En la mitología de Anatolia, Shahmeran es una diosa de la sabiduría y la guardiana de los secretos. Una figura antropomorfa con cabeza de mujer y cuerpo de serpiente. Su historia puede trazarse desde Oriente Medio a la India con diferentes ficciones, una variación se encuentra en el cuento de Las Mil y una Noches con la historia de Jemlia, el sultán del mundo subterráneo.
La representación de Shahmeran es la de un personaje que trata y cura a los enfermos. Shahmeran que posee el secreto de la vida larga y eterna ha sido aceptada como auspiciosa, debido a su compasión, sacrificio y bondad absoluta como se menciona en su leyenda. Por eso su imagen se cuelga en la pared del dormitorio de las niñas y chicas jóvenes, especialmente en la zona oriental y sudoriental de Anatolia.
Asimismo, en la región del mar Egeo, es muy común entre las novias usar un pañuelo, para cubrir la cabeza, bordado con Shahmeran. El uso del "Shahmeran", collar de plata con cuentas en forma de serpiente, también es bastante común entre las novias de Anatolia. Aparte de los pañuelos que generalmente cubren el cabello utilizan bordados de Shahmeran en la tela de los fardos de novia y de cortinas.
LA LEYENDA DE SHAHMERAN
Camsap cae en un pozo y llega accidentalmente a una cueva subterránea dirigido por un escorpión, y ahí encuentra a Shahmeran, Reina de las Serpientes. Shahmeran carece totalmente de defensa ante las ambiciones y codicia de los humanos, a pesar de saber todo tipo de secretos, y tiene que esconderse. Cuando Camsap quiere volver a la tierra, al principio ella se niega, pero luego le libera bajo una condición: que no mencionará a nadie de su existencia. Pero Camsap no cumple con su promesa, y menciona la ubicación de la cueva al diabólico visir de un sultán persa, que tiene una enfermedad mortal. Según cuenta la leyenda, el tratamiento sólo es posible si el sultán come carne de Shahmeran. Shahmeran le dice a Camsap que cuando hierva su carne debe dejar al visir que beba el primer caldo, mientras que el sultán debe tomar el segundo. Camsap debe ser paciente y esperar a tomar el tercero.
El visir impaciente y ambicioso bebe el primer caldo y es envenenado. El sultán bebe el segundo y se cura completamente. Camsap bebe el resto convirtiéndose en un visir sabio y sofisticado. Dr. Nese Yildiran (Encyclopedia Mythica)
OTRA VERSIÓN DE LA LEYENDA
Al comienzo de la historia, un leñador llamado Djansah, desciende a un pozo para recoger miel de una colmena y descubre la entrada al mundo subterráneo habitado por Shahmeran, Reina de las Serpientes. Las serpientes le aprehenden y se lo llevan a su reina. Djansab le cuenta su vida y Shahmeran, a su vez, confiando en el joven le revela todos sus secretos. Al no querer que el leñador revele estos secretos al mundo exterior, Shahmeran decide mantener al joven en su guarida. Pasan los años, durante los cuales Djansab trata de sobrevivir como puede en ese lugar. Al no poder resistir más sus ruegos, Shahmeran toma un día la decisión de liberarle. Ella le aconseja que no divulgue los secretos que ha aprendido bajo tierra, y sobre todo de no ir al hamam/baño, donde su piel cambiaría instantáneamente en escamas de serpiente, revelando de esta manera que es el hombre que ha visto a Shahmeran.
Por lo tanto Djansab volvió al mundo de los hombres y no habló con nadie sobre lo que había experimentado. Pero el sultán de su país cayó enfermo y el único remedio capaz de curarle era el cuerpo de Shahmeran. Los soldados comenzaron a buscar por todo el país una persona que hubiera estado en contacto con la Reina de las Serpientes. Sabiendo que la piel de ese hombre se convertiría en piel de serpiente al contacto con el agua, obligaron a todos los habitantes a ir de uno en uno al hamam. Djansab logró escapar de los hombres del sultán, hasta que finalmente un día fue capturado y llevado a la fuerza al baño. El acto de lavarse inmediatamente reveló su secreto cuando su cuerpo se cubrió de escamas. Bajo tortura, se vio obligado a revelar dónde vivía Shahmeran. Por consiguiente la reina fue capturada, matada en el baño/hamam Shahmeran y cortada en tres pedazos que llevaron al sultán. El sultán se curó y recompensó a Djansab nombrándole visir.
Según la leyenda, las serpientes no son aún conscientes de la traición involuntaria de Djansah, y atacarán a todos los hombres el día que se enteren.
Fuente: Ministerio de Cultura y Turismo (Texto de Serap Şahin)
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