En 1.894 los esfuerzos japoneses por anexionarse Corea originaron la Guerra Chino-japonesa. China sufrió una derrota decisiva en 1.895 y se vio forzada a reconocer la pérdida de Corea, pagar una enorme indemnización de guerra y ceder a Japón la isla de Taiwan y la península de Liaodong, en el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria).
Rusia, Francia y Alemania reaccionaron de inmediato ante la cesión de la península de Liaodong, pues suponía otorgar a Japón una posición prioritaria en la región más rica de China. Estos tres Estados intervinieron demandando que Japón devolviera Liaodong a cambio de una mayor indemnización económica.
Una vez que consiguieron esto, las tres potencias europeas le presentaron a China nuevas demandas. Hacia 1.898, sin poder negarse a las demandas extranjeras, China había sido dividida en esferas de influencia económica. Se le concedió a Rusia el derecho a construir el ferrocarril Transiberiano, la posesión del ferrocarril chino oriental, que a través de Dongbei Pingyuan (Manchuria) llegaba hasta Vladivostok, y el ferrocarril del sur de esta región atravesando el extremo meridional de la península de Liaodong, así como derechos económicos adicionales exclusivos en el conjunto de Dongbei Pingyuan (Manchuria).
Otros derechos de exclusividad para el desarrollo de ferrocarriles y la explotación de minas se concedieron a Alemania en la provincia de Shandong, a Francia en las provincias meridionales, a Gran Bretaña en las provincias ribereñas del Yangzi Jiang y a Japón en las provincias costeras del sureste.
Como resultado de la Guerra Ruso-japonesa (1904-1905), la mayor parte del ferrocarril del sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria) y los derechos rusos de esta zona fueron transferidos a Japón. Estados Unidos, en un intento de mantener sus derechos en China sin competir por el territorio, inició la política de puertas abiertas en 1.899 y 1.900. Esa política, consentida por las restantes potencias, estipulaba que sus nuevos privilegios en China no cambiaban en ninguna manera la posición igualitaria de todos los Estados acogidos a las cláusulas de nación más favorecida. Estados Unidos acometió la garantía de la integridad territorial y administrativa de China, aunque permaneció hasta 1.941 sin respaldarla por la fuerza.
Hacia 1.898 un grupo de reformadores ilustrados adquirieron gran influencia sobre el joven y abierto emperador Guangxu. En el verano de ese año, incitados por la urgencia de la situación creada por el aumento de las nuevas esferas de influencia extranjera, aplicaron un profundo programa de reformas diseñado para convertir a China en una monarquía constitucional y modernizar su economía y sistema educativo. Este programa enfrentó a la oposición de la camarilla de oficiales manchúes elegidos por la Emperatriz Cixi, que se había retirado poco tiempo antes. Cixi y los oficiales manchúes secuestraron al emperador y con la ayuda de jefes militares leales sofocaron el movimiento reformista.
Se extendió por todo el país una reacción violenta, que alcanzó su punto álgido en 1.900 con un levantamiento xenófobo de la sociedad secreta de los Boxer, un grupo que gozaba del apoyo de la emperatriz viuda y de numerosos oficiales manchúes. Después de que una fuerza expedicionaria occidental hubiera aplastado la rebelión Boxer en Pekín, el gobierno manchú se dio cuenta de la inutilidad de su política. En 1.902 adoptó su propio programa de reformas e hizo planes para establecer un gobierno constitucional limitado, según el modelo japonés. En 1.905 se abandonó el antiguo sistema de exámenes para los funcionarios.
Era tarde para los manchúes. Poco después de la Guerra Chino-japonesa, Sun Yat-sen, formado según el modelo occidental, había iniciado un movimiento revolucionario dedicado a establecer un gobierno republicano.
Durante la primera década del siglo XX, los revolucionarios atrajeron a estudiantes, comerciante chinos con el extranjero y grupos nacionales poco satisfechos con el gobierno manchú. A mediados de 1.911 tuvieron lugar levantamientos como protesta contra el programa de nacionalización del ferrocarril Qing y en Octubre de ese año estalló la Revolución republicana en Hankou (en la actualidad, parte de la ciudad de Wuhan), en China central, extendiéndose a otras provincias, mientras Sun tomaba el control de la revuelta. Los ejércitos manchúes, reorganizados por el general Yuan Shikai, eran claramente superiores a las fuerzas rebeldes, pero Yuan solo aplicó una presión militar limitada y negoció con los dirigentes rebeldes ser designado presidente de un nuevo gobierno republicano.
El 12 de Febrero de 1.912 Sun Yat-sen cedió su puesto de presidente provisional en favor de Yuan y sumisamente los manchúes se retiraron del poder. El 14 de Febrero de 1.912 una asamblea revolucionaria reunida en Nanjing eligió a Yuan primer presidente de la República de China.
Continuará...
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