10/4/14

Programa COPÉRNICO

Desde la Guayana Francesa, Europa lanza la nave 'Sentinel-1A', el “vigilante” del medio ambiente.

Más inundaciones, sequías e incendios forestales en Europa. Son algunas de las previsiones que recoge el informe del Panel Intergubernamental de la ONU sobre cambio climático (IPCC), que analiza el impacto y los efectos a corto y medio plazo de los cambios en el clima, y cuya presentación en Japón se ha producido la misma semana en la que la Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha su programa de satélites de observación terrestre más ambicioso con el que pretende obtener información para luchar contra el calentamiento global.

Copérnico, como ha sido bautizada esta red europea para la monitorización del medio ambiente, utilizará una constelación de satélites que de forma permanente tomarán el pulso al estado de la Tierra y medirán los cambios que se registren en el nivel del mar, el hielo del Ártico, los bosques o la atmósfera. Uno de los principales objetivos de este programa, además, será ofrecer la mejor información posible para gestionar de manera más rápida y eficaz tanto las catástrofes naturales como aquellas provocadas por la acción del hombre, como los vertidos de petróleo.

El primer vigilante de esta red, Sentinel 1A, fue lanzado con éxito el jueves por la noche desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa. A las 23:02, hora peninsular española, despegó a bordo de un cohete Soyuz y apenas media hora después, los ingenieros recibieron la primeras señales del satélite, que trabajará desde una órbita polar, a una altura de algo menos de 700 kilómetros.
"Está previsto que la primera imagen del satélite nos llegue unos diez días después del lanzamiento, durante la etapa de verificación, con la que espero empezar a mostrar el potencial de la misión. Después, durante los tres meses siguientes, se irán generando más poco a poco. A finales de julio empezaremos a inundar a los usuarios con imágenes", explica Ramón Torres, jefe del proyecto Sentinel-1 en la ESA.
A finales de 2015, se lanzará el segundo satélite Sentinel 1B, es idéntico al 1-A. Operará en la misma órbita con 180 grados de separación, doblando la frecuencia de adquisición de datos. El satélite está dotado de un avanzado y potente radar, que le permite operar de forma continua, de día y de noche y bajo cualquier condición meteorológica.

El programa “Copérnico”

Los satélites Sentinel (que se irán desplegando a lo largo de cinco misiones que serán lanzadas paulatinamente hasta 2020) son el corazón de programa Copérnico (antes denominado GMES), que está financiado por la Comisión Europea y contará con un presupuesto total de unos 3.600 millones de euros. La red también utilizará datos de otros satélites de observación terrestre. "Copérnico empezará a lanzar la segunda generación en 2020, para ir reemplazando la primera".
Sentinel 1-A, que ha sido construido e integrado en la planta de Thales Alenia Space en Italia, que es el contratista principal de esta misión en la que han participado decenas de empresas europeas, se ha lanzado con retraso respecto al calendario previsto inicialmente. Un retraso al que contribuyó el impacto del terremoto de L'Aquila de 2009, que se produjo cuando estaban en pleno desarrollo de los instrumentos.
Aunque lleva combustible para unos 12 años, está previsto que esté operativo durante siete años. Durante este periodo, el satélite, que puede hacer barridos de hasta 400 kilómetros, suministrará unos 8.000 gigabits diarios de imagen. Según la ESA, Sentinel 1-A será capaz de realizar un mapa completo del mundo cada 12 días. Cuando trabaje conjuntamente con el 1-B, el ciclo durará 6 días.
Las imágenes obtenidas por Sentinel 1-A tendrán también  aplicaciones en el campo de la seguridad, y se usarán para el control de los cultivos terrestres, la vigilancia del tráfico marítimo o el control de fronteras.
Airbus Defence and Space es otra de la empresas que ha tenido un papel protagonista en el consorcio que ha fabricado Sentinel 1-A. En España, alrededor de 15 personas de esta compañía han estado involucradas en su desarrollo, según detalla el ingeniero Pablo Vilanova, durante una visita a la planta que Airbus Defence and Space tiene en Madrid con motivo del lanzamiento del primer satélite de la constelación Copérnico. En concreto, esta empresa aeroespacial participa en las misiones Sentinel 1, 2 y 3.  En Sentinel 1 se han encargado del control térmico del satélite.

Pablo Martínez es el responsable de integración de Sentinel 2, que también estará constituida por dos satélites gemelos y de la que Airbus será el contratista principal. Esta misión se centrará en el seguimiento de desastres naturales, como incendios, inundaciones, corrimientos de tierra o terremotos.

Para Sentinel 3, que se dedicará a la oceanografía y a hacer un seguimiento de la vegetación, aportarán, entre otros componentes, el Radiómetro de microondas que, según explica Raquel González, responsable de ese instrumento, corregirá la humedad que el radar mida en la troposfera.
24 octubre 2013 - Astrium hizo entrega del Radiómetro de Microondas del satélite Sentinel-3. La segunda compañía espacial en el ranking mundial, entregó el primer modelo de vuelo (PFM) del Radiómetro de Microondas (MWR), un instrumento del satélite de monitorización medioambiental Sentinel-3A de la Agencia Espacial Europea (ESA), al contratista principal Thales Alenia Space para su instalación en el satélite.

El radiómetro de microondas (MWR), entregado a Thales Alenia Space, es uno de los cuatro instrumentos principales del satélite de la ESA, que forma parte del programa Copernicus.

Fuentes:

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