Hev,
fue padre de los heveos o jivitas de Gabaón (Kariet-el-Enab y El
Bireh, Israel). Según los más eruditos comentadores de las Sagradas
Escrituras, los chivimes, hivimes o hevitas descienden de los hijos
de Canaán.
En
Génesis 36:2 se llama heveo a Zibeón, el abuelo de una de las
esposas de Esaú. Sin embargo, en los versículos 20 y 24 aparece
como descendiente de Seír el horeo. Puede que la palabra “horeo”
se derive del vocablo hebreo “jor” (agujero), quizás signifique
“morador de cuevas”.
A
la ciudad de Gabaón (lugar de la colina), se la relaciona en la
actualidad con el-Jib, este lugar ha sido escenario de varias
excavaciones arqueológicas. Los excavadores despejaron un túnel de
51 m. perforado en roca sólida. Este túnel se iluminaba
antiguamente con lámparas colocadas en nichos a intervalos regulares
a lo largo de sus muros. Con sus 93 peldaños esculpidos en la roca,
el túnel conducía desde el mismo Gabaón hasta una caverna
artificial que servía de depósito y que estaba alimentada por un
manantial a unos 25 m. debajo del muro de la ciudad. Esto garantizaba
a los gabaonitas un suministro de agua seguro, incluso en tiempos de
sitio. Los excavadores también descubrieron un pozo o estanque
redondo perforado en la roca, con un diámetro de más de 11,3 m. Se
podía descender al pozo por medio de una escalera cortada en la
pared siguiendo la circunferencia interior del muro, con peldaños de
1,5 m. de ancho. En el fondo, a una profundidad de 10,8 m., los
peldaños continuaban otros 13,6 m. a través de un túnel hasta una
cámara donde había agua. No se sabe con certeza si se puede
identificar este pozo o estanque con el “estanque de Gabaón”
mencionado en la Biblia. (2Sa 2:13).
La
Biblia registra que Josué destruyó por completo las ciudades de
aquellas naciones. (Jos 10,11). Los heveos que residían al pie del
monte Hermón, en la tierra de Mizpá, formaron parte de las tribus
que se unieron a los reyes cananeos para luchar contra Josué ante el
llamamiento de Jabín, rey de Hazor. (Jos 11:1-3).
Los
heveos están incluidos entre los que sufrieron derrota al luchar
contra Israel (Jos 9:1,2;12:7,8;24:11). Sin embargo, se perdonó a un
grupo de la nación hevea. (Jos 9:3,7) Este grupo, los gabaonitas,
procedía de Gabaón y otras tres ciudades heveas, Kefirá, Beerot y
Quiryat-jearim. En Samuel
21:2 se les llama “amorreos”.
Solo ellos temieron a Jehová y reconocieron que Él luchaba por
Israel. Por medio de una estratagema se las arreglaron para hacer un
pacto con los líderes de los israelitas, de modo que no se les dio
muerte, sino que se les asignó a desempeñar trabajos serviles a
favor de Israel. (Jos 9:1-15,24-27). Este fue un aspecto del
cumplimiento de la maldición que Noé pronunció contra Canaán.
Aunque los gabaonitas y los que con ellos estaban no fueron
destruidos, llegaron a ser esclavos de los semitas. (Gé 9:25-27).
Salomón
se valió de los cananeos, entre quienes se contaban los heveos, para
hacer trabajos forzados bajo la dirección de superintendentes
israelitas en las obras de edificación que llevó a cabo por todo el
país. Este rasgo cumplió todavía la maldición profética de Noé
sobre Canaán. (2Cr 8:7-101Re 9:20-23)
Después
de la muerte de Josué, los israelitas no cumplieron con el mandato
divino de expulsar a todas las naciones cananeas, e incluso se
casaron con sus habitantes. Por ello el registro bíblico dice:
“Ahora bien, estas son las naciones que Jehová dejó que se
quedaran para probar a Israel... Los cinco señores del eje de los
filisteos, y todos los cananeos, hasta los sidonios y los heveos que
habitaban en el monte Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta
llegar al punto de entrada de Hamat... y los israelitas se pusieron a
servir a sus dioses”. (Jue 3:1-6)
Este
pasaje sitúa a los heveos en las montañas de la cordillera del
Líbano hasta la parte más septentrional de la Tierra Prometida. (Nú
34:8; Jos 11:1,3). Cuando Joab y sus hombres hicieron un censo por
orden del rey David, “llegaron al fuerte de Tiro y a todas las
ciudades de los heveos”. (2Sa 24:7). Tiro debía lindar con el
extremo meridional del territorio heveo.
Fuentes:http://wol.jw.org/es
No hay comentarios:
Publicar un comentario