En
la mitología griega los Telquines eran nueve hermanos, mitad
marinos, mitad terrestres, con cabeza de perro, la parte inferior del
cuerpo en forma de cola de serpiente o pez, y los dedos de las manos
palmeados.
Eran
conocidos como niños-peces hijos de Ponto y de Talasa, y fueron
junto con sus hermanos, los primeros habitantes de la isla de Rodas,
que entonces se llamaba Τελχινίς “Telquinis” en su honor.
Los
relatos sobre los telquines son muy pocos y escasos, y en ellos
aparecen en tres papeles diferentes:
1-
Como cultivadores de la tierra y ministros de los dioses, y como
tales marcharon de Creta a Chipre y de ahí a Rodas, o siguieron
desde Rodas a Creta y Beocia. En Rodas fundaron las ciudades de
Cámiros, Yáliso y Lindos, donde los telquines fueron llamados
Ialysii. En Licia construyeron el templo de Apolo Licio (Άπόλλων
Τελχίνιος), aunque este dios ya había sido adorado por
ellos en Lindos. En Yaliso y Camiro adoraron a Hera (Ήρα
Τελχινία) y Atenea llevó en Teumeso (Beocia) el apellido de
Telquinia. Las ninfas también se llaman por ellos Telquinias.
2-
Como hechiceros y envidiosos démones. Se decía que tenían el
poder de destruir con sus mismos ojos y aspecto. Tenían el poder de
provocar el granizo, la lluvia y la nieve, y de adoptar cualquier
forma que quisieran; incluso se decía de ellos que mezclaban agua
del Estigia con azufre para poder así destruir animales y plantas.
3-
Como artistas, se decía que habían inventado artes y tradiciones
útiles y que habían sido los primeros en fabricar imágenes de los
dioses. Trabajaban el latón y el hierro, y fabricaron la hoz con la
que Cronos castró a Urano y el tridente de Poseidón, ambas armas
ceremoniales. En este sentido se les identificaría con los
cíclopes, representantes posteriores de la metalurgia. Este último
rasgo en la personalidad de los telquines parece haber sido la razón
de que se les haya identificado con los dáctilos ideos o con los
daimones proseoous.
Según
cuenta Ovidio, el dios Zeus no les perdonó que manipularan los
fenómenos atmosféricos, y acabó con ellos convirtiéndolos en
rocas, inundando la isla de Rodas. Otros afirman que Artemisa les
avisó del diluvio y lograron huir por mar en distintas direcciones,
dejando a su sobrina Rodo como reina de Rodas una vez que la isla
reapareció sobre las aguas. Sólo los que habitaban en Yaliso
perecieron en la inundación. En su exilio, los telquines
consiguieron llegar hasta Beocia, donde fundaron el templo de Atenea
en Teumeso; otros llegaron a Creta, siendo los primeros pobladores de
la isla. Allí la diosa Rea les confió la tarea de criar a su hijo
Poseidón, lo que llevaron a cabo con la ayuda de Cafira, hija de
Océano.
Estrabón
afirma que Rea los acompañó a Creta desde Rodas, donde nueve de los
telquines, conocidos como los Curetes, fueron seleccionados para
criar a Zeus. El resto se dispersó por todo el mar Egeo, llevando
sus conocimientos sobre metalurgia a lugares tan dispares como
Chipre, Sición, Licia y Orcómeno. Sin embargo los dioses no
consintieron su intromisión en asuntos divinos. Zeus ahogó a los
telquines de Teumeso ordenando un diluvio y Apolo se convirtió en
lobo y despedazó a los de Licia, a pesar de que intentaran aplacarle
construyéndole el templo de Apolo Licio. Se cree que sólo los que
llegaron a Sición lograron sobrevivir, bautizando la ciudad con el
nombre de Telchinia.
Los
distintos autores difieren en su número y les otorgaban diferentes
nombres, conservándose los que siguientes:
Anteo,
Argirón (descubridor de la plata), Atabirio, Calcón (descubridor
del bronce), Crisón (descubridor del oro), Damnameneo, Damón o
Démonax (padre de Dexítea), Escelmis, que junto a su hermano
Damnameneo acompañó a Dioniso en su campaña a la India, Hormenio,
Lico que construyó en Licia, en las márgenes del río Janto, el
templo de Apolo Licio, Megalesio, Milas, Nicón y Simón.
Según
algunas fuentes, sus descendientes fueron las diosas Ialisa, Camira y
Linda, epónimas de las ciudades Rodias fundadas por ellos.
Los
investigadores sugieren que fueron los dioses originales de Rodas,
antes de la avalancha de la monocultura griega. En los registros
clásicos del periodo posterior a la invasión, los telquines tienden
a jugar un importante papel que los vincula con los mitos
relacionados con la Atlántida, siendo una raza, familia o tribu de
inventores, artistas y magos relacionada con el mar en todas las
etapas de su historia (de ahí el que fueran los que criaran a
Poseidón). Su asociación a la hechicería podría devenir de la
envidia que suscitaban entre otros artesanos a los que superaban en
habilidad.
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