Los
antiguos mayas, que fueron una de las civilizaciones más importantes
del continente americano, ocuparon gran parte de la región conocida
como Mesoamérica, en los territorios que actualmente ocupan los
países de Honduras, Guatemala, El Salvador, Belice y cinco estados
del sureste de México, como son Yucatán, Tabasco, Quintana Roo,
Chiapas y Campeche.
Durante
cientos de años, los mayas construyeron una avanzada cultura que
comenzó a decaer en el siglo IX, cuando muchas de sus ciudades
comienzan a ser abandonas.
Pero
¿por qué se produjo su ocaso?. Según Scientific Reports, en el
maravilloso Gran Agujero Azul, una conocida cueva submarina de
Belice, que es visitada por miles de turistas y buceadores, un grupo
de científicos refuerza la hipótesis de Rice Andre Droxler que dice
que la sequía es la causante de la desaparición de la civilización
de los antiguos mayas.
Este
equipo de investigadores ha realizado una serie de perforaciones en
el núcleo de la dolina del Agujero Azul y en una laguna situada en
las cercanías. Han descubierto que la proporción de titanio y
aluminio sufrió un cambio entre los siglos IX y X, el período en el
que los pueblos mayas de la península de Yucatán entraron en
declive.
La
presencia de una mayor proporción de titanio les lleva a la
conclusión de que las lluvias más abundantes afectaron a esta
región porque la escorrentía arrastró restos de las rocas
volcánicas de la zona, muy ricas en este elemento.
La
cuestión es que desde el año 800 hasta el 1000 d.C.,
aproximadamente, la cantidad de titanio y aluminio que se detecta es
inferior, por lo que se supone que las precipitaciones eran mucho más
escasas.
Según
Droxler, "cuando tienes grandes sequías comienzan las hambrunas
y los disturbios", y con ese nuevo escenario, se generó una
situación que pudo desembocar en el colapso del mundo maya.
Esta
idea de la sequía no es ninguna novedad, ya se especulaba con esta
hipótesis desde hace algún tiempo, pero los nuevos resultados
obtenidos por Droxler y sus compañeros refuerzan otros estudios
realizados. Es el caso de una investigación que se llevó a cabo en
2012, en la que se analizaron unas muestras de estalagmitas, de unos
2000 años de antigüedad, y se demostró que la sequía afectó a
toda la región en la segunda mitad del milenio I d.C.
El
arqueólogo ambiental Douglas Kennett expuso, en un artículo de Live
Science hace un par de años, que "el principal hallazgo fue que
una prolongada sequía contribuyó al hundimiento de la civilización
maya clásica".
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