Los análisis de sangre en el sudario de Oviedo dan como resultado el grupo AB, el mismo tipo que en la Sábana Santa de Turín, poco común en Europa y muy abundante en Oriente próximo.
Los primeros cristianos debieron conservar en Jerusalén una serie de objetos directamente relacionados con Jesús. Según la tradición, estas reliquias se conservaban en lo que se llamó el Arca Santa.
Hacia el año 614, ante la inminente invasión de los persas en Palestina, se hizo necesario poner a salvo el arca con las reliquias. Según los datos de la tradición, el presbítero Filipo fue el encargado de llevar las reliquias hasta Alejandría.
El empuje de los persas en África dio lugar a nuevos traslados, de modo que el arca con las reliquias llegó a España. El obispo de Ecija, San Fulgencio, acogió a los huidos, que llegaron a la península por Cartagena, y puso las reliquias en manos de San Leandro, obispo de Sevilla, que era al mismo tiempo su superior y su hermano. Más tarde, cuando San Ildefonso fue nombrado obispo de Toledo, se llevó consigo el arca con las reliquias.
El Diccionario Eclesiástico de España señala la presencia de la misma en los primeros años del siglo VII.
En la primera mitad del s. VIII, una nueva arca -de roble- sale de Toledo en dirección al norte, esta vez coincidiendo prácticamente su traslado con la invasión musulmana y llegando a Asturias -según diversos autores- entre el 812 y el 842.
Para albergar tal tesoro, Alfonso II el Casto mandó construir la llamada "Cámara Santa", que inicialmente sería la capilla de su palacio, y que hoy se halla incorporada a la Catedral Gótica que se edificó posteriormente. Desde ese momento la denominada "Arca Santa" y su contenido han recibido la veneración constante de los asturianos, a pesar de las diversas vicisitudes históricas.
Que el Sudario está en Oviedo desde muy antiguo es algo que no se discute. En 1075, con ocasión de la visita del Rey Alfonso VI, se procedió a la apertura del Arca y la realización de un inventario de los distintos objetos guardados en ella. El monarca ordenó que se la recubriera de plata como homenaje a su precioso contenido. En el recubrimiento del Arca Santa podemos leer la fecha de su realización (el año 1.113) y la relación del contenido que atesoraba. Se menciona expresamente "el Santo Sudario de N. S. J. C.". Desde ese momento son constantes las referencias documentales al Sudario, puesto que se hicieron diversos inventarios.
No hay circunstancia alguna que permita dudar de la permanencia ininterrumpida de la reliquia en Asturias. Su fama llegó a ser tal durante la Edad Media que, a pesar de la dificultad que suponía atravesar el macizo montañoso que separa Asturias de Castilla, muchos peregrinos se desviaban del Camino francés a Compostela para acercarse a San Salvador de Oviedo (la Catedral) y venerar el "Arca Santa" de las reliquias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario