30/7/19

Cultura Nagada (I)


Nagada o Naqada, es el nombre que recibe una cultura de la época predinástica del Antiguo Egipto, que data del 4.000 al 3.000 a.C. El nombre fue dado por Werner Kaiser y proviene de Nagada, una población que se llamaba en egipcio antiguo Nubt (Dorada) situada en la ribera del Nilo, a 25 km. al norte de Tebas.
Las primeras excavaciones encontraron evidencias de una cultura que eclosionó hacia el 3.800 a.C. y que tuvo una continuidad cultural durante prácticamente un milenio, llegando hasta Nubia (Hemamein).
Se divide en tres fases:
    Naqada I (Amratiense), 4.000 – 3.500 a.C.
    Naqada II (Gerzeense), 3.500 – 3.200 a.C.
    Naqada III (Semaniense), 3.200 – 3.000 a.C.
Nagada I, fue la cultura del periodo predinástico de Egipto, que se extendió de Matmar en el norte, hasta Uadi Kubbaniya al sur, teniendo su núcleo en el meandro de Qena.

Hacia el 4.000 a.C. la cultura Badariense, se desarrolló por un tiempo en paralelo dando paso a la cultura Amratiense, después llamada Nagada I. El cambio se caracteriza por la estratificación social, artesanía mejorada y nuevas formas artísticas, y su expansión más al sur. Las tumbas se hicieron más grandes junto con otras pequeñas y sencillas; los asentamientos se hicieron permanentes.
Por sus características se divide en los estadios de Naqada Ia, Naqada Ib, Naqada Ic, y hasta Naqada Id, que algunos sitúan en realidad dentro del período Naqada IIa. Durante los periodos Ia, Ib, y Ic se incrementa progresivamente la estratificación social, pero desde Ic se detiene.

La formación de entidades políticas comenzó en Nagada I. Nagada y otras ciudades evolucionaron hacia poderes locales que fueron los primeros organizados de Egipto. Quizás la necesidad de colaboración en la explotación agrícola y la importación de materiales, hizo necesaria la aparición de líderes. Se estima que acaeció una evolución similar, por la misma época, en la cultura Maadi-Buto, en la zona del delta del Nilo.
Se han detectado importaciones de Siria, Canaán, Nubia y Mesopotamia; aparece incluso lapislázuli de Afganistán.

Las tumbas se conformaron como agujeros ovalados, con el difunto enterrado en posición contraída, la cabeza orientada al oeste (tal vez ya se creyese que donde el sol se ponía, se encontraba el reino de los muertos), y el cuerpo apoyado sobre su costado izquierdo. Bajo el cuerpo, a menudo, se extendía una estera, y bajo la cabeza un fragmento de tela o piel. Este tipo de prácticas funerarias, constatadas en otras necrópolis amratienses, nos indican una posible creencia en la resurrección asociada con el culto solar. Personas y animales aparecen enterrados juntos en Mahasna, Abadiya, Al-Amra, Gebelein e Hieracómpolis; en Al-Amra, algunas tumbas están acompañadas de cornamentas. En las necrópolis se aprecia una diferencia social en los enterramientos. Se han encontrado muchos tipos de cementerios

Entre las aldeas excavadas está la de Hemmamiya, que es típica, con nueve estructuras circulares hundidas parcialmente bajo tierra, con restos de haber sido un hogar y otras zonas de almacén.
Hieracómpolis (Nejen) aparece también en el periodo de Naqada I, pero fue más importante en los periodos siguientes, y se estima que estaba bien situada para el comercio con Nubia y próxima al desierto oriental.
Abidos, que será importante en el período Naqada III y posteriormente por el culto al dios Osiris, conserva un cementerio del periodo Naqada I con signos de estratificación social. La tumba U-502, del final del período, es de un niño prematuro, con mucha cerámica, ocho figuras femeninas y tres masculinas, que se atribuyen al establecimiento del sistema hereditario.
Continuará...


No hay comentarios:

Publicar un comentario