31/3/20

Dragones Chinos (II)


Hay varios lugares en China llamados “Nueve Dragones”, el más famoso de los cuales era Kowloon en Hong Kong. La parte del Mekong que discurre por Vietnam se conoce como Cửu Long, con el mismo significado.
Representaciones de dragones o parecidos a éstos, han sido halladas en muchos yacimientos arqueológicos del Neolítico por toda China. La representación de dragones más antigua se ha encontrado en yacimientos de la cultura de Xinglongwa. En los yacimientos de la cultura de Yangshao en Xi'an se han hallado vasijas de arcilla con motivos de dragón. La cultura de Liangzhu también produjo diseños de dragón.

Los yacimientos de la cultura de Hongshan en la actual Mongolia Anterior demuestran que produjeron amuletos de jade con forma de cerdo-dragón, una de las formas más antiguas, una criatura alargada y enroscada con una cabeza parecida a la de un jabalí. El carácter para «dragón» en la escritura china más antigua tiene una forma enroscada parecida, al igual que los amuletos de jade de dragón posteriores del periodo de la dinastía Shang.

El número nueve se considera afortunado en China, y los dragones chinos están frecuentemente relacionados con él. Por ejemplo, un dragón chino se describe normalmente en términos de nueve atributos y suele tener 117 escamas: 81 (9×9) masculinas y 36 (9×4) femeninas. También por eso es por lo que hay nueve formas de dragón y el dragón tiene nueve hijos.

El dragón chino tiene nueve representaciones clásicas, aunque existen más de 100 maneras de nombrarlo:
-Tianlong es el Dragón Celestial que tiene la capacidad de volar.
-Shenlong el Dragón Espiritual que es de color azul y rige la lluvia, el viento y las nubes.
-Fucanglong el Dragón de los Tesoros Ocultos.
-Dilong el Dragón del Inframundo que domina los ríos y arroyos y sólo vuela para aparearse.
-Yinglong el Dragón Alado que era un sirviente del Emperador Amarillo fue premiado con la inmortalidad convirtiéndolo en dragón.
-Jiaolongel Dragón Astado con forma de cocodrilo.
-Panlong el Dragón Enroscado que habita las aguas.
-Huanglong el Dragón Amarillo, que emergió del río Luo para enseñar la escritura a Fuxi (compañero de Nüwa y el primero de los tres soberanos de la antigua China).
-Lóngwáng el Rey Dragón, que puede adquirir forma humana y controla el clima.

Al dragón primigenio se le atribuyen nueve hijos que son los que solemos ver representados en pinturas y esculturas. Cada uno de estos nueve hijos dragones tiene un significado diferente y podemos encontrarlos en diferentes lugares.

Estos son los nombres que reciben tradicionalmente desde el siglo XVI, aunque el Gobierno Chino los ha modificado ligeramente:
-Qiuniu, un híbrido de vaca y dragón, amante de la música que podemos encontrar adornando instrumentos musicales.
-Yazi, mezcla de lobo y dragón, es muy agresivo y lo vemos en las guardas de las espadas.
-Chaofeng, entre una cabra y un dragón, sus actividades favoritas son escalar y comer y se suelen colocar en las esquinas de los edificios aguantando el techo.
-Pulao, híbrido de perro y dragón, su entretenimiento favorito es gritar y por eso lo vemos como agarradero o asa en las campanas.
-Suanni, entre león y dragón, le gusta estar sentado y consecuentemente lo encontramos en la base de ídolos budistas.
-Bixi, mezcla de tortuga y dragón, es capaz de llevar objetos muy pesados en su caparazón por lo que se utiliza como soporte para construcciones pesadas.
-Bi’an, híbrido de tigre y dragón, vigila las puertas de las prisiones haciendo guardia.
-Baxia, entre serpiente y dragón, el agua es su elemento favorito por lo que se utiliza en la construcción y estructura de puentes.
-Chiwen, mezcla de pescado y dragón, es un gran comedor y se coloca en los extremos de los tejados, en los desagües, para que “devore” las malas influencias que se acercan a las casas.

Hay otras dos especies (inferiores) de dragón, los jiao y los li, ambos sin cuernos. De los jiao se dice a veces que son dragonas. La palabra también se usa para aludir a cocodrilos y otros grandes reptiles. De los li se dice que son una versión amarilla de los jiao. Mientras los dragones suelen considerarse favorables o sagrados, los jiao y los li se representan a menudo como malévolos.
Continuará...

29/3/20

Dragones Chinos (I)

                          El dragón en la bandera de Bután.

Bután en tibetano significa la tierra del dragón (Druk Yul), el druk o Dragón del Trueno sostiene joyas en sus garras, que representan la abundancia.
El color amarillo representa a la monarquía secular, mientras que el naranja representa a la religión budista.

La bandera de China también contó con un dragón durante la dinastía Qing.
El dragón es un animal mitológico y legendario en China y en otras culturas asiáticas. Es la personificación del concepto Yang (masculino) y está relacionado con el tiempo, como propiciador de la lluvia y el agua en general.

La forma enrollada de la serpiente o dragón tuvo un importante papel en la antigua cultura china, como la diosa Nüwa y Fuxi que se representan con cuerpos de serpientes.
El primer emperador de China, usaba una serpiente en su escudo de armas, cada vez que conquistaba una nueva tribu incorporaba el emblema del enemigo derrotado en el suyo, esto explica por qué el dragón parece tener características diversas de otros animales.
Para la dinastía Han la apariencia del dragón se describía como un ser con el tronco de una serpiente, las escamas de una carpa, la cola de una ballena, los cuernos de ciervo, la cara de un camello, las garras de un águila, las orejas de un toro, los pies de un tigre y los ojos de una langosta, además de tener una perla llameante bajo su mentón.
Los dragones chinos se representan ocasionalmente con alas de murciélago que crecen de sus miembros delanteros, pero la mayor parte de ellos carecen de ellas, aunque siguen siendo capaces de volar.

Hay cuatro Reyes Dragones principales, que representan cada uno de los cuatro mares: el Mar del Este (correspondiente al Mar de China Oriental), el Mar del Sur (Mar de la China Meridional), el Mar del Oeste (a veces considerado el Océano Índico y más allá) y el Mar del Norte (a veces considerado el Lago Baikal). Debido a esta relación, se les considera a cargo de los fenómenos meteorológicos relacionados con el agua.
En la antigüedad muchas poblaciones chinas (especialmente las cercanas a ríos y mares) tenían templos dedicados a su Rey Dragón local. En épocas de sequía o inundación era costumbre que los ancianos y autoridades locales llevasen a la comunidad a dedicar sacrificios y celebrar ritos religiosos para apaciguar al dragón y pedirle lluvia o el cese de ésta.
El culto a los Reyes Dragones como gobernantes del agua y el tiempo, persiste en muchas regiones y está profundamente arraigada en las tradiciones culturales chinas, como las celebraciones del Año Nuevo Chino.

El rey de Wuyue, en el periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos, era conocido a menudo como el Rey Dragón o el Rey Dragón del Mar debido a sus amplios proyectos de ingeniería hidrológica que domaron los mares.
Se dice que el legendario primer emperador Huang Di fue inmortalizado como un dragón que se parecía a su emblema y ascendió al Cielo. Debido a que los chinos consideran a Huang Di como su antepasado, a veces se llaman a sí mismos “los descendientes del dragón”. Esta leyenda también contribuye al uso del dragón chino como símbolo del poder imperial.
Los dragones amarillos o dorados con cinco garras en cada pie, eran un símbolo del emperador en muchas dinastías. El trono imperial era llamado «Trono Dragón». Durante el final de la dinastía Qing el dragón fue adoptado incluso como bandera nacional. El dragón aparecía en los grabados de las escalinatas de los palacios y tumbas imperiales, como la Ciudad Prohibida en Pekín.

Era una ofensa que los plebeyos llevasen ropas con el símbolo del dragón. El “Muro de Nueve Dragones” es un mural con imágenes de nueve dragones diferentes que se encuentra en palacios y jardines imperiales. Dado que el nueve se consideraba el número del emperador, solo los más altos oficiales tenían permitido lucir nueve dragones en sus togas, y éstas debían estar totalmente cubiertas por un surcot. Los oficiales de menor rango lucían ocho o cinco dragones en sus togas, de nuevo cubiertas. Incluso el propio emperador llevaba su túnica de dragones con uno de ellos oculto a la vista.

En algunas leyendas chinas, un emperador podía nacer con una marca de nacimiento con forma de dragón. Por ejemplo, una leyenda cuenta la historia de un campesino nacido con una marca de este tipo que derroca a la dinastía gobernante y funda una nueva. Otra leyenda habla de un príncipe que se escondió de sus enemigos y que es identificado por su marca de nacimiento con forma de dragón.
El dragón es uno de los doce animales del zodiaco chino que se usa para designar los años en el calendario chino. Se cree que cada animal está relacionado con ciertos rasgos de la personalidad. Los años del dragón suelen ser los más populares para tener hijos.
En las artes marciales de China se usa el término “estilo dragón” para describir los estilos de lucha basados en la comprensión del movimiento.

El dragón Azul (Qing Long, 青龍) se considera el principal de los cuatro guardianes celestiales, siendo los otros tres: Zhu Que (朱雀, ‘pájaro rojo’), Bai Hu (白虎, ‘tigre blanco’) y Xuan Wu (玄武, ‘tortuga negra’). En este contexto, el Dragón Azul está relacionado con el Este y el elemento de la Madera.
Continuará...

23/3/20

Los Dragones Armenios


El Monte Ararat, sagrado para los armenios aunque ubicado en Turquía, aparece en muchas tradiciones y leyendas armenias como sede de misteriosas tribus de Dragones, criaturas que moraban muy cerca de la cima de esa impresionante montaña, elevada a más de 5.100 metros sobre el nivel del mar.

Según esos relatos, los dragones eran seres con una inteligencia muy desarrollada, y poseedores de una gran destreza en el uso de la magia y la hechicería.
También se cuenta que tenían un tamaño gigantesco y una voz atronadora, y aunque no hay consenso a la hora de definir cuál era su verdadera apariencia, en general se les describe como enormes serpientes. No obstante, las leyendas armenias subrayan que los dragones tenían la capacidad de cambiar su apariencia a voluntad, de ahí que a menudo no se les distinguiera de los hombres.
Esto explicaría que en muchos relatos se asuma con naturalidad que hubo matrimonios entre humanos y dragones, de los cuales nacieron híbridos con cualidades extraordinarias, como los tres hijos de la reina Anush, esposa humana de un jefe dragón.
En la lengua armenia, al dragón se lo llama Vishap, una voz de origen persa que significa “con saliva venenosa”. Vishap calificó también a Azhi Dahaka, un dragón de tres cabezas y figura demoníaca de la mitología persa.

Por su parte, la mitología armenia hace la distinción entre “el jefe de los dragones” y otros dragones; porque el dragón engendra y se multiplica. Razón por la cual antiguas y bellas canciones hablan de misteriosas historias en las que un dragón y su prole viven cerca del Massis (Monte Ararat). Y las de un malvado dragón que secuestra a una hermosa princesa que se llama Tigranuhi, hasta que el hermano de la princesa, el legendario rey Tigranes combate con la bestia, lo mata con su lanza y rescata a la doncella.

Otra historia refiere el caso de la Reina Satenik, la hermosa esposa del rey Artaxias, a quien hechizó un tal Argavan, jefe de la tribu de los dragones, y tuvo una relación amorosa con él.
La historia sugiere que Argavan indujo a Artaxias a participar de un banquete en su honor en el palacio de los dragones. En plena fiesta y traicioneramente, atentó contra su invitado real, Artaxias escapó de la trampa con vida porque conservó a su reina infiel y murió de muerte natural.

Otras leyendas armenias cuentan que el dragón o los hijos de los dragones acostumbraban a robar niños y reemplazarlos con un pequeño espíritu maligno de su propia prole, que por lo general es siempre malvado.

Una víctima de estos dragones y Devs (seres elementales) armenios fue Artavasd, hijo del rey Artaxias, quien fue amigo de Aníbal en su exilio y fundador de Artaxata. Cuenta la historia que durante su corta vida, Artavasd, se mantuvo siempre leal a sus extraños ancestros. Hasta que un día desapareció inesperadamente porque se arrojó por un precipicio del Massis. Los espíritus de la montaña o los mismos dragones lo recogieron y se lo llevaron con ellos.

La más importante entre todas estas leyendas es la de Vahagn, el dios armenio del fuego, los truenos y los relámpagos quien ameritó el apodo de “cosechador de dragones” por haber combatido a los dragones tal como lo había hecho Indra, la antigua deidad védica. Los detalles de estos combates se han perdido en el tiempo, pero se cree que en aquellos días los dragones habrían sido los aliados de Vrtra.

Las canciones épicas mencionan a Anush como esposa de un dragón y madre de los hijos del dragón. Ella vivía en un barranco en el pico más alto del Massis.
Los registros permiten conjeturar que además del dragón había también una raza de hombres-dragones, nacidos de la unión de dragones con esposas humanas. No se tiene certeza de ello, sin embargo no se sugeriría nada raro ya que la historia de las creencias humanas está repleta de esos “padres serpientes” de hombres notables.

Igual que otras culturas del mundo, los armenios asociaron los violentos fenómenos meteorológicos con el dragón. En un curioso pasaje, Eghisheh (siglo V) compara la ira de Yesdigerd I a una tormenta y al dragón en el centro de la misma. Eznik habla de la “ascensión del dragón” con lo que aparentaban ser bueyes en el cielo, y esta aserción concuerda con las crónicas armenias del medioevo acerca de la elevación del dragón, un evento acompañado siempre por truenos, rayos y lluvias torrenciales.


18/3/20

El Dragón de Gales (II)


En la emisión de monedas de colección, el dragón rojo, animal nacional del País de Gales, se encuentra en la tercera pieza lanzada por The Royal Mint, correspondiente a la serie “Bestias de la Reina”. La emisión consta de monedas de una y cinco onzas de oro de 9999 milésimas de pureza .

El diseño de anverso y reverso es obra de Jody Clark, uno de los principales grabadores y diseñadores de The Royal Mint. El último retrato de la reina Isabel II de Inglaterra preside el anverso, en el que aparece el nombre de la soberana, las siglas de la tradicional leyenda “Reina por la Gracia de Dios y Defensora de la Fe” y el valor facial de la moneda. Bajo el retrato aparecen las siglas de su autor, JC. En el reverso, la imagen del dragón galés portando un escudo, aparece rodeada por el nombre “Red Dragon of Wales” y el año de emisión.

Los dragones, quizá las criaturas míticas más conocidas, aparecen en leyendas de muy diversas culturas por todos los rincones del mundo. En Europa, la figura del dragón se considera una criatura terrorífica pero a la vez fuerte, inteligente y poderosa.
El dragón aparece en las crónicas galesas hacia el siglo VI, denominado a veces como el Dragón rojo de Cadwallader, que era el legendario rey de Gwynedd.
El dragón que aparece entre las “Bestias de la Reina” fue adoptado como emblema por Owen Tudor y luego recogido por su hijo, que reinaría con el nombre de Enrique VII. Sus tropas lucieron el estandarte con el Dragón Rojo en la Batalla de Bosworth, que sirvió a Enrique para hacerse con el trono de Inglaterra.
Por su parte, Enrique VIII utilizaba en sus barcos la imagen del dragón rojo sobre un fondo verde y blanco (los colores de la Casa de Tudor), un emblema que se utilizaría durante muchos años para representar a Gales, aunque no sería hasta el año 1.959 cuando la reina Isabel II lo convirtiera de forma oficial en la bandera de País de Gales.

El dragón que se muestra en las Bestias de la Reina es rojo con el vientre amarillo y sostiene en sus garras un escudo rojo y oro, dividido en cuartos e ilustrado con leopardos, el emblema de Llewelyn ap Griffith, el último príncipe nativo de Gales.

Para realizar el diseño que aparece en esta tercera pieza de la emisión, Jody Clark se inspiró en una serie de animales vivos, relacionados con la criatura mitológica, como los lagartos, cocodrilos y serpientes. Además del León de Inglaterra, el Unicornio de Escocia y el Dragón Rojo de Gales, ya representados en estas tres primeras emisiones de la colección, las siguientes “Bestias de la Reina” que aparecerán en las monedas de The Royal Mint son: el Toro Negro de Clarence; el Halcón de los Plantagenet; el León Blanco de Mortimer; el Centícora de Beaufort; el Galgo Blanco de Richmond; el Caballo Blanco de Hanover; y el Glifo de Eduardo III.


14/3/20

El Dragón de Gales (I)


El Dragón es uno de los símbolos del País de Gales. Aparece en su bandera y es probable se trate de una huella de la colonización romana, cuyo ejército utilizaba dragones como estandartes. Enrique VII tomó ese símbolo del rey Cadwalader, colocándolo en un fondo verde y blanco que representaba la Casa de Tudor.

Según la tradición, el origen del dragón rojo representado en la bandera de Gales, llamado Draig Goch o Dragón Galés, proviene de un antiquísimo conflicto entre dos de estas bestias, una blanca y una roja.
Del dragón blanco se decía que era la encarnación del mal, pero existía un problema, y era que los constantes enfrentamientos entre estos dos dragones provocaban daños en los humanos, y se creía que el simple sonido que emitían al luchar era suficiente para dejar a quienes lo escuchasen sin descendencia.

Llud, el entonces monarca de Gran Bretaña se decidió a encontrar una solución a este gran conflicto, para lo cual pidió consejo a su sabio hermano Llefelys. Éste le propone cavar un enorme agujero en el centro del reino y después llenarlo de hidromiel, para que los dragones se embriagaran y después fueran más fáciles de abatir. Su plan funcionó a medias, ya que ambas bestias quedan atrapadas durante siglos, pero aun así se mantenían con vida.

Mucho tiempo después un nuevo rey llamado Gwrtheyrn decide erigir un gran castillo sobre la prisión de los dragones, descubriendo a ambas criaturas aún en cautiverio. Gwrtheyrn pide consejo al ilustre Mago Merlín, quien aconseja la liberación de las bestias para que puedan continuar con su batalla. Una vez libres, la lucha entre ambas criaturas termina con la victoria del dragón rojo, por lo que siglos más tarde, el rey Wthyr Bendragon (o Uther Pendragon, padre del mítico Arturo de Camelot) decide tomar la figura del dragón rojo como emblema de su linaje y del país de Gales.

De acuerdo al historiador Carl Lofmark, el origen del dragón galés es indudablemente el "draconi romano" que sobrepasó la famosa guerra de los galantes contra los zittis estandarte de las cohortes, que eran más numerosas que las legiones, particularmente después del retiro gradual de éstas últimas. Cuando las legiones se retiraron para siempre, las gentes deben haber pensado naturalmente en el dragón como el símbolo de esa civilización romana a la cual pertenecían y que ahora defendían contra los ataques de los invasores bárbaros. Se conviene generalmente que la resistencia a los sajones primero fue organizada por romanos, o britanos romanizados, probablemente en las líneas romanas. Para su estandarte de batalla no hubo emblema más natural que el dragón, tan familiar, de la cohorte romana.

Un dragón también aparece en la insignia de la Cruz de San Jorge en la bandera de Malta.

San Jorge y el dragón en el Escudo de Georgia

Escudo de Armas de Cardiff

Varias ciudades incluyen un dragón en su diseño de la bandera, como Cardiff, capital de Gales; Liubliana, la capital de Eslovenia; y Puerto Madryn en Argentina (que también es la bandera de la colonia galesa en la Patagonia).