El
proyecto de
desacelerador
supersónico de baja densidad (LDSD),
con
el que la NASA pretende conseguir aterrizajes más seguros en otros
planetas, tendrá su prueba de vuelo hasta cerca del espacio en
Junio.
El diseño consiste en un vehículo de prueba en forma de platillo propulsado por cohetes, que será lanzado en el espacio cercano a la base de misiles de la Marina de Estados Unidos en Kauai, Hawai.
El diseño consiste en un vehículo de prueba en forma de platillo propulsado por cohetes, que será lanzado en el espacio cercano a la base de misiles de la Marina de Estados Unidos en Kauai, Hawai.
La misión LDSD pondrá a prueba tecnologías innovadoras que permitan aterrizar grandes cargas de forma segura en la superficie de Marte, u otros cuerpos planetarios con atmósfera, incluyendo la Tierra.
Las tecnologías no sólo permitirá el aterrizaje de cargas útiles más grandes en Marte, sino también permitir el acceso a mucha más superficie del planeta rojo, permitiendo aterrizajes en los sitios de mayor altitud.
Actualmente
se utiliza una tecnología de desaceleración de alta velocidad de
entrada a la atmósfera basado en el programa Viking de la NASA, que
fue capaz de colocar dos módulos de aterrizaje en 1976. En 2012 se
usó para el Curiosity.
Tres
dispositivos están en desarrollo. Dos de ellos son desaceleradores
aerodinámicos inflables y otro un paracaídas de 30,5 metros de
diámetro. Juntos, estos dispositivos de arrastre a velocidades
supersónicas mejorarán las posibilidades de aterrizaje,
posibilitarán una mayor carga y además tendrán una gran precisión
a la hora de aterrizar desviándose como mucho 3 kilómetros. Las
pruebas se llevarán a cabo hasta el año 2015, con un potencial
lanzamiento a Marte ya en 2020.
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