El V.I.H. Virus de Inmunodeficiencia Humana, fue descubierto en la sangre en 1.959, algunos habitantes de Leopoldville, por entonces la capital del Congo Belga en Africa Central, ya estaban infectados antes de esa fecha.
Todo comenzó en el laboratorio de un gran Hospital construído por la comunidad científica y el ejército de los Estados Unidos en el corazón de la selva africana del Congo, allí trabajaba un equipo de científicos dirigido por el Dr. Hilary Koprowski de nacionalidad Polaca, este ambicioso joven emigró a los Estados Unidos y muy pronto destacó entre la comunidad científica, logró ponerse al frente del ambicioso proyecto americano y con su equipo iniciaron sus investigaciones y experimentos con los animales y los habitantes de la zona, los congoleños. El ambicioso Koprowski tenía el mejor laboratorio del mundo y empezó a experimentar con las especies animales especialmente con simios. La primera vacuna que logró la llamaban Xat y de su composición se sacó la vacuna de la Polio (poliomelitis o parálisis infantil), esta vacuna fue distribuída por todo el mundo, se administraba por vía oral a todos los niños en los colegios, en una galletita o en un terrón de azúcar, esta vacunación tuvo un gran éxito mundial y Koprowski se hizo multimillonario, millones de niños fueron vacunados.
Los experimentos de laboratorio eran secreto de estado y solo tenían acceso los médicos miembros del equipo, no obstante, no se pudo ocultar la composición de las vacunas, entre sus componentes, se encontraron tejidos de riñones de macacos SV40 infectados con el VSI, Virus de Inmunodeficiencia Simio.
Otro científico, el Dr. Albert Serbin (Ruso) hizo la misma vacuna en 1.959 para Europa y Rusia, el Dr. Serbin detectó que de algunos envases procedentes del Congo, las vacunas estaban infectadas con un virus desconocido, pero los laboratorios no tuvieron en cuenta sus advertencias. En 1.960 el biólogo Bill Hamilton viajó a Africa para recoger muestras de las heces de los chimpacés, pero nunca regresó pues al parecer murió de Malaria y el tema quedó silenciado. Pero hubo un periodista Eduard Hooper que al no ser científico pudo investigar por su cuenta y escribió el libro The River donde recopilaba las pruebas y testimonios que confirmaban que el VIH salió del laboratorio del Congo en las vacunas. Después de publicar su libro Eduard Hooper fue denunciado por la comunidad científica, y a pesar de la evidencia que presentaban las pruebas y los testigos, no se hizo justicia, Hooper fue condenado, su libro fue censurado y él desapareció de manera misteriosa. Incluso se hicieron pruebas en simios y al inyectarles el VIH, se comprobó que tienen defensas ante la enfermedad y su sistema inmunológico no enferma, aunque sean portadores. La comunidad científica ocultó todas las pruebas y consiguió silenciar a los medios de comunicación y a la opinión pública.
Fue a partir de los años 80 cuando decidieron dar a conocer la epidemia, durante 20 años mantuvieron el experimento en secreto, a sabiendas de que el virus podía extenderse entre la población, cualquier científico conoce la forma de contagio de los virus, se transmiten por la vía sanguínea, la vía sexual o de madre a hijo. La comunidad científica estaba informada del proceso del VIH, sabían que miles de personas eran portadores y que además de transmitirlo podían contraer la enfermedad del SIDA, además conocían a ciencia cierta las áreas geográficas de riesgo, se trataba de un experimento a gran escala.
Después de 50 años, nadie duda que el VIH es un virus de diseño, patrocinado y financiado por los Estados Unidos de América en los albores de la Guerra Bacteriológicala Humanidad y así debería ser tratado por los Tribunales Internacionales de Justicia.
Información complementaria http://www.ctv.es/USERS/fpardo/
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