4/3/17

Tesoros de Canaán (Navegación III)

Peru-Nefer significa “Peru la hermosa”, es el nombre de una antigua ciudad-puerto egipcia del delta del Nilo identificada ahora con la moderna Tell el-Dab’a, según el yacimiento excavado desde 1966.
Esta ciudad también fue conocida como Avaris, la capital de los Hicsos, desde donde gobernaron parte del país unos 200 años, desde 1720 a 1550 a.C., durante el Segundo Período Intermedio (Dinastías XV a XVII).

Los Hicsos eran conocidos con la expresión egipcia “hekau jasut” que significa “jefes de tierras extranjeras”, porque eran semitas que emigraron a Egipto desde la región de Canaán, es decir, los actuales Israel, Líbano, Siria y Jordania.
Avaris se transformó en Peru-Nefer, después de que la conquistara el faraón Kamose, hacia 1550 a.C. Disponemos de una inscripción del faraón Kamose, el último de los gobernantes de la Dinastía XVII, que derrotó a los hicsos.
Cuando los egipcios expulsaron a los hicsos del país, estos regresaron a Retenu (uno de los antiguos nombres egipcios para la actual Israel y Siria, la misma zona que en Egipto también se conocía como Pa-ka-na-na, o Canaán). Mientras tanto, los egipcios fundaron la Dinastía XVIII, que empezó con Amosis, hermano de Kamose, quien inició el período del Imperio Nuevo de Egipto.
Peru-Nefer, en época de la reina Hatshepsut, era una ciudad floreciente donde se ubicaban astilleros, talleres y bodegas que distribuían mercancías hacia todo el Reino Antiguo. En tiempos de Tutmosis III su propio hijo y sucesor Amenofis, estaba a cargo del complejo, lo que denota su relevancia.

Las naves egipcias dedicadas a la navegación de altura tenían una eslora de unos 30 m. Su fondo plano, les permitía con viento favorable navegar a gran velocidad. Con la calma, los remeros entraban en acción y permitían seguir el viaje sin esperar el cambio de viento.
Había dos rutas comerciales importantes, una de ellas era la del Mar Rojo hacia el país de Punt.
Los viajes más conocidos, y quizás los más fructíferos, son los que organizó la reina Hatshepsut o Hatsheput, la expedición principal se componía de por lo menos cinco grandes navíos de treinta remeros cada uno. Salieron en 1.483 a.C. de un punto del Mar Rojo y tardaron tres años en regresar, según las inscripciones del templo de Deir el-Bahari que ella misma mandó edificar en Tebas en honor de Amon-Ra. (clica en la imagen para ampliar)
Hay un relato que dice:
Los habitantes de Punt preguntaron: ¿cómo habéis llegado a este país desconocido de los hombres? ¿Habéis venido volando por los senderos del cielo, o habéis navegado por el Gran Océano del País de los Dioses?” (Richard, Hennig: Terrae Incognitae, 4 vol., Leiden, Brill 1950, I 5 Ophir).

Los egiptólogos no están de acuerdo sobre la localización de la Tierra de Punt. Proponen Eritrea, Somalia, Zimbawe o el Hadramaut o la India. Pero cualquiera de estos lugares está demasiado cerca del mar Rojo para justificar la duración del viaje de tres años en todos los casos relatados por los documentos egipcios.
El faraón Sankhkara Mentuhotep III dirigió la primera expedición a Punt. La dinastía XI era un grupo local con raíces en el Alto Egipto que gobernó desde 2125 hasta 1985 a.C.

Por otra parte, se conoce la relación de Ramses IV en el Papirus Harris de la British Library, donde el faraón Ramses III mandó al Punt una expedición de 10.000 hombres en el año 1.180 a.C. La última expedición conocida, de mediados del siglo II a.C., se preparó con ayuda de comerciantes y banqueros de Massilia, la actual Marsella.
(Hans Philip: art. Massilia in Paulys Realenciclopedie der classichen Altertumswissenschaft XIV/2. Sttutgart, Druckenmüller, 1930).

Continuará...

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