Javán era hijo de Jafet y nieto de Noé. En
los días en que los monarcas egipcios de la IV Dinastía estaban
levantando sus pirámides, el Mediterráneo era ya conocido como el
«Gran Círculo de los Uinivu», que algunos identifican con Javán.
Elisa
(hijo de Javán)
El
número de posibles identificaciones de los descendientes de este
hijo de Javán es considerable. La mayor parte de ellas son
probablemente correctas. Por ejemplo, se suele aceptar que el nombre
más familiar de «Hellas» es una forma corrompida de un original
«Elishah», y según Rawlinson, desde alrededor de la época de la
Guerra Persa, Hellas pasó a ser un nombre aplicado a los griegos
como un todo.
Muchas
autoridades creen que otra forma de este antiguo nombre era «Aioleis»
(Gr.), esto es, los eolios. Este punto de vista lo mantenía también
Josefo.
El
Talmud de Jerusalén, los midras y los targumes dan para Elisa la
forma «Elis» o «Eolis», aunque eruditos como Skinner y Driver
consideran que carece de base. Las tabletas de Tell el-Amarna
incluyen diversos pueblos de Alasia. El Eilesion de la Ilíada (II,
I, 617) es indudablemente otra referencia a considerar. Es casi
seguro que el nombre vuelve a aparecer en las tabletas de Ugarit, en
las que hay una referencia canaanea a los chipriotas bajo el título
de "Alasiyans".
En Ezequiel 27:7 se menciona que llegaban tejidos de púrpura desde las islas (o costas) de Elisa. El crustáceo del que se obtenía el tinte de la púrpura en la antigüedad, abundaba en las costas del Peloponeso, lo que confirma la región en la que se asentó este nieto de Jafet.
Es
desconcertante encontrar como los
griegos remontado al pasado, designan sin distinción tanto como el
pueblo de Hellas y como Jonios. Esto es análogo a
referirse a los ingleses como descendientes de los normandos, pictos,
escoceses o celtas, etc. El hecho es que en ambos casos unas pocas
familias han dado origen a grandes clanes o tribus, que en las idas
y vueltas de migraciones y conquistas, se unieron en diversas
mezclas, de modo que un historiador con una preferencia puede
resaltar una línea originaria, mientras que otro historiador resalta
otra. Y ambos están en lo cierto.
Tarsis
(hijo de Javán)
No
es mucho lo que se puede decir de cierto acerca de la identidad de
Tarsis, otro hijo de Javán. Hay declaraciones en otros pasajes de
las Escrituras que llevan a una cierta confusión.
Por
ejemplo, era la opinión de Sayce (como de otros
eruditos), que Tartessos, en España, fue probablemente uno de los
asentamientos iniciales de Tarsis. Sin embargo, el Antiguo Testamento
habla de marfil, simios y faisanes traídos por las naves de Tarsis
(2 Crónicas 9:21). Estos animales no son de esperar como procedentes
de la península ibérica. Pero Sayce argumenta que lo que se indica es
sencillamente que los mercaderes de Tartessos o Tarsis, comerciaban
con estos artículos, que quizá recogían en algunas partes de la
costa africana y vendían en otros lugares del Medio Oriente.
La
Septuaginta traduce Tarsis en Isaías 23:1 como Karkedonos
(karchedonos), que era la forma griega para el nombre de Cartago en
África del Norte.
Aunque
los fenicios parecen haber tenido muchas relaciones comerciales con
Tartessos, el puerto original mismo no pudo haber sido fundado por
ellos, según Génesis 10 (donde aparece con claridad que Tarsis está
en la línea de Jafet), porque en el Antiguo Testamento los fenicios
y cananeos son descritos como descendientes de Cam. Los cartagineses,
como colonos fenicios, mantenían incluso en tiempos de Agustín que
ellos eran cananeos.
Por
otra parte, los fenicios establecieron también muchas colonias en
España. Aquí tenemos una de las dificultades, porque ciertas
referencias bíblicas a Tarsis (2 Crónicas 9:21 y 20:36) han llevado
a algunos eruditos a suponer que tiene que haber habido otra Tarsis
en el Océano Índico, a la que se podría llegar a través del Mar
Rojo. Aunque esta idea es en la actualidad rechazada de manera
general, resalta el hecho de que la identificación con Tartessos en
España no es totalmente satisfactoria. Es decir, el asentamiento
español no aparenta de entrada haber sido jafético, ni los
productos que se dice que procedían de allí parecen los propios del
lugar.
Sin
embargo, Kalisch creía que había suficiente evidencia para
justificar la identificación de Tarsis como el pueblo original que
se asentó en toda la península ibérica, «hasta donde era conocida por los hebreos, igual que Javán se usaba para designar a
todos los griegos».
Los fenicios llegaron más tarde. Cook creía que una pequeña tribu de javanitas se instaló en la desembocadura del río Guadalquivir en España, iniciando con ello la colonia de Tarsis.
Bochart dice que tanto Cádiz como Carteia, que estaba en la Bahía de Gibraltar, fueron llamadas Tartessos en los tiempos antiguos; también piensa que Cádiz fue edificada por Tarsis, nieto de Jafet, inmediatamente después de la dispersión, y Carteia mucho tiempo después, por los fenicios. Él hace referencia a que, según Herodoto, cuando los fenicios llegaron por primera vez, Tartessos ya existía, y que el rey del país se llamaba Argantonio.
En
resumen, es posible que Tarsis, nieto de Jafet, se estableciese en
España y que estableciera una capital y un reino que más adelante
llegase a ser un centro de intercambio comercial muy empleado por los
fenicios, que hacían escala allí mientras se dirigían a puertos
del Mediterráneo oriental, llevando mercancías recogidas durante
sus singladuras. Estas mercancías pueden haber procedido en parte de
España y en parte de África. No es en absoluto imposible que
algunas mercancías procediesen de la India por vía del Cuerno de
África, porque hay abundante evidencia de que los fenicios eran
grandes navegantes.
Quitim
(hijo de Javán)
No
puede haber muchas dudas de que por Quitim, o Kittim como se escribe
a veces, los hebreos entendían a los habitantes de Chipre. Josefo
observó que los griegos llamaban la isla Kitión, y que sus
habitantes eran conocidos como los kitieis, o kitienos. Con el paso
del tiempo el nombre llegó a tener un sentido más amplio,
extendiéndose de Chipre a las demás islas del Egeo, y de allí a la
península griega e incluso a Italia. Por ejemplo, en 1 Macabeos 1:1
se menciona a Alejandro Magno como procedente de la tierra de Kittim,
y en 1 Macabeos 8:5 se hace referencia a Perseo como el rey de
Kittim.
En
Macabeos 11:30 tanto la Vulgata como la Septuaginta traducen Quitim
como romanos. Aunque no hay ninguna referencia, la tierra de Quitim también podría
encontrarse en la forma Ma-Chetim. Ma es un
prefijo para «lugar». Si es así, puede que tengamos la forma
original del término más conocido de Macedonia, la tierra natal
de Alejandro Magno.
No
hay mucha sustancia en estas observaciones, pero en un sentido
general confirman la impresión que se recibe de esta sección de
Génesis 10 de que los jafetitas hicieron su hogar alrededor de las
costas del Mediterráneo y en sus islas, así como hacia el norte y a
través de Europa.
Dodanim
(hijo de Javán)
No
es mucho lo que se puede decir acerca de este nombre, excepto que
parece reaparecer en las Escrituras con la D inicial sustituida por
una R (cp. 1 Crónicas 1:7). Si la forma preferida es Rodanim, parece
entonces que la isla de Rodas formó un vínculo en una serie de
asentamientos de los descendientes de Javán.
El
río Rhodonus, esto es, el Ródano, puede haber recibido su nombre de
una rama de esta familia establecida en su desembocadura. En Epiro se
encuentra la ciudad de Dodona y el condado de Doris. Bochart sugirió
que el primer asentamiento de los Dodanim estuvo en el sudoeste de
Asia Menor, en la parte del país que los griegos llaman Doris. Es
posible también que una forma más corrompida del nombre sea los
Dardan, que aparece en las inscripciones de Ramsés II, designando a
un pueblo de Asia Menor no alejado de Licia, y que posiblemente esté
en la raíz del término «Dardanelos». En el actual estado de
conocimientos sobre la antigüedad, poco más se puede decir de los
descendientes de Dodanim.
Extracto:
El Origen de las Naciones. Arthur
C. Custance.
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