El ónfalo es un antiguo betilo o artefacto pétreo de uso religioso originario del oráculo de Delfos.
Según la mitología, sería la piedra dejada por Zeus en el centro del mundo. La leyenda cuenta que Zeus hizo volar dos águilas desde dos puntos opuestos del Universo, las águilas llegaron a encontrarse en Delfos, en el lugar donde está la piedra cónica llamada ónfalo.
La piedra, en forma de medio huevo, fue encontrada durante las excavaciones cerca del templo de Apolo. Estas piedras que representaban el ombligo del mundo simbolizaban el centro o lugar a partir del cual se había iniciado la creación del mundo. Al colocarlas en un determinado espacio, se le sacralizaba y convertía en centro religioso. En el caso del ónfalo de Delfos, ese santuario se convirtió en el centro religioso de toda Grecia.
Las últimas excavaciones arqueológicas, han permitido determinar que el culto a Apolo en el lugar, surgió como muy tarde en el siglo VIII a.C. (la dedicación a una deidad femenina había sido muy anterior).
Desde aquella época, el recinto estuvo controlado por un colegio sacerdotal, con la Pitia al frente, donde acudían peregrinos de toda Grecia con la intención de recibir los vaticinios de la sacerdotisa de Apolo. Con el paso de los años, el santuario fue aumentando su importancia e influencia, hasta convertirse entre los siglos VI y IV a.C. en el auténtico centro del mundo para los antiguos griegos, tal y como reflejaba el mito protagonizado por Zeus y Atenea.
Este apogeo se produjo tras la Primera Guerra Sagrada, cuando la Anfictionía –una liga de varias ciudades griegas– se hizo con el control del santuario. Esta importancia del enclave, que se convirtió en todo un símbolo cultural para los griegos, no se debió únicamente a motivos religiosos, sino también políticos y estratégicos.
Junto a los miles de peregrinos que acudían de forma privada para consultar al oráculo, llegaban a menudo delegaciones enviadas desde las ciudades-estado. Estas embajadas sagradas, llamadas theoríai, buscaban un vaticinio que les permitiera tomar importantes decisiones de índole política, que en la mayoría de las ocasiones tuvieron una gran trascendencia histórica. Así, tras un vaticinio del oráculo, se llegó a modificar la Constitución Ateniense, se estableció la Ley básica de Esparta o se llevaron a cabo fundaciones de colonias como Sicilia. En otros casos, las consultas eran de carácter estratégico y militar, hasta el punto de que no se iniciaba una guerra sin antes consultar el oráculo de Delfos.
La Primera Guerra Sagrada, que tuvo como consecuencia el apogeo de Delfos, se declaró con la excusa de un vaticinio. La conquista de Salamina en el siglo VI a.C., fue también inspirada por el santuario, así como las Guerras Médicas o la Guerra del Peloponeso, eran influidos en todos los bandos, por las revelaciones de la Pitia en sus trances extáticos desde el santuario de Apolo. Esta circunstancia tuvo un resultado catastrófico, pues los oráculos emitidos por la Pitonisa eran célebres por su ambigüedad, lo que llevó a tomar decisiones equivocadas. En este sentido, es famoso el caso de Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, quien perdió la vida tras interpretar erróneamente un oráculo originado en Delfos.
La consulta de los fieles al oráculo no era un acto sencillo, sino que suponía un complejo proceso ritual de carácter iniciático. De este modo, para conseguir la ansiada respuesta a sus preguntas, los fieles debían seguir una serie de pasos claramente establecidos que, de no realizarse correctamente, impedían llevar a cabo la consulta con éxito.
Normalmente, el proceso se iniciaba con el propio viaje, que la mayoría de los fieles realizaban a través de la llamada Vía Pítica, y que recorría distintas etapas que pasaban por Beocia y Fócide. En definitiva, se trataba de un auténtico camino de peregrinación que podría compararse, salvando las distancias, al que recorren hoy en día los peregrinos que se dirigen a Compostela.
Durante el ritual de adivinación, se enroscaba una Serpiente Pitón en la piedra cónica, la serpiente estaba relacionada con la Pitia. A través de la Pitón, la pitonisa daba la respuesta del oráculo.
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario