Mediante
el Molk o Molok, el fiel ofrecía al dios el sacrificio del hijo
primogénito, recién nacido o de corta edad, que aunque era la regla
general, también podía ofrecer hijos no primogénitos.
Precisamente
eran los líderes ciudadanos, quienes dando ejemplo, debían inmolar
antes que nadie a uno de sus hijos en tiempos de grave peligro,
aplacando la furia divina y evitar con ello una probable catástrofe.
No se trataba de una imposición o un acto obligatorio, sino que era
un ofrecimiento que se realizaba voluntariamente para obtener un
determinado favor divino.
Era
frecuente que se sustituyera al hijo primogénito por un cordero,
circunstancia que con el transcurrir del tiempo se va generalizando e
imponiendo. Este sacrificio de sustitución recibía el nombre de
"Molchomor" o "Molk del cordero", pero
conservando el mismo sentido y la misma ceremonia. Si tenemos en
cuenta autores antiguos como Diodoro de Siculo, en determinadas
ocasiones, gentes importantes de la comunidad sustituían a sus hijos
por hijos de esclavos.
El
sacrificio de niños y en concreto del hijo primogénito, era una
practica habitual a mediados del III milenio en Ebla. Se realizaban
sacrificios infantiles durante el izi-gar, o "Fiesta de la
Consagración".
La
Biblia ya describe en el libro del profeta Jeremías del Antiguo
Testamento como se practicaba el rito del sacrificio de menores.
Estos textos bíblicos también hacen alusión a los lugares donde se
hacía el acto del sacrificio, en unos recintos a cielo abierto, al
aire libre, de fuerte carácter sagrado denominados Tofet (término
hebreo que significa lugar para el fuego, aunque según otras fuentes
significaba lugar del holocausto), que se localizaban fuera de las
ciudades.
La
Biblia hace mención a estos lugares de sacrificio en Isaías
30,33,34, se puede leer :
“Está
preparado desde largo tiempo un tofet para Molok .Esta dispuesto y
ahondado en su concavidad, fuego y leña en abundancia...”
Los
tofet eran lugares modestos y de gran austeridad, carentes de
elementos figurativos y arquitectónicos de importancia y solían
estar delimitados por un muro. A pesar de que actualmente se tiene
por segura la existencia de tofet en las ciudades fenicias de Canaan,
arqueológicamente no hemos podido documentar ninguno, en cambio si
se han hallado restos de estos recintos en numerosas colonias púnicas
del Mediterráneo central y occidental como Cartago, costumbre
religiosa que importaron de Tiro. En estos amplios espacios sagrados
han salido a la luz numerosos restos óseos infantiles, de pájaros y
de otros animales de distinta índole.
Molok
es representado como una figura humana con cabeza de carnero o
becerro, sentado en un trono y con una corona u otro distintivo de
realeza, como un báculo.
En
los templos en los que se rendía culto a Molok se encontraba una
enorme estatua de bronce del dios, la estatua estaba hueca y la
figura de Molok tenía la boca abierta y los brazos extendidos, con
las manos juntas y las palmas hacia arriba, dispuesto a recibir el
holocausto. Dentro de la estatua se encendía un fuego que se
alimentaba continuamente durante el holocausto. En ocasiones los
brazos estaban articulados, de manera que los niños que servían de
sacrificio se depositaban en las manos de la estatua, que por medio
de unas cadenas se levantaban hasta la boca, introduciendo a la
víctima dentro del vientre incandescente del dios.
Durante
el sacrificio, los sacerdotes del templo hacían sonar tambores,
trompetas y tímbalos, de manera que no se oían los llantos de los
niños.
Plutarco
relata: ...“Antes de que la estatua fuese llenada se inundaba la
zona con un fuerte ruido de flautas y tambores, de modo que los
gritos y lamentos no alcanzaban los oídos de la multitud”.
Diodoro
Siculo escribió: ...“Había en la ciudad una imagen de bronce de
Cronos con las manos extendidas, las palmas hacia arriba y cada niño
que era colocado en ellas era subido y caía por la boca abierta
dentro del fuego”.
Teodoro
también relata que los familiares tenían prohibido llorar, y que
cuando Agatocles derrotó a Cartago, los nobles cartagineses creyeron
que habían disgustado a Molok, así que sustituyeron a los niños
recién nacidos por sus propios hijos para el sacrificio. Intentaron
compensar al dios realizando el holocausto con 200 niños de las
mejores familias ininterrumpidamente, llegando a sacrificar 300 en
total. La gigantesca estatua de bronce estaba al rojo, y las tropas
que sitiaban la ciudad asistían al espectáculo desde las murallas
exteriores que ya habían conquistado.
También
lo relata Cleitarchus en un comentario sobre la República de Platón:
“Al
ver venir al Sumo Sacerdote de Molok vestido de túnica púrpura,
color de pureza, le pregunté cual es el origen del culto. Me
contestó que en los tiempos primordiales hubo una gran catástrofe y
hoy en día sino fuera por los sacrificios para fertilizar la tierra,
serían piedras lo que encuentren. Entonces, en medio de una
plataforma había una estatua de Cronos, con las manos extendidas
sobre un brasero de bronce, las llamas que engullen a los niños.
Cuando las llamas alcanzan el cuerpo, sus miembros se contraen y la
boca abierta casi parece reír, hasta que el cuerpo contraído se
desliza resbalando al fondo del brasero. Así es que esta mueca se
conoce como risa sardónica, puesto que ríen al morir”.
Cronos
en la mitología griega es el dios del tiempo, que engullía a sus
propios hijos. En la mitología romana es Saturno, padre de Júpiter
(el Zeus griego).
Entre
los israelitas simplemente se pensaba que eran ofrendas en holocausto
a Jehová, Molok era Yahweh con otro nombre (p.e. el sacrificio por
Abraham de su hijo Isaac, trata del ritual de sustitución llamado
Molchomor o Molk del cordero).
Molok
aparece en el Primer Libro de los Reyes 11.7:
“Entonces
Salomón hizo construir un gran edificio para Quemos, la abominación
de Moab, en la montaña que hay frente a Jerusalén, y mlk, la
abominación de los hijos de Ammon.
Y
en Levítico 18.21:
“Y
no entregarás a nadie de tu descendencia a Molech, ni profanarás el
nombre de tu Dios: yo soy el Señor”.
En
el Paraíso perdido de Milton, Molok es uno de los grandes guerreros
de los ángeles rebeldes, vengativo y siempre dispuesto a combatir.
Se encuentra entre los jefes de los ángeles satánicos en el Libro
1, y pronuncia un discurso ante el parlamento del infierno en el
Libro 2:43 -105, a favor de una inmediata guerra contra Dios. Más
tarde comenzará a ser reverenciado como un dios pagano en la Tierra.
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