Mapa de viaje planteado por Meggers y las corrientes marinas, los puntos corresponden a la ruta experimental que siguió el Yasei-go III
En todo el continente americano existen pruebas de que la colonización empezó hace miles de años, desde oriente y occidente, y que en este proceso llegaron navíos de todo tipo a todas las zonas costeras.
Los trabajos de la arqueóloga norteamericana Betty Meggers (1997) y del físico oceanográfico Nikolai Maximenko (2012) proponen las vías marítimas que debieron seguir las antiguas embarcaciones para recorrer el mundo, teniendo en cuenta el tipo de navío y el tipo de corrientes existentes en el globo.
La Dra. Meggers (1997) recoge la opinión de muchos investigadores que coinciden en que estos contactos existieron y además fueron repetidos e independientes entre sí. Con sus colaboradores afirman que la cultura ecuatoriana de Valdivia (4.000 a.C.) tiene el mismo origen que los japoneses de Jomon Medio y que emigrantes chinos de la civilización Chang o Shang llegaron a América 3.700 años antes de nuestra era. Es muy probable que estos contactos repetidos contribuyesen a formar las altas civilizaciones precolombinas ya que muchos de los pueblos asiáticos ya conocían el arte de la navegación y la astronomía, y también tuvieron un gran avance en la industria náutica.
El físico Nikolai Maximenko (2012) traza en base a datos por computador las rutas que nuestros antepasados pudieron seguir para llegar a América desde Occidente según algunas tradiciones nórdicas.
Tanto desde Oriente como Occidente fue factible la probabilidad de viajes oceánicos por navegantes que un día decidieron ver que había más allá del mar.
Se conoce la expedición Egipcia de Nekau hijo de Samético en el siglo VI a.C., monarca de Egipto (595-589 a.C.), de la XXVI Dinastía que hace 2.600 años pudo haber llegado a América siguiendo los alisios canarios hasta Venezuela y El Caribe.
De la misma forma, hubo una emigración de los cananeos, puestos en fuga por Josué, la ruta es mencionada por Rivet (2002): …debieron partir una vez llegados a Egipto, hacia el oeste, alcanzar el litoral del Atlántico por el norte de África, para trasladarse hacia América, cruzando el océano.
El francés Guines, después de estudiar y revisar los textos del escritor chino Ma-Twan-Lin, habló de una nueva tierra descubierta por un sacerdote budista chino llamado Hoei-Shin en el año 499, esta tierra maravillosa se llamaba Fu-Sang.
John Rankin (1999) apunta que los tártaros o mongoles también hicieron travesías por el Pacífico siendo Kublai-Khan en 1.380 el fundador del pueblo peruano.
En la Biblia tenemos la descripción de una tierra lejana donde las flotas Fenicias navegaron en nombre del rey Salomón de Israel y llevaban oro para la construcción de un gran Templo en Jerusalén, esta tierra recibe el nombre de Ofir. Su ubicación exacta no ha sido confirmada.
En 1 Reyes 9:26-28 leemos: ...Salomón mandó también construir una flota en Asiongaber, que está cerca de Elat, a orillas del Mar Rojo en la tierra de Edom. Hiram de Tiro envió a esa flota algunos de sus marineros, conocedores del mar, con la gente de Salomón. Llegaron a Ofir y trajeron de allí cuatrocientos talentos de oro, que llevaron al rey Salomón. Otro pasaje de la Biblia (2 Crónicas) sugiere que el viaje de ida y vuelta tardó tres años en completarse.
La tierra de Ofir se denomina de diversas formas como un lugar en el Este, un lugar de ríos y montañas, la tierra del Sol, un lugar habitado. El rey Salomón envió dos flotas a Ofir, una a través del Mar Rojo, la ruta conocida por los egipcios, y otra a través del Estrecho de Gibraltar. Pero los buques de Hiram hicieron el viaje en no menos de tres años, así que no se trataba de un lugar cercano.
Fuera del Nilo había dos rutas comerciales importantes, una de ellas era la del Mar Rojo hacia el país de Punt.
El historiador Paul Gallez sitúa una tierra de Punt en América, probablemente en la región de Puno en el lago Titicaca en territorio peruano, donde se obtiene plata, oro, antimonio, mercurio, zinc, estaño y cobalto. En la región hay viejas minas de cuya antigüedad los arqueólogos aún no están de acuerdo.
(Trois thèses de predecouverte de l’Amérique du Sud par le Pacifique. Gesnerus 33 -1976-, Aarau, Zurich).
Continuará...
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