clic en el mapa para ampliar
Organización territorial de la Península Ibérica en tiempo de los Visigodos.
Con
la caída del Imperio romano en el siglo V, los visigodos ocuparon la
mayor parte de la península. Mantuvieron la división administrativa
provincial romana (bajo el nombre de “ducados”) e incluso crearon
nuevos ducados como el de Asturias y Cantabria y la provincia de
Celtiberia y Carpetania.
Así,
la Hispania visigoda puede considerarse en muchos sentidos una
prolongación de la Hispania romana. No hay que olvidar que los
visigodos constituían una minoría asentada entre una inmensa
mayoría de población hispanorromana a la que debían gobernar.
Otra
de las notas definitorias del reino visigodo es la estrecha relación
entre los poderes civil y religioso, lo que suponía que las diócesis
cobraban importancia más allá de las cuestiones religiosas.
Siguiendo
a Manuel Torres López, estudioso del derecho y las instituciones
visigodas, las divisiones administrativas se agrupaban en dos. Por un
lado se encontraban las provincias
del tipo “ducado”,
coincidentes con las antiguas provincias romanas y a cuyo frente se
colocaba a un dux (nombrado de entre los grandes magnates) que tenía
atribuciones militares y de administración de justicia, con varios
condes (comes) bajo su autoridad.
Se
mantenían así las provincias existentes en la época romana:
Tarraconense, Cartaginense, Bética, Lusitania, y Gallaecia, a las
que se añadió una provincia al sur de las Galias y en la zona norte
de los Pirineos: Narbonense o Septimania. Los conflictos bélicos con
los pueblos del norte debieron justificar una frontera militar
alrededor de la cual surgiría una provincia o territorio militar en
Cantabria. Otra provincia fue la Asturiense acabando el siglo VII.
Por
otro lado estaban las provincias
del tipo “condados” procedentes
de los territorios circundantes a las ciudades, que integraban
varias fincas rústicas que con el tiempo se independizan de las
mismas y a cuyo frente estaba un “comes territori” (o comes
civitatis). Eran por tanto territorios integrados en las
provincias-ducados, compuestos por latifundios de la Corona o los
particulares.
Mapa
de los Obispados y Provincias en Tiempos de los Godos, de la
colección de la Real Academia de Historia, es un ejemplar muy
posterior a esta época histórica. Contiene las provincias antiguas
eclesiásticas y las sillas que tenía cada una en tiempos de los
godos e incluye las de la época de los romanos que perseveraron en
tiempo de los godos. Fue delineado por Enrique Flórez y grabado por
Manuel Navarro con información tomada de un ejemplar del libro en el
que se publicó el mapa, la España Sagrada. El mapa original se
publicó en 1749, pero la fecha de 1859 está tomada de la tercera
edición del tomo.
Cartografía
y Artes Gráficas Mapa de los Obispados y Provincias antiguas de la
Iglesia de España en tiempo de los Godos (1859).
Fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario