20/12/13

Satélite Gaia

La misión Gaia elaborará un mapa tridimensional de la Vía Láctea para estudiar nuestra galaxia.

En agosto de 1989, la Agencia Espacial Europea (ESA) puso en órbita el primer satélite dedicado íntegramente a la astrometría, esto es, a medir las distancias, los movimientos y las posiciones de las estrellas que nos rodean. El satélite se llamaba Hipparcos, y en sus cuatro años de misión obtuvo mediciones 200 veces más precisas que ninguna de las existentes hasta entonces de casi 120.000 estrellas de nuestro entorno. Hasta el día de hoy, 24 años después, el catálogo estelar elaborado con los datos de Hipparcos resulta de fundamental importancia para cientos de trabajos en Astronomía, Astrofísica y Cosmología.

Esta semana, la ESA ha lanzado al espacio desde su base en la Guayana Francesa, sucesor de Hipparcos. Mucho más preciso y potente, el satélite Gaia retomará el trabajo allí donde Hipparcos lo dejó. Y lo multiplicará por cien mil. Durante los próximos 5 años, Gaia calculará con un grado de precisión inusitada el brillo, la temperatura, la composición, la posición y los movimientos de más de mil millones de estrellas, el 1% de todas las que contiene nuestra galaxia. El 99% de ellas, además, nunca han sido medidas de forma precisa. Se trata del mayor censo estelar jamás llevado a cabo hasta la fecha. Los datos recogidos permitirán elaborar  un mapa tridimensional de la Vía Láctea, algo imposible de hacer hasta ahora y que nos permitirá por fin averiguar en qué clase de galaxia vivimos.

Pero no solo eso. Sus dos telescopios, junto con una cámara digital de mil millones de píxeles, la de mayor resolución jamás enviada al espacio, descubrirán también miles de nuevos planetas extrasolares y un gran número de asteroides de los que hasta ahora no habíamos tenido noticia. Se prevé que, al término de la misión, el número de exoplanetas detectados pasará del millar que conocemos hoy a más de diez mil. La potencia de los instrumentos de Gaia es tal que si estuvieran en la Tierra, podrían fotografiar con toda precisión el dedo pulgar de un ser humano en la Luna.

Participación española.

La industria aerospacial española ha participado activamente en la misión Gaia, desde la propia definición del proyecto a la construcción de varios de sus componentes y al análisis de los valiosos datos que recopile el satélite. Por ejemplo, el parasol de 10,5 metros que desplegará el satélite y que servirá para protegerle de la radiación solar y mantener la temperatura de los instrumentos, ha sido fabricado íntegramente por Sener. Crisa ha suministrado los 106 módulos de electrónica de proximidad que acompañana a los 106 CCD, los sensores de la cámara. EADS Casa Espacio ha desarrollado la estructura del modulo de servicio, íntegramente fabricada en fibra de carbono, así como la antena que servirá para transmitir los datos científicos a la Tierra. GMV ha contribuido a poner a punto el sistema de análisis de los datos de la misión, un punto fundamental, dado su enorme volumen. Rymsa ha fabricado las antenas para telemedida y Telecomando de Gaia. Otras empresas participantes han sido Mier Comunicaciones, Thales Alenia Space, Alter Technology o Elecnor Deimos. En total, la industria española ha ganado concursos por importe de 38,6 millones de euros, lo que supone el 11,5% del total del proyecto. Un porcentaje claramente superior al 8,5% de la financiación del proyecto aportada por España.

1 comentario:

  1. Es maravilloso poder estudiar las estrellas y que este satélite europeo se llame GAIA. Pero olvidamos que hay una GAIA que hemos de cuidar y que es NUESTRO PLANETA. Hace 34 años, comencé a escribir una novela de ficción llamada "Misión Gaia". Ahora se nombra así a esta misión. Yo me sigo quedando con la GAIA, esta que mis pies se sienten con el inmenso honor de pisar y recibir el latir en sus plantas...

    ResponderEliminar