Desde la
Guayana Francesa , Europa lanza la nave 'Sentinel-1A', el
“vigilante” del medio ambiente.
Más
inundaciones, sequías e incendios forestales en Europa. Son algunas de las
previsiones que recoge el informe
del Panel Intergubernamental de la ONU sobre cambio climático (IPCC), que
analiza el impacto y los efectos a corto y medio plazo de los cambios en el
clima, y cuya presentación en Japón se ha producido la misma semana en la que
la Agencia Espacial
Europea (ESA) ha puesto en marcha su programa de satélites de
observación terrestre más ambicioso con el que pretende obtener información
para luchar contra el calentamiento global.
Copérnico, como
ha sido bautizada esta red europea para la monitorización del medio ambiente,
utilizará una constelación de satélites que de forma permanente tomarán el
pulso al estado de la Tierra
y medirán los cambios que se registren en el nivel del mar, el hielo del
Ártico, los bosques o la atmósfera. Uno de los principales objetivos de
este programa, además, será ofrecer la mejor información posible para gestionar
de manera más rápida y eficaz tanto las catástrofes naturales como aquellas
provocadas por la acción del hombre, como los vertidos de petróleo.
El primer vigilante
de esta red, Sentinel 1A, fue lanzado con éxito el jueves por la noche desde el
Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa.
A las 23:02, hora peninsular española, despegó a bordo de un cohete Soyuz y
apenas media hora después, los ingenieros recibieron la primeras señales del
satélite, que trabajará desde una órbita polar, a una altura de algo menos de 700 kilómetros .
"Está
previsto que la primera imagen del satélite nos llegue unos diez días después
del lanzamiento, durante la etapa de verificación, con la que espero empezar a
mostrar el potencial de la misión. Después, durante los tres meses siguientes,
se irán generando más poco a poco. A finales de julio empezaremos a
inundar a los usuarios con imágenes", explica Ramón Torres, jefe del
proyecto Sentinel-1 en la ESA.
A finales de
2015, se lanzará el segundo satélite Sentinel 1B, es idéntico al 1-A. Operará
en la misma órbita con 180 grados de separación, doblando la frecuencia de
adquisición de datos. El satélite está dotado de un avanzado y potente radar,
que le permite operar de forma continua, de día y de noche y bajo cualquier
condición meteorológica.
El programa “Copérnico”
Los satélites
Sentinel (que se irán desplegando a lo largo de cinco misiones que serán
lanzadas paulatinamente hasta 2020) son el corazón de programa Copérnico (antes
denominado GMES), que está financiado por la Comisión Europea
y contará con un presupuesto total de unos 3.600 millones de
euros. La red también utilizará datos de otros satélites de observación
terrestre. "Copérnico empezará a lanzar la segunda generación en 2020,
para ir reemplazando la primera".
Sentinel 1-A,
que ha sido construido e integrado en la planta de Thales Alenia Space en
Italia, que es el contratista principal de esta misión en la que han
participado decenas de empresas europeas, se ha lanzado con retraso
respecto al calendario previsto inicialmente. Un retraso al que contribuyó
el impacto del terremoto de L'Aquila de 2009, que se produjo cuando estaban en
pleno desarrollo de los instrumentos.
Aunque lleva
combustible para unos 12 años, está previsto que esté operativo durante siete
años. Durante este periodo, el satélite, que puede hacer barridos de hasta 400 kilómetros , suministrará
unos 8.000 gigabits diarios de imagen. Según la ESA , Sentinel 1-A será capaz de realizar un mapa
completo del mundo cada 12 días. Cuando trabaje conjuntamente con el 1-B, el
ciclo durará 6 días.
Las imágenes
obtenidas por Sentinel 1-A tendrán también aplicaciones en el campo de la seguridad, y se
usarán para el control de los cultivos terrestres, la vigilancia del tráfico
marítimo o el control de fronteras.
Airbus Defence
and Space es otra de la empresas que ha tenido un papel protagonista en el
consorcio que ha fabricado Sentinel 1-A. En España, alrededor de 15
personas de esta compañía han estado involucradas en su desarrollo, según
detalla el ingeniero Pablo Vilanova, durante una visita a la planta que Airbus
Defence and Space tiene en Madrid con motivo del lanzamiento del primer
satélite de la constelación Copérnico. En concreto, esta empresa aeroespacial
participa en las misiones Sentinel 1, 2 y 3. En Sentinel 1 se han encargado del control
térmico del satélite.
Pablo Martínez
es el responsable de integración de Sentinel 2, que también estará constituida
por dos satélites gemelos y de la que Airbus será el contratista principal.
Esta misión se centrará en el seguimiento de desastres naturales, como
incendios, inundaciones, corrimientos de tierra o terremotos.
Para Sentinel
3, que se dedicará a la oceanografía y a hacer un seguimiento de la vegetación,
aportarán, entre otros componentes, el Radiómetro de microondas que, según
explica Raquel González, responsable de ese instrumento, corregirá la humedad
que el radar mida en la troposfera.
24 octubre 2013 - Astrium
hizo entrega del Radiómetro de Microondas del satélite Sentinel-3. La segunda
compañía espacial en el ranking mundial, entregó el primer modelo de vuelo
(PFM) del Radiómetro de Microondas (MWR), un instrumento del satélite de
monitorización medioambiental Sentinel-3A de la Agencia Espacial
Europea (ESA), al contratista principal Thales Alenia Space para su instalación
en el satélite.
El radiómetro de
microondas (MWR), entregado a Thales Alenia Space, es uno de los cuatro
instrumentos principales del satélite de la ESA , que forma parte del programa Copernicus.
Fuentes:
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