30/7/10

Piramidología

En las primeras décadas del siglo XX, Antoine Bovis, Wilhelm Reich, Karen Drbal y unos pocos investigadores más, comprobaron que la forma piramidal tiene efectos especiales. El ingeniero checoslovaco Karen Drbal consiguió la PRIMERA PATENTE PIRAMIDAL en 1959, con el Nº 91.304/59, para una pirámide pequeña, capaz de devolver el filo a las hojas de afeitar y hacerlas rendir entre veinte y cincuenta veces más de lo normal.
En China, en la región de Xi’an, hay decenas de pirámides. Una de ellas tiene 365 metros de lado de base y puede verse con el Google Earth, en 34º 23’ 10” N y los 109º 15’ 13” E. En toda China hay cerca de ochocientas pirámides, muchas de las cuales superan en tamaño a la Gran Pirámide de Giza. En Centroamérica se siguen hallando pirámides, sumando cerca de setenta y apenas se ha empezado la época de descubrimientos en Sudamérica, donde también hay algunas docenas. En Bosnia se ha encontrado la que puede ser la pirámide más grande del mundo, rivalizando de cerca con la Gran Pirámide Blanca de China, que tendría unos 500 metros de lado, pero se encuentra en un sitio donde las fotos satelitales públicas no tienen nitidez.
Más Información en: www.piramicasa.es

Los Trece Signos del Zodiaco

22/7/10

Enseñanzas del Maestro Tibetano D.K.

PSICOLOGÍA ESOTÉRICA DE LOS SIETE RAYOS


En las últimas décadas, a través de la psicología, se ha llegado a un conocimiento mayor del hombre, de sus impulsos e instintos, de sus mecanismos inconscientes, etc. Se ha aprendido mucho gracias a las aportaciones de filósofos como Freud y Jung sobre los efectos del subconsciente cuando irrumpe en el consciente con antiguos errores, racismos, complejos y deseos reprimidos.
También hay que tener en cuenta el importante paso que supuso para la psicología la aceptación de que el ser humano es una realidad esencialmente dual, en el que viven dos seres en uno, dos fuerzas opuestas. A pesar de eso, los psicólogos raramente pueden resolver los problemas que supone esta naturaleza, al desconocer el origen profundo de la dualidad.
Para la psicología clásica el comportamiento humano esta basado en dos factores: la herencia y el medio ambiente. Pero, lo que no ha contemplado la psicología clásica es el factor más importante, y es que cada hombre posee una naturaleza espiritual interior, una naturaleza que condiciona sus actos, que marca sus necesidades y el sentido de la vida.

Origen de los 7 Rayos
Según la ciencia esotérica los 7 Rayos provienen de las siete estrellas de la Osa Mayor. Son considerados la manifestación externa de los 7 Centros en la cabeza de Aquél de Quien nada puede decirse, el cual emplea el gran Sol Sirio, como punto focal de los Siete Rayos. Desde este gran Sol, los 7 Rayos se expanden a través de las distintas constelaciones hasta nuestro sistema solar.
Se dice que las 7 estrellas de las Pléyades, de las cuales una no es visible, corresponden al Centro Laríngeo del Uno, mientras que el Sol, el Logos Solar, actúa como chacra cardíaco en el cuerpo de Aquél de Quien nada puede decirse, el cual, a su vez, forma parte de otro Ser superior, cuyo cuerpo de expresión es la galaxia en la que vivimos, la Vía Láctea.
En los seres humanos estos rayos o energías electromagnéticas penetran a través del Centro Coronario, que está situado en la cabeza y que se relaciona con la glándula pineal. En cada hombre, la energía de su rayo desciende de la cabeza al entrecejo a través de la glándula pituitaria. En este centro se transforma en siete haces que se distribuyen por todo el cuerpo humano a través de los diferentes chacras o centros de energía. A la glándula pituitaria se le denomina glándula maestra porque regula el funcionamiento de todo el cuerpo mediante su secreción hormonal.
En su descenso, la energía pasa del entrecejo o Centro Ajna hasta el centro Laríngeo, que se asocia a la glándula tiroides y se convierte en fuego, es decir, en energía más densa. A continuación desciende hasta el centro Cardíaco que está relacionado con la glándula timo que regula el sistema linfático. Y la energía sigue circulando hasta llegar al Centro Base de la columna vertebral, en donde se mezcla con la energía ascendente que proviene de la Tierra, iniciándose así el camino inverso a través de la columna vertebral hasta que sale por la cabeza.

Características de los 7 Rayos
La célebre frase "conócete a ti mismo" que expresó el filósofo griego Sócrates, no implicaba solamente que debíamos conocer nuestros defectos y virtudes, sino que el auténtico conocimiento venía como consecuencia de la comprensión del funcionamiento de los rayos y lo que éstos condicionan la actuación humana.

PRIMER RAYO: Voluntad o Poder
Al Primer Rayo se le denomina de Voluntad o Poder porque los seres que pertenecen a él llegan al Poder a través de su fuerza de voluntad.
El sendero de este Rayo es el más rápido pero también el más difícil. Hay muy pocos seres humanos actualmente que expresen las cualidades de este rayo porque muy pocos serían capaces de resistir la tremenda energía que supone la expresión del primer Rayo en su estado puro.
El hombre de Primer Rayo es un líder, y siempre se le encuentra al frente de la actividad que ha decidido emprender. Es un destructor de las formas cristalizadas. El método característico es la fuerza de voluntad. Estos seres son capaces de "conquistar el cielo por la violencia".

SEGUNDO RAYO: Amor - Sabiduría
El método de este rayo es el de reunir o juntar. Es el Rayo de la dualidad y en él se sintetiza el Amor y la sabiduría.
El hombre de este Rayo siempre tiene deseo de adquirir conocimiento puro, independiente del conocimiento adquirido, por eso su mente siempre está dispuesta a escalar nuevas cimas para conseguir más comprensión, más sabiduría.
Si no hay amor se vuelve frío y egoísta. Y si falta voluntad es inactivo.
La fusión del amor y la sabiduría proporcionan al hombre del Segundo Rayo una inteligencia clara, y facilidad para enseñar a los demás su visión sintética.

TERCER RAYO: Inteligencia Activa
Este es el rayo del pensador abstracto. Rige la filosofía, las matemáticas, la metafísica y también la Astrología.
Mediante la imaginación captan la esencia de la verdad; son idealistas, impulsivos, soñadores y teóricos.
El hombre de este Rayo debe estar en continuo movimiento y creación cuidando de realizar todo de forma desinteresada. Suelen ser poco prácticos y les encanta regodearse en sus propias acciones y creaciones.
Los individuos del tercer Rayo descubren el sendero a través de reflexiones filosóficas pero lo recorren mediante una actitud de entrega y servicio a los demás.

CUARTO RAYO: Armonía a través del conflicto
Este es el Rayo de la lucha y la inestabilidad porque en él están presentes las cualidades de la actividad y de la inercia. Cuando rige la inercia la persona se siente atraída por las comodidades, arrastrándola a un estado de dejadez. Mientras que cuando están bajo la actividad se convierten en personas de gran valor, efectivas e intuitivas.
Suelen crearse situaciones de mucha tensión como consecuencia del enfrentamiento de los pares de opuestos, pero son estas dolorosas experiencias las que les llevan a una rápida evolución.
Las personas de Cuarto Rayo aman la belleza, la armonía, el color. Son personas sensibles y cariñosas, pero los continuos cambios de humor hace que algunas veces resulte difícil convivir con ellas.

QUINTO RAYO: Conocimiento Concreto y Ciencia
Es el rayo de la mente concreta, de la investigación científica. Los individuos de este Rayo aman los hechos.
A pesar de que su punto de vista suele ser estrecho, les gusta actuar con lógica. Su principal problema es la rigidez mental, por ello es importante para él aprender a estudiar las cosas libre de todo juicio preconcebido y aceptando el resultado tal y como es. El individuo de este Rayo es el más materialista de todos.
El hombre de Quinto Rayo debe aplicar el conocimiento para adquirir fuerza interna y confianza en sí mismo.
La disciplina interna y externa le aportan autoconfianza. El método para recorrer el Sendero es a través de la confianza en los demás y en sí mismo.

SEXTO RAYO: Devoción e Idealismo
El efecto de la actividad de este Rayo durante los últimos dos mil años ha sido entrenar a la humanidad en el arte de reconocer los ideales. A los ojos de las personas de este Rayo todo es perfecto o desastroso; es muy extremista.
Sus fines humanitarios les empujan a sacrificarse. Son románticos, y necesitan entregarse a una causa.
No son estadistas ni científicos, pero pueden ser magníficos poetas, amantes del arte, o grandes instructores cuando reconocen que sus cualidades pueden ser útiles a los demás.
Les gusta pasar desapercibidos y cuando alguien les da una responsabilidad son cumplidores y efectivos.
Los individuos de este Rayo recorren el sendero mediante la entrega y el servicio a los demás.

SEPTIMO RAYO: Magia y Ceremonial
El hombre de este Rayo se deleita por todas las cosas realizadas en forma decente y ordenada.
Se sienten motivados por todo lo que es noble, digno, ordenado. Su meta es hacer lo más conveniente y pronunciar la palabra correcta en el momento oportuno.A pesar de querer aparentar gran fuerza y suficiencia carecen de autoconfianza.
Son grandes idealistas y sienten un profundo respeto por la libertad de las personas que junto a ellas conviven.
Las personas del Séptimo Rayo son mentalmente abiertas, y aunque les cuesta reconocer sus errores suelen ser dóciles y predispuestas a cambiar su forma de pensar.
Poseen sensibilidad y prefieren trabajar en grupo como parte integrante del mismo.

Conclusiones y relaciones
1.- Aunque cada persona está bajo la influencia de un rayo, los demás rayos están en él contenidos. La influencia de unos u otros es más importante según lo que cada uno quiera realmente desarrollar o adquirir.
2.- Los Rayos impares tienen características activas y masculinas, mientras que los pares muestras características femeninas y receptivas.
3.- Cuarto Rayo además de poseer las características comunes de los Rayos pares ocupa una posición singular en el proceso evolutivo: la posición central. De aquí el carácter dual de este Rayo en el que convergen las energías de los rayos pares e impares.
4.- Los Rayos 5º y 3º están íntimamente relacionados por la búsqueda del conocimiento puro.
5.- Los tres primeros Rayos corresponden a las tres cualidades esenciales de las trinidades divinas de todas las religiones: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el cristianismo. Brahma, Visnú y Shiva en el hinduismo; Osiris, Iris y Horus en el antiguo Egipto.

Bibliografía: Astrología Esotérica (Josep Fábregas). Tratado sobre los Siete Rayos (Alice A. Bailey). Astrología Esotérica ( Alan Leo)

20/7/10

Esquema del Sistema Solar

Agroglifos (crop circles) aparecidos el 7 de julio del 2.009
nos muestran los detalles de nuestro sistema solar.

11/7/10

¿Por qué nos ocultan los Conocimientos?


FISICA HIPERDIMENSIONAL
 EL GRAN SECRETO

Una nueva rama de la ciencia, con su consiguiente tecnología, podría llevar años de desarrollo en algunos laboratorios, rodeados del máximo secreto. Sus aplicaciones podrían transformar radicalmente la sociedad humana y dar paso a una nueva era imprevisible para el poder. Sin embargo, todos los esfuerzos por encubrir este conocimiento serian inútiles, dado que la teoría en la cual se basa implica que los saltos evolutivos son dirigidos por fuerzas Inter dimensionales que ni siquiera sospechamos.  
En junio de 2000, el Dr. Lijun Wang, de la universidad de Princeton, consiguió superar la velocidad de la luz acelerando un pulso de radiación láser. El resultado del experimento cuestiona la teoría de la relatividad y parece exigir una nueva física para explicar ciertos fenómenos, precisamente en un momento histórico que muchas tradiciones milenarias coinciden en calificar como el comienzo de una nueva edad de oro.  
Imaginemos durante un momento como seria el mundo si la energía que consumimos fuera virtualmente gratuita. Utópico ¿verdad? ¿Y si fuéramos capaces de gobernar el clima, descomponer y recomponer la estructura fundamental de la materia, dirigir el curso de nuestra propia biología y, en general, dominar y controlar cualquier fuerza de la naturaleza? La consecuencia inmediata que se nos ocurre es que nuestro nivel adquisitivo ascendería hasta niveles considerablemente más altos que los actuales, es más: ese proceso se reproduciría a escala mundial haciendo que la pobreza y el hambre desaparecieran de nuestro planeta. En esta situación, no cabe duda de que nuestra especie se vería libre de todas las servidumbres. Viviríamos en un mundo donde no seria necesario trabajar, en el cual cada persona podría encaminar su vida y su talento por los senderos que estimase mas oportuno. 
 Ahora, imaginemos que, por algún acontecimiento cósmico, el ser humano alcanzara estas capacidades, no por meritos propios, sino porque se viera abocado de forma inevitable a dar el siguiente paso evolutivo en esa dirección y que el experimento del Dr. Wang, que parece haber abierto una grieta en la física relativista, es el primer atisbo publico del nuevo conocimiento. Bonita historia, ¿Estaríamos nada menos que ante la utopía soñada por los visionarios de todos los tiempos: el ideal en el cual coinciden las ideologías de todos los signos, aunque discrepen en los medios para crear semejante paraíso. 
 Pues bien todo esto no solo es posible, sino que podría estar empezando a suceder sin que nos enteremos. Indicios recogidos en todo el mundo nos llevan a pensar que nos encontramos en vísperas de conocer el gran secreto: la clave de los mayores enigmas de nuestro mundo y, sobre todo, la fuente de un poder inimaginable. Para conocer los antecedentes de esta historia debemos remontamos a una época increíblemente remota, decenas de miles de años antes de la aparición de nuestro primeros registros históricos. En aquel tiempo parece haber existido una civilización cuyo recuerdo ha pervivido en las leyendas y mitos de prácticamente la totalidad de los pueblos de la tierra en diversos lugares del globo han sobrevivido vestigios de ella: edificios y artefactos que se han convertido en una pesadilla para científicos y arqueólogos.  
No sabemos si sus artífices fueron seres humanos o algo diferente, si eran originarios de nuestro planeta o llegaron a.C. como consecuencia de alguna inimaginable peripecia. Lo que suponemos, porque en esto coinciden todas las leyendas que sobre ellos se escribieron, es que eran dueños de conocimientos que les permitían realizar prodigios inaccesibles para nosotros, haciéndoles aparecer como dioses a los ojos de nuestros antepasados.  
Estos enigmáticos seres no eran dioses, sino tan solo los depositarios de un saber que les otorgaba un poder casi ilimitado comparado con el de nuestros ancestros. Y estamos seguros de que no eran dioses porque, en lo que también coinciden esas leyendas es que ese conocimiento fue la causa de su crepúsculo. La Atlántida, o como se la quiera llamar, desapareció casi de la noche a la mañana destruida por la insensatez de sus habitantes que, borrachos de soberbia, hicieron mal uso del don que se les había otorgado. Los supervivientes se dispersaron por todo el globo. Con el discurrir de los siglos, la antigua ciencia trasmitida de maestro a discípulo a través de generaciones se fue contaminando de superstición.  
Quedaron los ritos, pero la explicación de todo ello se había extraviado hacia mucho tiempo. Axial nacieron las ciencias ocultas, la astrología, la alquimia, las disciplinas espirituales y hasta la magia. Sin embargo, es posible que la antigua ciencia no se haya perdido para siempre y ahora mismo estamos en vísperas de adquirir un conocimiento que, en cuanto a compresión del Universo, nos colocaría a la misma altura de aquellos míticos seres a quienes nuestros primitivos antepasados llamaron dioses. El secreto comienza a dibujarse a partir de una nueva disciplina (o tal vez no tan nueva) llamada física hiper dimensional.  
En 1976 el mundo esperaba expectante las primeras fotografías tomadas por la sonda espacial Viking. Nadie podía imaginar que esas imágenes enviadas desde millones de kilómetros de distancia serian las portadoras de secretos demasiados inquietantes, demasiado desestabilizadores, tanto que la propia NASA podría haber intentado hacerlos desaparecer. Las imágenes procedentes de la región conocida como Cydonia mostraban la existencia de un vasto conjunto de cuerpos de apariencias artificial entre los que destacaba la bautizada como "esfinge de Marte” una gigantesca cabeza esculpida en piedra cuyo rostro, orientado hacia el espacio, nos devolvía la mirada inquisitiva que habíamos dirigido hacia este planeta vecino durante milenarios. A partir de ese momento, personalidades como Richard Hoagland, Vincent Diprietro, Gregory Molenaar o Mark Carlotto, todos ellos provistos de intachables credenciales científicas, consagraron sus vidas al estudio de lo que creían podía constituir la primera prueba material de vida inteligente extraterrestre. 
 Las polémicas imágenes fueron estudiadas hasta el mínimo detalle, se utilizaron complejos procedimientos informáticos para analizarlas y se trazaron pormenorizadas cartografías de la zona con ayuda de los métodos más científicos. Ni la campañíia de desprestigio del caso que llevo acabo la NASA, recurriendo a científicos tan populares en su momento como Carl Sagan, fue suficiente para silenciar las voces que reclamaban un estudio a fondo y oficial de la región de Cydonia. Pero seria en 1988 cuando la investigación sobre las anomalías marcianas tomaría un nuevo rumbo de la mano de Erol Torun, cartógrafo y analista de sistemas del servicio cartográfico de la secretaria de Defensa de EEUU. De las estructuras que se alzan en la llanura de Cydonia, la conocida como pirámide D&M atrajo especialmente su curiosidad. En la esquina sur-suroeste de la “esfinge” exactamente igual a 1/360 del diámetro polar marciano, se encuentra una estructura de un tamaño que resulta difícilmente concebible. La pirámide D&M recibió este nombre como homenaje a sus descubridores, Diprietro y Molenaar. Tiene una altura aproximada de 800 metros y un diámetro de casi 3 kilómetros. Se trata de una pirámide pentagonal, cuyos lados están dispuestos en ángulos de 30 grados. En su construcción se debieron emplear 1,5 kilómetros cúbicos de material y su colocación respecto a los otros objetos de Cydonia dibujan un perfecto triangulo equilátero. Torun, a pesar de sus amplios conocimientos de geomorfología, no conocía ningún mecanismo natural que pudiera explicar la formación de semejante estructura. Fue esto lo que le movió a analizar cuidadosamente su geometría. A pesar de estar vivamente impresionado por la simetría del objeto, el mismo confeso mas tarde que no estaba preparado para lo que iba a encontrar. Codificadas en la estructura de aquel objeto al cual la NASA había calificado como “formación natural”, descubrió una serie de relaciones matemáticas, constantes y expresiones sumamente específicas y redundantes, cuya probabilidad de que se originaran por azar se encontraba cercana a cero. 
 Números irracionales como “Pi” (la razón de la circunferencia respecto del diámetro del circulo) y otras constantes fundamentales en geometría, aparecían repetidamente, combinados de todas las maneras posibles, tanto en los ángulos como en las relaciones entre estos y sus respectivas funciones trigonométricas. Esto, que de por si constituía un asombroso hallazgo, quedo rápidamente empequeñecido por otro descubrimiento mayor, esas mismas relaciones matemáticas se repetían con increíble precisión si se trazaba una serie de líneas que unieran entre si las misteriosas estructuras de la famosa llanura marciana. Todo formaba parte de un complejo diseño que repetía insistentemente los mismos números, figuras y ángulos. Estaba claro que aquello constituía un mensaje dibujado por criaturas inteligentes y expresado en el lenguaje mas universal que existe; las matemáticas. Si tantas molestias se tomaron sus constructores, levantando edificios que había palidecer de envidia a las mayores creaciones del ser humano, algo de suma importancia habrían querido trasmitirnos. La pregunta era, ¿QUE?  
Este enigma inquietaba especialmente a Richard Hoagland, el principal investigador del tema de Cydonia, que no es ningún advenedizo en el campo científico, entre otros muchos puestos oficiales ocupo el cargo de asesor para asuntos especiales de la cadena de televisión norteamericana CBS para el proyecto Apolo, que puso al hombre en la Luna. Durante meses, Hoagland trabajo con aquellas líneas misteriosas, buscándoles un sentido, intentando descifrar su mensaje. Por fin, un buen día, la verdad apareció súbitamente ante sus ojos. Y, ciertamente, resultaba más increíble que la fantasía mas exaltada.  
En la llanura de Cydonia, a 56 millones de kilómetros de nuestro planeta, olvidados durante miles de años, se encontraban dibujados con absoluta precisión los postulados teóricos básicos de una ciencia olvidada que hizo furor a finales del siglo XIX para, mas tarde, caer en el olvido de la ortodoxia científica, que la considero como algo inaceptable: la Física Hiperdimensional.  
Basándose en este conocimiento, Hoagland pudo establecer varias preediciones que, al ser comprobadas, resultaron ciertas. Axial descubrió que, según los postulados de la física hiperdimensional, existe una importante relación entre el tetraedro (o pirámide) y la esfera donde este poliedro puede ser inscrito.
 Considerando a los planetas como esfera y colocando el vértice de un imaginario tetraedro en uno de los polos, los otros tres vértices caen a la altura del paralelo 19.5. Pues bien, curiosamente en esa misma localización geográfica es donde se encuentran los mayores focos de inestabilidad de cada planeta: en la tierra este punto coincide con el cinturón volcánico del Pacifico (el volcán Mauna Kea esta a 19.6 grados Norte), mientras que el gigantesco monte Olimpo de Marte (el mayor volcán del Sistema Solar) se encuentra a 19.5 grados Sur, y algo similar ocurre en Neptuno, que tiene una mancha similar a la de Júpiter, solo que de color azul, y en el sol, donde la mayor incidencia de las manchas (que son el efecto visible de las erupciones derivadas de la alta actividad) se observa, precisamente, alrededor del paralelo 19.5.
 LA FISICA HIPERDIMENSIONAL  
La aparición de estos (vortices planetarios) ya había sido predicha a mediados del siglo XIX por el físico matemático James Clerk Maxwell, cuyas ecuaciones pusieron la piedra angular de la primera teoría unificada de las fuerzas naturales. El electromagnetismo, su teoría supuso un paso ineludible en el camino que condujo a la física moderna: la relatividad de Einstein y la mecánica quantica, de Planck, Heisenberg y Schrodinger. Sus postulados fueron propuestos por los científicos mas notables de la época, y muy poco dados a especulaciones para científicas como Helmholtz, Lord Kelvin, Faraday y el propio Maxwell. Estos pioneros llegaron a la conclusión de que nuestra realidad tridimensional no es sino la parte accesible para nosotros (seres tridimensionales) de un universo de mas dimensiones, y que en la interacción entre esas otras dimensiones y las tres que constituyen el mundo material de nuestra experiencia se encontraría el secreto de muchos fenómenos hasta ahora inexplicables, e incluso la clave de la aparición de la vida sobre nuestro planeta.  
Los padres de la física hiperdimensional llenaron pizarras con interminables cálculos, desarrollaron ingeniosos modelos cosmológicos y levantaron un verdadero edificio de relaciones matemáticas y geométricas. Las mismas que mas tarde aparecerían en un lugar tan insospechado como la superficie de Marte. Sabían que, en determinadas circunstancias, tendría que existir un flujo de energía de esas otras dimensiones hacia la nuestra. Concretamente, afirmaban que un sistema giratorio de un espacio de cuatro dimensiones haría surgir una serie de vértices de energía al ser proyectado en un espacio de tres dimensiones como el nuestro. Ese fenómeno se produciría, según sus cálculos matemáticos, a 19.5 grados de ecuador. Sin embargo, lo novedoso de la idea la hizo blanco de numerosos ataques y termino cayendo en el cajón del olvido científico. Son celebre, en este sentido, los adjetivos descalificadores “místicos” “obra del diablo” que el físico Oliver Heaviside dedico a estos trabajos de Maxwell por tratar con conceptos hiperdimencionales.  
Sin embargo, a medidos de la década de los 60, un hallazgo astronómico aparentemente irrelevante vino a apoyar los planteamientos de aquellos pioneros de la física del siglo XX. Las observaciones que se realizaron a través de los primeros espectrógrafos demostraron que el planeta Júpiter desprende una “radiación infrarroja anómala” esto es, emite mucha mas energía de la que recibe del sol. Posteriormente, las ondas Pioneer y Voyager pusieron de manifiesto que el mismo fenómeno inexplicable se repetía en Saturno, Urano y Neptuno. Esto constituía una anomalía cósmica de primer orden. Si la cantidad de radiación emitida al espacio por estos planetas es muy superior a la que correspondería a la suma del calor interno y al que reciben del Sol, entonces, ¿de donde procedía esa energía adicional? Para la Física Hiperdimensional la respuesta es que la combinación entre la masa de los planetas y su momento angular (la energía de su desplazamiento alrededor del sol) genera un punto de contacto con otras dimensiones, a través del cual se produce una transferencia de energía. Esto se puede cuantificar a través de la formula L = mr 2, en la que “L” es la energía resultante, “m” la masa y “r” el momento angular. Dicho llanamente: recibimos aportaciones energéticas de otras dimensiones inaccesibles a nuestra experiencia tridimensional, y el propio sistema solar funciona como un mecanismo que genera los portales interdimensionales a través de los cuales penetra dicha energía.  
Los parámetros físicos y matemáticos requeridos para esta transferencia de energía e información procedentes de un hipotético espacio n-dimensional (donde n es un numero indeterminado) fueron establecidas en su momento por personalidades científicas del siglo XIX de la talla del matemático alemán Georg Riemann, el físico escocés Sir William Thompson, el ya citado Maxwell y el matemático británico Sir William Rowan Hamilton. Fue concretamente el matemático Arthur Cayley quien estableció las relaciones geométricas interdimensionales que aparecen, no solo en la llanura de Cydonia, sino también en la geometría sagrada que durante milenios ha acompañado a las practicas esotéricas mas diversas y ha regido la configuración formal de las construcciones de la arquitectura sagrada.  
No obstante, hay una objeción legítima que hacer. Esta muy bien que exista una física hiperdimensional asociada a la mecánica celeste, pero ¿no hay algo mas actual, mas tangible, que pueda confirmarnos que estamos ante un indicio que pueda conducirnos a la antigua ciencia de los dioses?
FUSION FRIA
Entre el 6 y el 9 de diciembre de 1993 tuvo lugar la cuarta conferencia de fusión fría en Maui, Hawai, muy cerca del paralelo 19,5. Científicos de todo el mundo se habían reunido para tratar lo que podía ser el mayor hallazgo de la historia. Se presentaron más de 150 ponencias del más alto nivel y asistieron los padres de esta disciplina: Stanley Pons y Martín Fleischmann, que habían acudido desde el laboratorio que en Niza ha montado para ellos Technova, una subsidiaria de Toyota. 
La conferencia de Maui fue el último gran acontecimiento en el campo de la fusión fría, marginado por la ciencia oficial. A pesar de que en todo el planeta existen equipos de investigación que continúan trabajando sobre este tema, su labor solo es recogida por revistas especializadas como Infinite Energy. Aquellos que, a pesar de la postura oficial al respecto se deciden a investigar el tema, se ven acosados por sus antiguos colegas. ¿Por que esta persecución?  
Los orígenes de la fusión fría se encuentran en los trabajos de Pons y Flrischman, que el 23 de marzo de 1989 convocaron una rueda de presa en la universidad de Utah, para realizar un asombroso anuncio. Según habían comprobado repetidas veces, la electrolisis de agua pesada empleando electrodos de platino y paladio tenía como resultado una producción de energía calorífica mayor que la correspondiente a la electricidad utilizada. Si se encontraba una forma de aprovechar este calor adicional, habrían encontrado una fuente inagotable y gratuita de energía. El informe levanto una encendida polémica. El 1 de mayo de1989 la American Physical Society dio carpetazo a todo el asunto catalogándolo de mera “superchería científica”. Sin embargo, esto no desalentó a decenas de investigadores que, patrocinados por empresas multinacionales como Toshiba, Hitachi, Toyota, Exxon o Carterpillar, mas interesadas en los resultados económicos que en los prejuicios científicos, continúan trabajando en este terreno.  
Los experimentos originales han sido reproducidos, incluso mejorados, en incontables ocasiones, pero nadie ha sido capaz de dar el paso definitivo en la explicación del fenómeno. Técnicos competentes, con amplia experiencia, se desesperan al comprobar como el mismo experimento, idéntico hasta el mínimo detalle, arroja resultados diferentes cada vez que se realiza. A veces no sucede nada en absoluto; en cambio, la producción de calor es intensísima. Para añadir confusión, se ha comprobado que determinadas frecuencias acústicas actúan de catalizador de estas reacciones.  
Tal vez, los antiguos alquimistas (depositarios a fin de cuentas de los vestigios de la antigua ciencia) pudieran aportar algo de luz a los trabajos de sus modernos seguidores. Ellos sabían bien que determinados momentos astrológicos eran más propicios que otros a la hora de llevar a cabo sus operaciones. Bajo el prisma de la física moderna esto es una insensatez, pero considero bajo la física hiperdimensional todo adquiere un sentido muy claro, ya que es precisamente el curso de los planetas el que marca la pauta de transferencia de energía entre las dimensiones; posiblemente esa misma energía que se detecta en los recipientes de la fusión fría, pero que nadie acierta a explicar de donde proviene. Por otro lado, resulta curioso que tanto el paladio como el platino y el aluminio (empleado también en los experimentos de fusión fría) tenga una estructura cristalina en forma de tetraedro y sus átomos se organicen formando esta misma figura geométrica, clave en las formulas de la física hiperdimencional
 Es muy probable que estos exploradores en el campo de la fusión fría estén redescubriendo algunos de los secretos que ya conocían los antiguos alquimistas y puede que alguien haya llegado un poco más lejos, aunque amparado en las sombras de un impenetrable secreto. Es posible que estemos otorgando atributos de máxima novedad algo que determinados grupos podrían haber conocido y desarrollado en secreto desde hace años. En la comunidad de los estudiosos de las conspiraciones hace tiempo que existe una creencia muy extendida respecto a la existencia de un “gran secreto” que explicaría numerosos casos de encubrimiento en los cuales aparece involucrado el gobierno estadounidense.  
La mayor parte de estos estudiosos opina que este secreto podría estar relacionado con los aparatos que incesantemente viene avistándose en nuestros cielos, desde que en 1947 comenzara a hablarse de “platillo volantes”. Pero existe otro sector que, afinando un poco mas, opina que tras este muro de silencio se oculta toda una nueva rama de la ciencia, cuyo desarrollo tecnológico durante los últimos 50 años se habría escamoteado a la opinión publica. La física hiperdimensional podría muy bien ser esa ciencia.  
a.C. podría encontrarse la explicación al interés, por supuesto extraoficial, que departamentos gubernamentales de varios países han mostrado por los trabajos del heterodoxo y genial inventor Nicola Tesla, plenamente convencido de la existencia de otras dimensiones y de nuestra capacidad para contactar con ellas. También se explicaría la implacable persecución que sufrió en vida otro inventor genial, el psicólogo Wilhelm Reich, cuyo trabajo ha sido sistemáticamente sometido a campañías de desprestigio por un organismo con tan pocas atribuciones en el campo científico como el FBI. ¿Porque mereció un acoso tan cruel un hombre que, Reich, afirmaba haber descubierto una fuente de energía libre (orgon), a la cual accedía a través de unos “generadores” en los cuales una serie de formas geométricas (asociadas al tetraedro) tenían vital importancia?  
En la misma línea, la existencia de un desarrollo tecnológico tan secreto como apartado de la ciencia convencional explicaría que en el seno de las altas esferas militares se produzcan casos como el de famoso Experimento Filadelfia o el HAARP (un proyecto ultra secreto para controlar el clima con fines militares), pasando por las misteriosas actividades que se desarrollan en la mítica Área 51 (ANIO / CERO 84). También quedaría explicada de esta manera la serie de incongruencias y ocultaciones en las que lleva años incurriendo la NASA en lo tocante al tema de Cydonia, o el súbito interés que la Ballistic Missile Defense Organization, dependiente del Pentágono, ha mostrado por la exploración de nuestro satélite, donde según Hoagland podría haber señales parecidas a las dejadas en Marte.  

Pero, ¿por que suprimir una tecnología que podría suponer el inicio de una edad de oro para la humanidad? a.C. ya no estamos hablando de mantener una ventaja estratégica sobre un potencial enemigo o de oscuros intereses económicos asociados a la gran compañía petrolera. Lo que esta en juego en este tema es algo aun más importante. Con una fuente de energía virtualmente gratuita y sin contar con otras insospechadas aplicaciones que pudiera tener la tecnología hiperdimencional (viajes espaciales, transmutación de los elementos, control del clima, etc.) nos encontraríamos ante un cambio radical de toda la estructura social y política a escala mundial. La energía libre haría que prácticamente cualquier producto de los que adquirimos habitualmente tuviera un precio irrisorio. 
 El sistema económico mundial se derrumbaría bajo el peso de toneladas de oro producido en el laboratorio y que ya no tendría ningún valor. Conceptos como riqueza, pobreza o propiedad se convertirían en meros recursos retóricos, sin ninguna realidad social que los respaldase. Se abriría una época de caos, pero también de esperanza. El poder económico y político caería por su propio peso, despojándolos de los mecanismos que lo sustentan y que pueden resumirse en una breve frase: “la capacidad de administrar unos bienes escasos”. Al fin y al cabo, esta es la razón profunda por la cual en un mundo con 1000 millones de hambrientos crónicos y decenas de muertos anuales por inanición se destruyen alimentos, o se suprimen cultivos. La sociedad de la abundancia, como la del pleno empleo, es incompatible con el sistema. Sin embargo, si estamos ante un momento en el cual la misma dinámica interdimencional del universo determina a un asalto cualitativo en la evolución, no habrá manera de impedir el cambio.  
Conocedor de los datos que acabamos de exponer, el norteamericano David M. Jinks los ha estudiado cuidadosamente y ha elaborado una impresionante teoría, expuesta en su revelador libro The monkey and the tetrahedron (Glass Moon Press, Seattle, 1999). Jinks llega a una sorprendente conclusión: los periodos de actividad hiperdimensional están íntimamente ligados al ser humano y, en la actualidad, estamos a punto de acceder a uno de esos saltos evolutivos. Su argumentación no puede ser más racional. La practica totalidad de los textos espirituales, antiguos o modernos, insisten en la importancia del amor como llave que abre las puertas de la evolución humana. El amor es un flujo completamente libre y sin restricciones de información, que puede tomar la forma de palabras, pensamientos o pura energía. En un mundo donde la aceptación incondicional fuera la regla, la energía en todas sus formas fluiría coherentemente sin ningún tipo de resistencia. El amor, descrito de esta manera, seria el estado ideal para la transmisión de la energía. Ahora, consideremos este concepto en términos de física hiperdimensional.  
En el punto mas alto de uno de estos periodos en los cuales la transmisión de energía desde otras dimensiones crece considerablemente, cuando la geometría del sistema esta perfectamente alineada para permitir el flujo de información procedente de dimensiones superiores hacia nuestra realidad, ¿que sucede? Básicamente, que aquellos sistemas que estén dispuestos a aceptar sin resistencia el flujo energético que les llegue se verán positivamente transformados por este, mientras que aquellos que opongan resistencia al nuevo patrón de vibraciones sufrirán una serie de consecuencias adversas. Pues bien, a través de las predicciones de la física hiperdimensional. Jinks nos dice que esos periodos de máxima transferencia se dan cíclicamente y vienen a coincidir con aquellos momentos en los cuales se producen grandes convulsiones evolutivas en nuestro planeta, con extinciones en masa de ciertas especies y la aparición de otras. Lo más inquietante es que todos los datos parecen indicar que todos los datos parecen indicar que ahora nos encontramos inmersos en uno de esos momentos.  
Es de justicia dejar constancia de que estos grandes ciclos ya fueron descritos con precisión por cosmogonías tan alejadas entre si como la Maya, la Hindú o la de los indios Hopi norteamericanos, que coinciden en situar en la actualidad uno de estos periodos (ANO / CERO 30). Pero, además, existen pruebas objetivas que vienen a confirmar la veracidad de estas antiguas profecías. Una es la llamada resonancia de Schumann, que consiste en una serie de ondas estacionarias de la ionosfera terrestre. La existencia de estas ondas fue propuesta por el físico alemán. W.O. Schumann en 1952. Simplificando mucho, estas ondas pueden ser descritas como la resonancia electromagnética del planeta. 
 Es decir, se puede pensar en esta frecuencia como en el pulso vibratorio de la Tierra: un patrón electromagnético que afecta a todos sus habitantes. Este patrón vibratorio es extraordinariamente estable y comprende un rango de frecuencia de 7, 8, 14, 20, 26, 33, 29  y45 Hz. La constancia de la resonancia de Schumann es tal que las comunicaciones militares de todo el mundo se han establecido en base a ella. Pero en 1987, sin razón aparente, el pulso del planeta comenzó a incrementarse. Según observaciones realizadas en el Instituto de Meteorología y Geofísica de la universidad de Frankfurt y por universidad de Alaska, en 1994 ese latido estable de 7,8 ciclos por segundo había aumentado casi un 11% alcanzando los 8.6 Hz. 
 En noviembre de 1996 ese incremento era aun mayor y la habitual estabilidad de esta constante se había perdido, viéndose sometido este ritmo natural a imprevisibles fluctuaciones. Se trata de un hecho alarmante, no solo porque algo considerado hasta ahora como constante ha dejado de ser fiable, sino porque se trata de un fenómeno inexplicable, por mas que los informes oficiales se afirme que es “consistente con las teorías aceptadas” Se cree que la vibración se volverá a estabilizar cuando alcance los 13 Hz, el numero siguiente en la serie de Fibonacci, una progresión numérica muy significativa para la física hiperdimensional.  
¿Que podría significar todo esto? Básicamente, que un flujo de energía de origen desconocido no solo esta penetrando en nuestro planeta, sino haciendo subir su patrón vibratorio y, con este, el de todo lo que el planeta contiene, incluidos sus habitantes. El calentamiento del globo, el agujero de la capa de ozono o el inexplicable fenómeno al que se enfrentan psicólogos de todo el mundo al comprobar como los coeficientes intelectuales de los niños nacidos recientemente crecen por encima de la media, sin que haya causa aparente para ello, pueden ser otros síntomas de que un flujo de energía-información esta comenzando a transformar nuestro planeta. De nuestra capacidad para vibrar en armonía con el puede depender nuestra supervivencia o el que venga a sustituirnos una especie que encaje mejor con el nuevo patrón.  
A pesar de la incomprensión, cuando no el abierto acoso por parte de las instituciones académicas oficiales, decenas de personas trabajan actualmente para abrir caminos en un campo que podría conducir a la humanidad hacia la tan anhelada edad de oro.  
En un momento en el cual la tecnología y la ciencia en que se basa parecen estar a punto de tocar techo, tal vez haya llegado el momento, querámoslo o no, de que la humanidad experimente un salto evolutivo que la conduzca a nuevas formas de organización social, política y económica. De ser axial, lo más apropiado seria que lo hiciéramos voluntariamente para evitar que la transición resulte dolorosa y traumática.  
En este contexto, es comprensible que el poder establecido este dispuesto a todo para evitar que este conocimiento trascienda, porque acarrearía la crisis definitiva de la actual cultura y el nacimiento de otra forma de pensar y de vivir, en cuyo marco no habría espacio para el sistema vigente, vertebrado sobre el trabajo remunerado. El reino de la necesidad daría paso a un reino de libertad sin precedentes. Pero en este caso, quienes actualmente ostentan el privilegio del poder, lo perderían.

10/7/10

Archivos de La Nasa

UNA IMAGEN VALE MÁS 
QUE MIL PALABRAS.









Habitantes de Pangea

 LOS ARCHIVOS SECRETOS DE NASA
FOTOGRAFÍAS INEDITAS DEMUESTRAN QUE NUESTROS 
ANTEPASADOS NO ERAN PRIMATES.



Arqueología de Pangea

 ARCHIVOS SECRETOS.
Estas fotografías revelan la existencia en la tierra de nuestros antepasados, los Gigantes, conocidos en la Mitología como Titanes (Dioses del Olimpo), Cíclopes (gigantes de un solo ojo) y muchos más que iremos descubriendo más adelante.
Una vez más las evidencias nos demuestran que los humanos no descendemos del simio, la comunidad científica y los darwinistas deberían reconocer su gran error, y devolverle al Ser Humano su origen Divino.