9/12/12

El modelo Fractal-Holográfico

La dialéctica de la cultura.

La causa profunda del error epistemológico de la cultura contemporánea radica en el dogmatismo del saber en un sistema de ideas fijas (teorías, hipótesis, ideologías, creencias...) que no valorizan, al mismo tiempo, la libertad en las relaciones entre el sujeto y el objeto, entre el investigador y el objeto de su conocimiento. La ciencia ortodoxa divide el conocimiento en distintas áreas especializadas porque parte del juicio discriminatorio propio de los sistemas cerrados, que están privados de la relación con su entorno (epigénesis). Mientras nos aferremos a una epistemología fundada en la división del conocimiento y rechacemos la integridad del sujeto, no habrá un ámbito de acción para el diálogo, y mucho menos para la reconciliación.

Desafortunadamente, la privación sustentada por el lenguaje racional inhibe la apertura teórica hacia lenguajes novedosos que buscan la emergencia de la creatividad. Esta misma visión se hace más profunda cuando consideramos que no solo vale para la cultura, sino también para todos los sistemas complejos vivientes, lo que nos lleva a considerar la imagen del conocimiento como un holograma de relaciones dinámicas y fractales auto-semejantes. Dicha imagen sería la clave del método holofráctico.

      Para trascender las posibilidades de la cultura, la creatividad debe permanecer abierta sobre el sujeto y el objeto. Por esta razón, la creación es un sistema experimental, interactivo y evolutivo. Un sistema que podría ser entendido en términos holofractográficos, es decir, de auto-organización e interconexión de información, pues en él se produce un circuito que va, respectivamente, de la parte al todo y del todo a la parte. La dirección de la parte al todo divide toda unidad en dos polos, porque el sentido de las cosas depende de dos términos, que surgen de los fenómenos fragmentados del espacio y del tiempo. Sería el caso de los patrones del orden explícito creados por los sentidos externos y el pensamiento racional, que constituyen el sistema por el que separamos, organizamos y estratificamos el mundo; solamente en la medida en que pueda adaptarse a nuestras reglas de percepción y nuestros modelos lógicos. Por otro lado, la dirección que va del todo a la parte agrupa cada polaridad en una unidad. Se presenta bajo el enfoque de los sentidos internos y del pensamiento intuitivo, que al concebir las situaciones de una forma holística, integra varios tipos de información de manera simultánea y crea una realidad perceptiva/imaginativa nueva. Sería el caso de los patrones del orden implícito de las regiones holográficas del cerebro, que se encuentran más allá del dualismo del espacio y del tiempo. 
En el ámbito holográfico nada se funda en su opuesto, ya que cada parte contiene en sí todas las demás. Esto es lo mismo que decir que las ideas creativas tienen su origen en las regiones holográficas, y que se manifiestan en los diversos dominios de lo real como sistemas fractales auto-organizados, tal y como se manifiesta la propia naturaleza. Esta idea revolucionaria permite una extrapolación de los contenidos culturales como productos emergentes de una misma cosmovisión. Hay, entonces, un despliegue de relaciones dialécticas en lo profundo de toda creación, ya hablemos de la materia, la vida o la mente.

Extracto del libro “El modelo Fractal-Holográfico” de Alejandro Troyán.
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Más información en:  http://www.holofractico.com/

2 comentarios:

  1. infinitas gracias a Alejandro Troyán por exponer este tema para que todo el mundo pueda entender los conceptos esenciales existenciales, nadie está excluído, sin duda Todo lo creado se fusiona con el Creador porque es parte de Él.
    Gracias, gracias, gracias.

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