El
nombre de América viene de “Amaruka” que significa Tierra de la
Serpiente de sabiduría. La
tierra de la serpiente emplumada no tiene nada que ver con Américo
Vespucio. Amaruka proviene de un antiguo Dios Inca asociado con la
serpiente.
Amaru
(Serpiente) de gran importancia en la cosmología andina, ha estado
presente desde muy antiguo en su iconografía. Su simbolismo es
amplio: agua, rayo, fuerza, continuidad, vía láctea, totalidad.
La
mascaypacha o corona real de los incas no es otra cosa que la
representación de amaru. Símbolo de la realeza cuzqueña, el Inca
Garcilaso lo incluyó en el escudo que diseñara para sí mismo,
colocando a la izquierda los símbolos de su ascendencia española, y
a la derecha los de su familia materna: inti, quilla, la mascaypacha
y amaru.
Amaru (en quechua) es la serpiente o culebra de gran tamaño. En aimara, con igual significado, Katari es el nombre de una deidad representada como una Serpiente alada, con ojos cristalinos, hocico rojizo, cabeza de llama, y una cola de pez.
Amaru (en quechua) es la serpiente o culebra de gran tamaño. En aimara, con igual significado, Katari es el nombre de una deidad representada como una Serpiente alada, con ojos cristalinos, hocico rojizo, cabeza de llama, y una cola de pez.
En la época incaica era tótem de la sabiduría, motivo por el cual en las Casas del Saber (Yachay Wasikuna) se colocaba la imagen de dicho ser.
Amaru
simboliza el agua que corre por los canales de irrigación, ríos y
vertientes y que hacen posible que las semillas del cultivo se
transformen en hortalizas. Además se dice que todo aquello que
compone la vida está escrito en las escamas del Amaru.
Es
una deidad que se relaciona con la vitalidad del fuego que permite la
existencia del pueblo aimara. Su fiesta, se realiza en el mes de
agosto cuando se produce la limpieza de los canales de irrigación,
siendo el cabeza de familia quien oficia de celebrante. Los cultos de
Amaru, Mallku y Pachamama son las formas más antiguas de celebración
que los aimaras aún realizan en la actualidad.
La
noción de Amaru o de Katari asociado a las aguas ha tenido
mutaciones y en cuanto a "serpiente voladora" (es similar a
las deidades mesoamericanas Kukulkan o Quetzalcoatl) también
simboliza a las exhalaciones o rayos que caen del cielo (considerados
muchas veces como fertilizadores de la tierra), de hecho el nombre
quechua Túpac Amaru significa "encuentro de serpientes" o
"lucha de serpientes".
Los Amarus de Junín o Amaru Aranway son dos seres hermanos mitológicos que forman parte de un relato dentro del folclore del Departamento de Junín en Perú.
En
Tiwanaku (principal centro de culto y cultural aimara), en un
qalawawa o monolito de piedra también se puede observar la figura de
Amaru además de la de Mallku.
En
Cusco, dentro de la cosmovisión andina, el Amaru representa el
comunicador del cielo y la tierra, primero como "Illapa"
Rayo que va a la tierra, luego como serpiente, agua, etc., del Hanan
Pacha (Mundo Celestial) pasa por el Kay Pacha (Mundo actual) al Ukhu
Pacha (Mundo Interno o madre Tierra). Siendo una deidad como lo
tenían los Chinos, Mayas-Aztecas, su representación es como la
serpiente alada, pasando de un mundo a otro como gran comunicadora de
los dioses incas.
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