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La
Homosexualidad puede valorarse desde sus diferentes causas, además
de las sociales y psicológicas, en muchos casos se trata de una
enfermedad genética, o desordenes y malformaciones que con los
avances científicos pueden tener solución. Este es el caso de los
DSD (Disorders of the Sexual Development), antes llamados
intersexualidad o hermafroditismo,
son una situación relativamente frecuente con la que conviven el
0,018% de la población y en principio, sólo tiene que ver con los
genitales del bebé.
Tanto
los genitales masculinos como los femeninos se desarrollan a partir
de los mismos tejidos en el embrión. Este proceso de diferenciación
depende de ciertos cromosomas, genes, hormonas, proteínas,
receptores moleculares, etc. Al ser un proceso realmente complejo, es
relativamente frecuente que ocurran variaciones. Estas variaciones
accidentales son los DSD y actualmente tienen muy buen pronóstico.
En
Salinas, República Dominicana, el 1% de la población nace con una
mutación que impide la formación del pene y los testículos. Pero
en la pubertad, la testosterona hace crecer estos órganos.
Nacen
como niñas y se les educa como tales durante los primeros años de
su vida, pero cuando alcanzan la pubertad se convierten en niños.
Conocidos con el nombre de «Guevedoce» (que se puede traducir como
«con penes a los doce años»), han atraído la atención del
prestigioso programa de la BBC Countdown to Life: The extraordinary
making of you., han viajado a la remota localidad de Salinas, donde
este extraño fenómeno, que parece tener origen genético, afecta
hasta el 1% de los chicos nacidos en este lugar, tal como informa la
BBC. Sin embargo, en el resto del mundo esta mutación es
extraordinariamente rara.
La
doctora Julianne Imperato-McGinley de la Universidad de Cornell,
Nueva York, ya halló la causa por la que los también apodados como
«machihembras» nacen sin testículos, en los años 70.
Según
dijo, la razón está en la deficiencia de la enzima 5-alfa
reductasa, que es la encargada de convertir la testosterona en
dihidrotestosterona. Cuando esta enzima no funciona bien, el proceso
de desarrollo de los testículos y del pene se ve alterado, con lo
que estas personas nacen con una especie de vagina. Sin embargo, la
pubertad y la producción de testosterona, permiten la aparición de
los genitales masculinos.
El
descubrimiento de esta enzima, añade «The Telegraph», captó el
interés del gigante farmacéutico Merck que lo usó para crear un
medicamento denominado “finasterida”, que bloquea la acción de
la citada enzima. Esto se usa como tratamiento contra la hiperplasia
de próstata y contra la calvicie masculina, entre otras cosas.
Formación
del sexo
Los
genes maternos y paternos no promueven la diferenciación entre sexos
de los embriones humanos hasta la octava semana. Es entonces, cuando
el cromosoma “Y” de los hombres permite que comience la formación
de los testículos. Para ello, favorece la llegada de la testosterona
a una estructura previa llamada tubérculo, lugar en el que se
transforma gracias a la acción de la enzima 5-alfa reductasa en
“dihidrostestosterona”. Esta es, por su parte, la que permite la
formación del pene. Cuando esta hormona falta, tal como ocurre con
las mujeres, el tubérculo se convierte en un clítoris.
Johny
y Carla
El
Programa Countdown to Life, se ha hecho eco de los casos particulares
de Johny que fue educado como una niña, ya que no tenía testículos
ni penes visibles. Sin embargo, según se aproximaba la pubertad,
fueron apareciendo estos órganos masculinos.
Conocido
de pequeño como Felicita, ha declarado a los reporteros del segundo
canal de la BBC que recordaba ir a la escuela con un pequeño vestido
rojo, aunque ha añadido que nunca le gustó hacer cosas de niñas...
“Cuando veía a un grupo de niños, me dirigía a ellos para jugar
a la pelota”.
Convertido
posteriormente en un hombre, ha afirmado que fue objeto de burlas y
chanzas en la escuela. Desde que le crecieron los testículos, Johny
ha confesado que ha mantenido relaciones con mujeres y ha admitido
que busca una pareja estable para él.
Por
otra parte, de la situación de Carla que con siete años está cada
vez más cerca de convertirse en Carlos. Como ha afirmado su madre a
los periodistas, cuando cumplió cinco años, percibí que siempre
que veía a uno de sus amigos quería pelear con ellos. También sus
músculos y su pecho comenzaron a crecer. Se podía ver que iba a ser
un niño: Yo la quiero tal y como es, ya sea niña o niño, da igual.
Fuente:http://www.abc.es/sociedad/20150921/abci-mujeres-hombres-republicadominicana-201509211032.html
Muy interesante ¡Gracias, hermosura!
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