24/6/11

Radiaciones Electromagnéticas

Unos 500 colectivos sociales han suscrito un manifiesto contra la contaminación electromagnética, donde urgen a los partidos políticos a tomar medidas para proteger la salud de los ciudadanos frente a las radiaciones electromagnéticas. Con motivo del Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética, el citado documento se ha enviado a los secretarios generales de las distintas formaciones políticas.
En el manifiesto, los firmantes recuerdan que en el pasado mes de mayo, la Organización Mundial de la Salud clasificó los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como "posible cancerígeno en humanos", basándose en un mayor riesgo de glioma -un cáncer del cerebro- asociado con el uso de teléfonos móviles.
En esta misma clasificación de riesgo ya fueron incluidos en 2002 los campos magnéticos de baja frecuencia, es decir, los producidos por torres de alta tensión, transformadores urbanos e instalaciones eléctricas, entre otros. Las organizaciones firmantes exigen a los legisladores y a todas las administraciones que apliquen correctamente el principio de precaución y modifiquen los límites de exposición actualmente contemplados por la ley.
El texto reclama, además, que las compañías eléctricas y de telecomunicaciones adopten medidas en el menor plazo de tiempo posible para resolver "toda situación que pueda provocar daño a la salud de las personas". Entre otras cosas, impidiendo que haya torres de alta tensión o transformadores cerca de las viviendas, alejando las antenas de telefonía del interior de las poblaciones y eliminando los sistemas Wi-Fi de las escuelas, centros comerciales, hoteles, parques y otros lugares de esparcimiento público.
Por otro lado, niega que haya un debate científico real sobre el potencial riesgo de las radiaciones electromagnéticas y califica de "inadmisible" que cuando los ciudadanos deciden defender sus derechos, el sistema les exija que sean ellos quienes demuestren los efectos nocivos de las tecnologías que les rodean.
Según las leyes y el principio de precaución, es "la industria la que debe demostrar que los productos y tecnologías que introduce en el mercado son seguros para la población. Es necesario evitar que vuelva a suceder lo que pasó con el amianto, el tabaco, el plomo, el benceno, el DDT y tantos otros productos tóxicos que se comercializaron irresponsablemente".
Entre los firmantes figuran la Plataforma Estatal contra la Contaminación Electromagnética, la Asociación de Enfermos de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Asturias, la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos, Ecologistas en Acción, el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO y la Asociación Mundial para la Investigación del Cáncer (WACR, en sus siglas en inglés).

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