, es al mismo tiempo, un subsistema dentro del campo galáctico más grande. Así, su inhalación consiste en fuerzas cósmicas recibidas - las frecuencias galácticas - monitoreadas, ya sea directamente del centro galáctico y/o vía otros sistemas estelares inteligentes. Su exhalación o transmisión, representa corrientes transmutadas de energía/información devueltas al centro galáctico (conocido por los mayas como Hunab Ku, y por la investigación contemporánea como “el Gran Sol Central” o el Sol detrás del Sol.
¿Cómo recibe
el planeta Tierra estos impulsos electromagnéticos?
La resonancia
de las funciones de la tierra, se parece a las oscilaciones de una batería
electromagnética gigante. Los rasgos importantes de esta batería son las dos
capas de la ionosfera, la inferior, lunar y la superior, solar, respectivamente
60 y 70 millas
del océano electromagnético sobre el suelo terrestre. Son las corrientes de la
ionosfera en directa resonancia con los campos solares y lunares que moderan el
viento y las condiciones atmosféricas de las capas más bajas del océano
electromagnético.
Oscilando a aproximadamente 7.8 ciclos
por segundo, la ionosfera está en
resonancia con el cerebro humano que - al oscilar a 7.8 ciclos por segundo - refleja una condición de samadhi, o absorción
meditacional profunda. Esta frecuencia común neural-ionosférica es una
clave primaria para el desarrollo completo del Cuerpo de Luz de la Tierra y de los seres
humanos individuales.
Más allá de la ionosfera, están los siguientes dos componentes de la batería electromagnética de
El potencial
para la armonización de las tasas vibratorias galácticas, solares, y
planetarias con los humanos es evidente en la frecuencia común neural y
ionosférica de 7.8 ciclos. Ésta no sólo es la frecuencia de la luz, sino que
también augura la posibilidad de una extensa transformación, la generación del
Cuerpo Ligero, o Cuerpo
de Luz de los seres
humanos individuales, de la humanidad en conjunto, y del planeta.
El paradigma
electromagnético es de
crucial importancia para la evolución de la humanidad. Las fuerzas que desean
continuar explotando a la humanidad reduciendo todo al materialismo, también
desean atrofiar esa evolución y oponerse al paradigma.
Muy pocos son
los que han querido darse cuenta de la terrible amenaza que se cierne sobre la Tierra. Un planeta acosado por
genocidios diabólicos, con el riesgo contínuo de una nueva hecatombe mundial. La Tierra está devastada por
la destrucción y el saqueo de sus
recursos naturales. Víctima de la irracionalidad de las irresponsables
concentraciones humanas, de los
excesos de los que tienen de sobra de todo oyendo el clamor de tantos que no
tienen nada. Todas las profecías
hablan de una Tierra amenazada por la saturación del deseo sensual, obsceno y
lujurioso, por una civilización
mecanizada carente de objetivos superiores, hostigada por la falta de amor, por
la implacable corrupción de la inocencia, murieron los ideales de muchos y
ya no hay esperanza entre los
hombres.
¿Quiénes tienen la culpa?
¿Quiénes son los responsables?
¿Quiénes son los que van a pagar por ello?
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