4/6/18

Los Nagas Chinos

La diosa Nüwa y Fuxi, son considerados los creadores originales de la raza humana, además de ser sus primeros maestros. Se los describe con cuerpo humano y de cintura para abajo como un dragón con cola de serpiente.

Aunque los Dioses serpiente se mostraban en forma de dragones en la historia y la mitología China, no hay ninguna duda de que son los mismos seres que las serpientes aladas con piernas y los Nagas hindúes.

China eligió al dragón como el emblema nacional por razones profundas. Creyeron que el dragón celestial era el padre de la primera dinastía de emperadores divinos y consecuentemente el emblema del dragón se consideró como la representación de la influencia divina en la tierra China.

Según la historia china, los dragones estaban presentes en la creación y compartieron el mundo con la humanidad. Como la serpiente occidental, el dragón enseñó las artes esenciales como: hacer fuego, tejer las redes para la pesca y crear música. El dragón chino era inigualable en sabiduría y su poder de conferir bendiciones, vino a simbolizar más que un benefactor de los hombres, se creía que el emperador tenía sangre de dragón.

El "Rey Vih”, el más antiguo de los libros chinos, cuyos orígenes están cubiertos de misterio, describe los días cuando el hombre y el dragón vivieron apaciblemente juntos e incluso tuvieron relaciones sexuales. Y de cómo el dragón vino a representar al emperador y al trono de China, así como el dragón principal tenía su morada en el cielo. 
En el año 212 a.C. el emperador Tsin-Shi-Hwang-Ti ordenó la destrucción de todos los libros antiguos y la persecución de los hombres ilustrados por un período de cuatro años, que llevó a que 460 sabios fueran enterrados vivos. Durante esta supresión del conocimiento antiguo, el Rey Vih fue considerado tan sagrado que fue eximido específicamente del decreto. A este respecto resulta sorprendente que la antigua biblioteca de Alejandría fuese quemada alrededor de este mismo período de tiempo. Esa biblioteca albergaba también todos los textos sagrados y más antiguos de las civilizaciones del Oriente.
En esta obra clásica, muchos de los emperadores antiguos son descritos teniendo como características las del dragón. Por ejemplo del emperador Yaou (2.356 a.C.) se dice que fue concebido por un padre dragón y una madre humana, y emperador Shun (2.255 a.C.) es descrito teniendo la fisonomía de un dragón.

En el mito de “Nüwa y la Restauración de la Bóveda Celeste” se dice:

Habían transcurrido muchos años desde la creación del hombre, cuando Gong Gong el dios del agua y Zhu Rong el dios del fuego, se enfrentaron en un combate a causa del cual se desplomó el cielo y la tierra dio un vuelco. Los seres humanos sufrieron por ello una catástrofe que casi los extermina.
Gong Gong era un dios tiránico, ambicionaba ser el amo y señor del cielo y la tierra, pero tenía un enemigo mortal, el irascible y feroz Zhu Rong quien también codiciaba gobernar al mundo.
Gong Gong tenía dos cortesanos. Uno de ellos Xiang Liu un individuo cruel y mezquino cuya figura repugnaba a la vista pues su cuerpo era de serpiente de color azulado y tenía nueve cabezas con rostro humano.
El mundo se había convertido en un infierno, hubo un gran diluvio devastador como lo propagan los mitos. Nüwa creadora y madre bondadosa de los seres humanos se sintió conmovida al ver esta situación y decidió restaurar el cielo para que sus hijos y nietos pudieran continuar viviendo. Recogió muchas piedrecitas de distintos colores y las fundió con el fuego creando una masa con la cual remendó el cielo. Después del cataclismo la tierra también cambió de posición, inclinándose un poco hacia el sureste.
Al cumplir todo esto Nüwa montó en un dragón y atravesando las nubes se dirigió hacia el imperio celestial para reverenciar al Soberano del Cielo e informarle detalladamente sobre lo que había hecho. No obstante éste no mostró alegría. Por el contrario pensó que al haber aparecido el hombre, el único ser dotado de inteligencia, éste con su sabiduría y habilidad aprendería a cambiar el cielo y la tierra, crearía lo nuevo y finalmente llegaría a ser el dueño de todo el universo. Para entonces su autoridad divina se vería seriamente amenazada.
Nüwa no compartía esta idea ni se jactaba de haber creado al hombre y restaurado el cielo. Sus preferencias estaban por los hijos que había creado con sus propias manos y se preocupaba porque siempre fueran felices. Por todo esto las siguientes generaciones de seres humanos mostraron su infinito agradecimiento a su bondadosa madre creadora cuya imagen quedó grabada para siempre en el corazón de sus descendientes”.

Este relato encuentra asimismo gran cantidad de intersecciones con otras narraciones míticas. La idea de una batalla devastadora entre dioses nos resuena a aquellas descritas en la mitología hindú. En el Mahabharata podemos leer:
Gurkha, volando en su rápido y poderoso Vimana, lanzó contra las tres ciudades de la Vrishis y Andhakas un solo proyectil cargado con todo el poder del Universo. Una columna incandescente de humo y llamas, tan brillante como mil soles se elevó en todo su esplendor, una explosión con sus nubes de humo salientes, de la nube de humo levantándose después de su primera explosión se formó en círculos expandiéndose alrededor, como parasoles gigantes”.

Asimismo, la descripción de un dios con piel azul y forma de serpiente con 9 cabezas, tiene mucho que ver con las deidades hindúes. En el Mahabharata, se nombra a Shiva como “El collar de la cobra”. Se lo representa de color azul, y de ahí su nombre Nīla-kantha (garganta azul). Shiva también es conocido como Nageswara (señor de las serpientes).

Continuará...

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