Las mentiras históricas del nacionalismo catalán al servicio del
independentismo.
Hernán Cortés era
catalán y se llamaba Ferran Cortès. Colón también era catalán,
según otro artículo en el que se desvelaba la catalanidad de
Cristòfor Colomb, así como la obra
realizada por Cataluña en la conquista de América.
Las sesiones de
la Primera Universitat Nova Història, celebradas a principios del pasado
mes de agosto, sirvieron para agrupar por áreas temáticas la enorme ristra de tonterías pseudohistóricas, y de sandeces en busca de una épica catalana en forma de
teorías supuestamente científicas que pretenden revolucionar los estudios
historiográficos que en el fondo, sólo persiguen engordar artificialmente
la historia de una imaginaria Cataluña usurpándosela a toda España.
La recua de
presuntos investigadores sufragados —igual que las jornadas y que la entidad
que las promovió, el Institut Nova Història— con dinero público, ha
engendrado tal cúmulo de despropósitos que iremos desgranando algunos de las
más conspicuos, puesto que estrafalarios lo son todos.
Algunas de las
imbecilidades más vistosas ya se han comentado en los últimos días: la
catalanidad de Miguel de Cervantes (en realidad, Miquel Servent,
hijo, a su vez, de Miguel Servet), la redacción original de El
Quijote en catalán y el descubrimiento y conquista de América
por los catalanes.
En el apartado
'americano' descuella el trabajo de Enric Guillot –el historiador que
afirma que la conquista de América se usurpó a Cataluña en beneficio de
Castilla– sobre la catalanidad del
conquistador extremeño Hernán Cortés (Medellín, Badajoz, 1485).
La base
documental y científica de que parte Guillot para negar el origen extremeño de
Cortés y hacerle catalán con el nombre de Ferran Cortès, son algunas imágenes,
pinturas del ilustre personaje en las que se ven banderas y enseñas que el
autor vincula directamente con la señera catalana, aunque propiamente es
la de la Corona
de Aragón.
Al aparecer en
uno de los cuadros de Cortés (ver ilustración más arriba) un escudo de armas al
fondo -tuvo tres escudos en su vida- con las cuatro barras rojas y
gualdas, Guillot no tiene duda alguna de la catalanidad del personaje. En
realidad, la explicación es sencilla. En la segunda modificación de su escudo,
Cortés habría añadido símbolos de su familia, con las armas de la rama de su
padre, un ilustre linaje extremeño, los Monroy-Rodríguez de las Varillas, que
incorpora las cuatro barras de Aragón.
La posible
existencia de algún antepasado aragonés o catalán de Hernán Cortés no puede
desmentir nunca su origen extremeño. Eso, evidentemente, lo sabe también Guillot.
Pero el meollo
del asunto, se desvela en las notas con que se remata el artículo, donde se
aclara por completo la finalidad perseguida: “La iconografía con el actual
formato de la bandera española ya se utilizaba en los siglos anteriores
(XII-XVIII), antes de su oficialización por Carlos III para la Marina , para representar
las posesiones catalanas y de la
Corona aragonesa. Nosotros mantenemos que el uso de los
colores rojo y gualda de la bandera española fue el último intento de
apropiación iconográfica de los colores de la Corona catalano-aragonesa..... Así pues, este
hecho supondría el último, para la consumación definitiva de la apropiación de
nuestra historia por parte de los castellanos”.
En otras
palabras: lo que pretende Guillot y el Institut Nova Història no sería más que restablecer
el orden “justo” de las cosas, puesto que quien lo alteró fraudulentamente
habría sido la Corona
de Castilla, es decir, la pérfida España por ella representada. ©
DiálogoLibre.com
Artículo relacionado:"CiU
avala la catalanidad de Colón y del descubrimiento de América".
SIMPOSIO "ESPAÑA CONTRA CATALUÑA"
Historiadores y expertos critican el maniqueísmo de un congreso
envenenado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario