Los
hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet
Según
el Libro
del Génesis,
Cam
era
el hijo más joven de Noé (aunque en algunas versiones es Jafet).
Después del Diluvio, parece que la degeneración moral echó raíces comenzando en la descendencia de Cam. Estuvo envuelto en el incidente que resultó en la maldición de su hijo Canaán. Noé se había embriagado y desnudo en su tienda, Cam vio la “desnudez” de su padre, pero en lugar de mostrar el respeto apropiado, lo contó a sus dos hermanos. Sem y Jafet manifestaron el debido respeto, pues entraron de espaldas con un manto para cubrir a Noé a fin de no deshonrarlo viendo su desnudez. Cuando despertó, Noé no maldijo a Cam, sino a su hijo Canaán. Acto seguido, cuando bendijo a Sem, incluyó también una bendición para Jafet, pero no dijo nada de Cam; tan sólo mencionó que Canaán era maldito y profetizó que llegaría a ser esclavo de Sem y Jafet (Génesis 9: 20-27).
Después del Diluvio, parece que la degeneración moral echó raíces comenzando en la descendencia de Cam. Estuvo envuelto en el incidente que resultó en la maldición de su hijo Canaán. Noé se había embriagado y desnudo en su tienda, Cam vio la “desnudez” de su padre, pero en lugar de mostrar el respeto apropiado, lo contó a sus dos hermanos. Sem y Jafet manifestaron el debido respeto, pues entraron de espaldas con un manto para cubrir a Noé a fin de no deshonrarlo viendo su desnudez. Cuando despertó, Noé no maldijo a Cam, sino a su hijo Canaán. Acto seguido, cuando bendijo a Sem, incluyó también una bendición para Jafet, pero no dijo nada de Cam; tan sólo mencionó que Canaán era maldito y profetizó que llegaría a ser esclavo de Sem y Jafet (Génesis 9: 20-27).
Cam
cometió una transgresión contra las normas morales aceptadas. Puede
ser que Canaán hubiera heredado epigenéticamente de su padre
tendencias morales malsanas que se irían acentuando con el paso de
generaciones, a juzgar por los testimonios históricos acerca de los
depravados cananeos del tiempo de Moisés.
Cam
y su descendencia se alejaron de la región ubicada al noreste de la
Mesopotamia donde habitaban Sem y Jafet junto a su padre Noé.
Por
las evidencias tratadas en otros artículos, parece que la familia de
Cam había llegado a ser políticamente dominante, inició un
movimiento para impedir una mayor dispersión proponiendo la
edificación de un monumento como punto visible de reunión en la
llanura, con lo que se atrajo un juicio que llevó a una dispersión
forzada y rápida de la misma por toda la tierra.
Esta
circunstancia explica que en cada parte del mundo donde Jafet ha
migrado posteriormente ha ido siempre precedido por Cam, lo cual se
aplica a cada continente. En tiempos prehistóricos esto siempre
resulta cierto, con los restos fósiles más antiguos mostrando
rasgos negroides o mongoloides, mientras que los que siguieron no son
así. Es cosa cierta que en tiempos protohistóricos todos los
avances culturales que lograron los pioneros camitas tendieron a ser
absorbidos por los sucesores jafetitas.
La
tierra de Cam abarcaba, en un comienzo, toda la región comprendida
entre Nínive en la Mesopotamia, y el Lago Victoria, en África.
Abarcaba lo que hoy es Siria, Irak, Jordania, Palestina, Israel, el
Sinaí, toda la Península Arábiga y toda el África Ecuatorial y
Tropical norte hasta la Isla de Creta inclusive.
Los
camitos que se asentaron en los márgenes del Río Nilo fueron
recogidos por la historia bajo el común denominador de pueblos
camito-nilóticos. Estos poblaron las costas asiáticas del Mar
Mediterráneo y se expandieron desde allí hacia el sur y suroeste
abarcando los Valles del Río Jordán, toda la región del Sinaí y
gran parte de África hasta el Lago Victoria, desde la más remota
antigüedad.
Por
el testimonio de los antiguos, corroborado en los descubrimientos
actuales, sabemos que en Egipto y Caldea hubo numerosas catacumbas o
criptas, entre las cuales gozaban de mayor fama las de Tebas y
Menfis. Las de Tebas se abrían en el margen occidental del Nilo,
dilatándose hacia el desierto de Libia y se las llamaba “Catacumbas
de la Sierpe”. Allí tenían efecto los Misterios del kúklos
ànágkes (ciclo ineludible o ciclo de necesidad), la inexorable
sentencia de toda alma después de haber sido juzgada, al morir el
cuerpo, en la región del Amenti. Además los hierofantes egipcios y
babilonios se llamaban “hijos de la divina Sierpe” o “hijos del
Dragón”.
Dice
Movers que los sacerdotes asirios tomaban siempre el nombre de su
dios. Los druidas celto-británicos se daban también el nombre de
serpientes y exclamaban: “Soy una serpiente, soy un druida”.
El
Karnak egipcio es gemelo del Karnak celta y este último significa la
montaña de la serpiente.
En
tiempos antiguos abundaron en todo el mundo conocido los templos de
Dragón, símbolo del Sol, idéntico al Elón o Elión fenicio que
Abraham llamó El Elión (Génesis).
Además
de “serpientes” se les dieron a los sacerdotes los nombres de
“constructores” y “arquitectos” porque sus templos y
monumentos eran de tan abrumadora magnificencia que sus desmoronados
restos desafían el cálculo matemático de los arquitectos modernos.
Dice
Bourbourg que los caudillos aztecas que llevaban los nombres de Votán
o de Quetzalcoatl
(la serpiente
emplumada) eran descendientes de Canaán hijo de Cam y se titulaban
“hivimes”, pues decían: “Soy hivim y pertenezco a la excelsa
raza del Dragón. Soy serpiente porque soy hivim”.
Según
los más eruditos comentadores de las Sagradas Escrituras, los
chivimes, hivimes o hevitas descienden de los hijos de Canaán.
Conforme transcurra el tiempo, habrá más pruebas de que algunos indígenas de América central descienden de los fenicios y de los israelitas que profesaron después la heliolatría tan ardorosamente como los mejicanos.
Conforme transcurra el tiempo, habrá más pruebas de que algunos indígenas de América central descienden de los fenicios y de los israelitas que profesaron después la heliolatría tan ardorosamente como los mejicanos.
La
Biblia nos proporciona una prueba de ello en que tres de los hijos de
Jacob (Judá, Leví y Dan) contrajeron matrimonio con mujeres
cananeas, cuya religión aceptaron. Además, el patriarca Jacob en su
lecho de muerte bendice a sus hijos y al llegar a Dan exclama: “sea
Dan serpiente en el camino... que muerde las pezuñas del caballo
para que caiga atrás su jinete.”
Cam
engendró cuatro hijos: Kus, Misraim, Phut y Canaán, quienes dieron
origen a todos los pueblos camíticos del mundo antiguo, entre ellos el Antiguo Egipto llamado también Khem o Khemia, la Tierra de Cam.
En jeroglífico se escribía Ta-Mera que significa: “Tierra de la
Inundación”.
Continuará...
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