El
universo apareció por primera vez cuando Nammu,
un abismo
sin
forma, se abrió a sí mismo y en un acto de auto-procreación dio
nacimiento a An
(Anu)
(dios del cielo),
y a Ki
(diosa
de la Tierra), referida comúnmente como Ninhursag.
La
unión de Anu
(An)
y Ki produjo a Enlil,
el señor del viento, quien eventualmente se convirtió en el líder
de los dioses. Después, Enlil fue desterrado de Dilmun
(el
hogar de los dioses) debido a la violación de Ninlil,
de la que tuvo un hijo, Sin
(dios
de la Luna),
también conocido como Nannar.
Sin
y Ningal
dieron
a luz a Inanna (diosa del amor y de la guerra) y a Utu o Šamaš (dios
del Sol). Durante el destierro, Enlil engendró tres deidades del
inframundo junto con Ninlil, el más notable de ellos fue Nergal.
Nammu
también dio a luz a Enki
o
Abzu, dios del abismo acuático. Enki también controló el Me, los
decretos sagrados que gobernaron las cosas básicas tales como la
física y las cosas complejas tales como el orden y leyes sociales.
Esto se considera el origen del mundo sumerio.
Dentro
de la mitología mesopotámica puede hacerse una división entre las
divinidades sumerias y las semitas. Primero existieron los dioses
sumerios que más tarde fueron adaptados por los acadios, babilonios,
asirios, arameos y caldeos (todos ellos pueblos
semitas).
La
tríada sumeria la formaban An, Enlil y Enki, que eran dioses y la
tríada
semita
estaba
compuesta por los dioses Sin, Ištar y Šamaš, los equivalentes a la
Luna, Venus y el Sol. Existían además otros dioses menos
tradicionales que representaban la fertilidad y la diosa
madre.
En el lenguaje sumerio, "Nin" significa ‘señora’ y "En" significa ‘señor’. Por otra parte, ki es ‘tierra’ y lil es ‘aire’. De ahí resulta sencillo saber quién era el señor de la tierra (o dios de la tierra Enki), el señor del aire (o dios del aire Enlil), la señora del aire (o diosa del aire Ninlil), etc.
En el lenguaje sumerio, "Nin" significa ‘señora’ y "En" significa ‘señor’. Por otra parte, ki es ‘tierra’ y lil es ‘aire’. De ahí resulta sencillo saber quién era el señor de la tierra (o dios de la tierra Enki), el señor del aire (o dios del aire Enlil), la señora del aire (o diosa del aire Ninlil), etc.
A
la cabeza de esta familia de Dioses del Cielo y de la Tierra estaba
AN (o Anu en los textos babilonios/asirios). Él era el Gran Padre de
los Dioses, el Rey de los Dioses. Su reino era la inmensidad de los
cielos, y su símbolo era una estrella. En
la escritura pictográfica Sumeria, el signo de una estrella tenía
también el significado de An.
El Dios Anu, está asociado con el templo E-anna de la ciudad de Uruk (la Erech bíblica) en el sur de Babilonia, y hay buenas razones para creer que este lugar sería la sede original del culto a Anu. Si esto fuese correcto, entonces la diosa Inanna (en acadio, Ishtar) de Uruk puede, en algún momento, haber sido su consorte. Su templo de Uruk se llamaba E-an-na (casa del cielo).
«En
el cielo está Anu sobre su trono, revestido de todos los atributos
de la soberanía: el cetro, la diadema, el tocado, el báculo».
Las
estrellas constituían su ejército. Simbólicamente, el rey recibía
su poder directamente de Anu, por eso le invocaban solo los soberanos
y no el resto de los mortales.
El
equivalente semítico occidental de Anu sería el dios Ël, y también
parece tener equivalencia con el dios Dagón de los filisteos y
fenicios.
Se
supone que en un principio (antes del 2500 a.C.) era el dios más
importante del panteón sumerio, y de la "Tríada Sumeria"
de dioses principales, pero luego en tiempos acadios y babilonios,
fue perdiendo relevancia y fue sustituido por Enlil o Enki en este
papel, y luego por los distintos dioses regionales (Marduk, Assur,
etc). Pese a esto, siempre tuvo un papel preponderante en todos los
panteones como demiurgo o dios original del Universo, aunque sus
características concretas nunca estuvieron muy definidas.
Astronómicamente
estaba asociado con el Camino de An (o Sendero de An), región de la
bóveda celeste coincidente con el Ecuador. Posteriormente se
definiría dicha región como el espacio entre los dos trópicos.
Tenía
asociado el número 60, cifra sagrada para los sumerios. Su ideograma
en caracteres cuneiformes también servía para describir la palabra
«dios». Se le representaba mediante una estrella o, más
frecuentemente, a partir de la época de los casitas mediante la
corona de siete cuernos propia de los grandes dioses.
En
mitología celta existe una diosa de nombre Anu. Se trata de la forma
de doncella de la diosa Dana o Danu, siendo Danu la forma de madre y
Badb la forma de anciana. Anu es diosa de la fertilidad, la
abundancia y la prosperidad. Uno de sus símbolos es la Luna
creciente.
Fuente: wikipedia
¡¡¡UN MILLÓN DE GRACIAS POR LA INFORMACIÓN, GUAPÍSIMA!!!
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