Sheshonq I en el templo de Karnak
En
1976, Barry Fell hizo la traducción de una inscripción trilingüe
hallada en el túmulo funerario de Davenport, en Iowa, describiendo
la celebración egipcia del Año Nuevo en el equinoccio de Marzo. Las
tres lenguas son el egipcio, el íbero púnico y el libio. Esta
lápida ha sido fechada alrededor del año 800 a.C., durante la XXI
dinastía (libia) de Egipto. (América
a.C. Los primeros colonizadores del Nuevo Mundo.
México 1983).
En
otro capítulo del libro, Fell muestra una inscripción grabada en
Texas en idioma libio escrito con alfabeto Ogam, donde se señala que
allí llegó una tripulación del rey Sheshong de Egipto entre 1000 y
800 a.C.
Entre
los años 1180 y 1174 a.C., el faraón Ramsés III reubicó en el
delta del Nilo a un contingente de soldados de origen libio. Estos
mercenarios, llamados “mashauash” en los textos, tenían como
misión proteger el Este del país de posibles invasiones asiáticas.
Poco a poco, estos grupos formaron verdaderos linajes libios en torno
a sus dirigentes locales, los llamados «jefes de los mashauash».
Dos siglos después de su establecimiento, uno de estos jefes aprovechó una crisis sucesoria para convertirse en faraón. Así fué como Sheshong I inauguró una nueva dinastía egipcia, la XXII y se propuso que Egipto fuera la potencia dominante en el Próximo Oriente.
Dos siglos después de su establecimiento, uno de estos jefes aprovechó una crisis sucesoria para convertirse en faraón. Así fué como Sheshong I inauguró una nueva dinastía egipcia, la XXII y se propuso que Egipto fuera la potencia dominante en el Próximo Oriente.
Dentro
de esta política dirigida a reafirmar su dominio sobre todo Egipto,
Sheshong prestó especial atención a una de las zonas más
conflictivas del país, el Egipto Medio. Para gobernar este
territorio, ordenó construir una fortaleza en Teudyoi (el-Hiba) y
nombró como comandante militar de Heracleópolis a su hijo Nimlot.
Los demás puestos de importancia los repartió entre otros miembros
de la familia real y hombres de su confianza, con muchos de los
cuales estableció alianzas por medio de matrimonios con princesas
reales.
Sheshong
se sirvió tanto de la diplomacia como de la fuerza. Ejemplo de lo
primero es la alianza que estableció con el rey Abibaal de Biblos,
ciudad en la que se ha hallado una estatua de Sheshong a la que el
rey fenicio añadió su nombre. En cambio en Nubia que, desde
mediados del siglo XI a.C. era un estado independiente, el faraón
realizó una campaña militar, documentada por las inscripciones en
el templo de Amón en Karnak.
Pero el acontecimiento que marcó el reinado de Sheshong fue la expedición que realizó contra Israel y Judea. El hecho se recoge en la Biblia hebrea, en los libros de Crónicas y de los Reyes, así como en una estela conservada en el templo de Amón en Karnak. Según esta última fuente, el asesinato de unos egipcios a manos de extranjeros desencadenó la campaña de represalia contra los judíos por parte del faraón. La Biblia, en cambio, nos muestra las causas del conflicto desde el punto de vista de los judíos.
Pero el acontecimiento que marcó el reinado de Sheshong fue la expedición que realizó contra Israel y Judea. El hecho se recoge en la Biblia hebrea, en los libros de Crónicas y de los Reyes, así como en una estela conservada en el templo de Amón en Karnak. Según esta última fuente, el asesinato de unos egipcios a manos de extranjeros desencadenó la campaña de represalia contra los judíos por parte del faraón. La Biblia, en cambio, nos muestra las causas del conflicto desde el punto de vista de los judíos.
El primer libro de los Reyes cuenta cómo el profeta
Ajías había vaticinado que Jeroboam, un alto funcionario al
servicio del rey Salomón, derrocaría a éste y gobernaría sobre
Israel. Jeroboam, entonces, se puso al frente de una revuelta que fue
sofocada. Para salvar su vida, tuvo que buscar refugio en Egipto.
«Salomón trató de dar muerte a Jeroboam pero huyó a Egipto, junto
a Shishag (Sheshonq), rey de Egipto, y allí permaneció hasta la
muerte de Salomón» (I Reyes, 11:40). Tras el fallecimiento de
Salomón, Jeroboam regresó a su tierra para hacerse con el trono,
pero lo que logró fue dividir al país. Diez de las doce tribus de
Israel lo aceptaron como rey y fundaron el reino de Israel, mientras
que las otras dos reconocieron al hijo de Salomón, Roboam, que
gobernaba en el reino de Judá, con capital en Jerusalén.
Sheshong
I, aliado de Jeroboam, emprendió en el año 925 a.C. una campaña
contra Israel y Judea en la que conquistó y saqueó Jerusalén.
En
una inscripción del templo de Karnak, realizada en conmemoración de
la campaña, se menciona un total de 150 ciudades hebreas que fueron
tomadas por Sheshong, un número tan alto que ha hecho pensar a
algunos investigadores que no era sino una exageración propia de la
propaganda política. Sin embargo, el descubrimiento de nuevas
inscripciones en territorio de Israel, en las que se menciona la
conquista de Megiddo y de otras ciudades, ha confirmado los datos de
Karnak y la Biblia.
Dice
el segundo libro de Crónicas: «Subió Shishag, rey de
Egipto, contra Jerusalén y se apoderó de los tesoros de la Casa de
Yahveh y los del palacio real, todo lo cogió, llevándose también
los escudos de oro que Salomón había fabricado».
Barry
Fell en “America B.C.”, New York, Simon & Schuster,
1976.
No hay comentarios:
Publicar un comentario