Polémica desatada entre
agricultores y ecologistas por el proyecto de las moscas transgénicas.
La liberación
de moscas transgénicas en un olivar de Cataluña con el objetivo de acabar
con la plaga endémica de la mosca del olivo, ha generado
una fuerte polémica en varios sectores españoles.
La empresa
británica Oxitec, propulsora del
experimento, ha ofertado a la
Generalitat de Catalunya utilizar en Tarragona esta posible
solución, para acabar con el problema
de la mosca del olivo, que cada año destroza el 10% de la producción.
Aunque la Generalitat aun no ha
dado luz verde para llevar a cabo el experimento, ya que se encuentra a la
espera del informe de la
Comisión Nacional de Bioseguridad, se han desatado fuertes
críticas ante la posible puesta en marcha de esta medida, por los riesgos
y alteraciones que las moscas de laboratorio puedan generar.
Los
ambientalistas denuncian que no se tiene suficiente información sobre
la evolución del experimento ni se han alertado de los riesgos. Se
trataría del primer caso de liberación de animales transgénicos en
territorio europeo.
Posibles
riesgos para el ser humano.
La responsable
de Agricultura y Alimentación de la
ONG Amigos
de la Tierra, Blanca Ruibal, señala el alto peligro, ya
que España sería pionera en poner en contacto animales alterados
genéticamente con la naturaleza. "Las moscas inglesas solo han sido
probadas en laboratorio. En caso de fuga es imposible predecir cuál sería
su comportamiento en interacción con un medio natural complejo".
La responsable
del departamento señala además que la medida supone un riesgo para el ser
humano, ya que "la larva se mete en la oliva, ahí muere y esa oliva con
larva transgénica muerta es la que consumimos nosotros".
Laia Vinyals,
investigadora de la revista Seguridad Alimentaria, remarca también el problema
de la incógnita sobre la interacción de la mosca en el medio, y discrepa
de la eficacia de la medida planteada, alegando que los daños en la oliva se
producen durante la fase larvaria, por lo que las larvas nacidas del
insecto transgénito continuarían perjudicando a los olivos. La
investigadora considera que el proyecto se ha ido pasando de unas manos a otras
y que España se convertiría en una cobaya, después de que el experimento
se presentara hace ocho meses en la Unión Europea.
La propuesta
también es criticada por Gustavo Duch, experto en seguridad
alimentaria, que considera insostenible que la Administración
estatal tenga la capacidad decisoria sobre el uso de transgénicos que afecten a
nuestra alimentación.“La
Administración estatal parece que no maneja términos
como informar y mucho menos el de preguntar, y adopta posicionamientos
que afectan radicalmente a nuestra soberanía alimentaria, a nuestro
derecho a decidir qué agricultura queremos”.
“Si el Gobierno
decide otorgar el permiso, el estado español, prácticamente el único
europeo que defiende los cultivos transgénicos, se convertiría en el primer
territorio europeo donde se permite la liberación de bichitos transgénicos”,
añade Duch, que informa que “la población consumidora y productora debe saber
que sobre esta nueva tecnología sólo hay una evidencia clara: la empresa
sacará jugosos beneficios. Lo demás son dudas en sus resultados y riesgos
en su aplicación”.
La ONG Amigos
de la Tierra hace
hincapié sobre este punto. “Según el expediente, el Gobierno recibió la
solicitud a principios de este año, sin embargo, no se ha abierto a consulta y
participación pública”.
Los animales
podrían estar expuestos al peligro.
El efecto del gen
introducido en las moscas transgénicas podría alterar la cadena
alimentaria de otros organismos vivos, ya que las larvas transgénicas e
incluso las mismas moscas modificadas podrían ser ingeridas por roedores y
aves, sin conocerse los efectos que generarían en los mismos.
Blanca Ruibal
considera que "no deberíamos asumir riesgos cuando existen
alternativas más seguras y baratas para el control de plagas”, ya que “el
experimento implica graves riesgos ambientales y para la producción
olivarera en la zona, por lo que la asociación reclama al Gobierno y
a la Generalitat
la denegación del permiso”.
La organización
Semillas apunta un fallo en el experimento de Oxitec. “Las
moscas están modificadas genéticamente para que las hembras mueran en fase
larvaria, y así controlar la población, sin embargo los machos sobreviven
durante meses por lo que existe el riesgo de que se propaguen sin control”.
Para la
organización, el objetivo de Oxitec es la creación de un mercado global de
insectos transgénicos, que cuenta además con el apoyo de Syngenta, el gigante
mundial de venta de semillas y agrotóxicos, por lo que se prioriza en la venta
sin contar todos los efectos negativos. Algo que sólo sufrirán los que acepten
el experimento.
Oxitec
defiende su proyecto.
La empresa Oxitec
señala que su proyecto no es ni dañino ni tóxico, si no que responde a las
necesidades de los agricultores para liberar su producción de la mosca del
olivo, alegando que ya se han realizado proyectos similares anteriormente y han
sido eficaces.
Una producción
de mosquitos modificados genéticamente se introdujeron en Brasil, las
islas Caimán y Malasia, donde se mezclaron con los mosquitos endémicos
transmisores de dengue y malaria, haciéndolos descender en grandes niveles,
sobre todo en Brasil. "Hemos logrado reducir la producción de
mosquitos en un 96% en cinco meses en la zona", declara Oxitec.
El experimento
con las moscas en Tarragona espera el mismo efecto, aunque "no podemos
predecir los resultados cuando lo probemos en campo abierto" concluye la
empresa de transgénicos.
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