27/2/21

Rastros Ofitas (Rusia)

Laberinto de la isla de Bolshoi Zayatsky

En una pequeña área de la isla de Bolshoi Zayatsky (Rusia), laberintos de piedra neolíticos, conocidos como “vavilons” (Babilonias en el dialecto de las islas Solovetsky) conforman la mayor concentración prehistórica de laberintos de toda Europa, unos 14 laberintos integran la isla. En todo el archipiélago ruso Solovetsky, el número total de laberintos alcanza los 35.

Muchos investigadores consideran que fueron realizados hace 2.500 años aunque hay otros que prolongan su construcción hasta los 3.000 años. Sin embargo, la isla estaba habitada desde hace 5.000 años. Posiblemente su evolución tecnológica y sobre todo los cambios en sentido cultural y religioso, llevaron al desarrollo de tan impresionantes conjuntos laberínticos.

Las características de estos pasadizos intrincados son bastante peculiares. Respecto a su medida, suelen medir entre los 6 y los 25,4 m. y las piedras que los conforman, a diferencia de otros monumentos prehistóricos como Stonehenge, son de procedencia local. Aproximadamente 850 piedras aglutinan el total de laberintos presentes en la isla de Bolshoi Zayatsky.

Los patrones de los laberintos están conformados por espirales. En ocasiones, se utiliza una sola, pero no es raro encontrar en ellos dos espirales entrelazadas, conjunto que ha sido descrito como "dos serpientes con sus cabezas en el medio que se buscan la una a la otra".

Según las descripciones aportadas por personas que han visitado la isla, el laberinto te obliga a girar en numerosas ocasiones en torno a su centro, de manera que pierdes completamente la noción de lo que llevas andado. Esto sucede especialmente en el más grande de todos, el cual se recorre entero en 15 minutos.

Distraerse a lo largo del recorrido es muy complicado, ya que debido a la estrechez que presentan los laberintos, tienes que estar muy pendiente del camino por el que te diriges mientras giras y giras, siguiendo tanto el sentido de las agujas del reloj como el contrario. Eso sí, una vez lo has recorrido, acabas saliendo por el mismo sitio por el que has entrado. De una manera más reflexiva, podríamos llegar a considerar que, a partir del recorrido de los laberintos, realizamos un viaje hacia el interior de nosotros mismos. Lo más curioso de todo, sin lugar a duda, es volver a alcanzar el mismo punto de partida.

Resulta muy complicado saber con exactitud las verdaderas motivaciones de los pobladores antiguos de la isla para realizar estos laberintos, por lo que, aunque haya numerosas interpretaciones al respecto, ninguna ha resultado definitivamente excluyente. Una de ellas considera el laberinto como una frontera entre nuestro mundo y el más allá, el inframundo. A través de una serie de rituales que se realizarían en estos lugares prácticamente sagrados, se ayudaría al alma de los difuntos a abandonar este mundo, iniciando de esta manera su viaje hacia la otra vida.

Pudieron tener una finalidad astrológica o eran una frontera entre la vida y al muerte. Esta idea espiritual es la más aceptada entre la comunidad científica, sirviendo de base para muchas otras teorías. De hecho, se ha llegado a considerar que las personas más supersticiosas del poblado podrían haber utilizado estos laberintos para atrapar a espíritus malignos. Otra teoría menos popular defiende que las piedras se colocaron así para que sirviesen como una trampa para peces. Esto podría ser posible de estar más cercanos al mar, sin embargo se localizan tierra adentro.

No se descarta que sirviesen para señalar solsticios o eclipses. Sin embargo, aunque las excavaciones arqueológicas no han arrojado mucha luz al asunto por la ausencia de objetos materiales en el lugar, han permitido localizar algunos huesos debajo de las piedras laberínticas, lo que incrementa considerablemente la posibilidad de que tengan una finalidad ritual.

Frente a estos cultos de carácter más pagano, se erigió posteriormente, en 1.436 un monasterio que ha llegado a recibir la denominación de Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo en el siglo XX, el monasterio se convirtió en un gulag durante el mandato de Lenin. Esta situación se mantuvo durante varios años, ya que partir de 1.926, se convirtió en una prisión de trabajos forzados hasta el año 1.939. Aproximadamente, se considera que allí llegaron a morir en torno a 40.000 prisioneros del régimen soviético.

Por consiguiente, este lugar se caracteriza, por un lado, por su impresionante misticismo, integrado por los laberintos que lo componen. Pero por otro, también esconde todavía cierta oscuridad presente en algunos capítulos de su Historia. En referencia a la isla como tal, numerosas personas aseguran que su naturaleza es diferente y que tan solo con visitarla puedes apreciarlo. Pese a su escaso patrimonio y que apenas tiene población, el halo especial que la rodea es inigualable. Así que podemos considerar que las islas Slovetsky son verdaderamente mágicas.

Fuente:https://www.espaciomisterio.com/historia/isla-laberintos-inexplicables_53164

22/2/21

Las Serpientes de Pompeya

El último tesoro de Pompeya reaparece, un jardín encantado y una habitación maravillosa y enigmática para estudiar en profundidad, explica el director del Parque Arqueológico, Massimo Osanna. Era una sala utilizada para el culto.

El hermoso lararium, entre los más elegantes de Pompeya, un larario grande, vigilado por serpientes auspiciosas, un pavo real asomándose a las bestias verdes y doradas que luchan contra un jabalí negro como los males del mundo. Hay cielos resplandecientes de pájaros gorjeando, un pozo, una tina de color, y el retrato de un hombre-perro es relevante para el entorno de una casa ya parcialmente excavada a principios del siglo XX, con acceso desde el callejón de Lucrecio Frontone.

En el centro de una pared con paisajes idílicos y exuberante naturaleza con plantas y pájaros, se encuentra el santuario sagrado con lados pintados, las figuras de los protectores "Lari" de la casa y, debajo, dos grandes Serpientes "agatodemoni" (demonio bueno), símbolo de prosperidad y buen augurio.

En un juego continuo entre la ilusión y la realidad, se mezclan en el ambiente, plantas pintadas con plantas reales que tuvieron que crecer exuberantemente en el lecho de flores debajo del larario, mientras que un pavo real pintado parece pisotear el suelo del jardín. En el mismo nivel, el altar pintado en medio de las dos Serpientes, con las ofrendas (la piña y los huevos), encuentra correspondencia en un pequeño altar de piedra) que se encuentra en el jardín y en el que aún persisten vestigios de holocaustos que sirvieron para honrar a las deidades domésticas, para garantizar el bienestar y la prosperidad de toda la familia.

En la pared opuesta, en cambio, una escena de caza sobre un fondo rojo con varios animales de color claro que rodean a un jabalí negro, parece aludir simbólicamente a la victoria de las fuerzas del bien sobre el mal.

Fuente:https://corrieredelmezzogiorno.corriere.it/napoli/cronaca/18_ottobre_05/pompei-riemerge-casa-giardino-incantato-scoperta-eccezionale-daff095a-c87d-11e8-bc93-97fa64fa5847.shtml


18/2/21

Serpientes Marinas (II)

Agosto-Septiembre del 2014. Aguas profundas del Golfo de México. El empleado británico de la línea de Cruceros Carnaval, monitor de fitness entonces, Paul George, divisa una especie de “submarino muy oscuro” a babor.

Parte del pasaje, unas 10 personas, mira asombrado aquella colosal figura desde la última cubierta del barco:

El cuerpo era oscuro y liso, y presentaba una piel coriácea, algo así como un cruce entre una tortuga y un cocodrilo… Suena raro, pero algo así, como un gran cocodrilo o animal similar, de piel más bien uniforme sin crestas ni escamas grandes. Un tiburón de tres metros sería algo pequeño junto aquel animal. Medía unos 15 m. al ser comparado con los botes salvavidas, que rondan los nueve. No era una ballena, ya que presentaba un grueso y robusto cuello, de hombros fornidos, como cuadrangulares, y una enorme cabeza diferenciada del resto del cuerpo, de morro apuntado y ancho, de al menos unos tres metros de largo.

La mayor parte del cuerpo del animal estaba por debajo del agua, y la cabeza asomaba a veces, como respirando por la boca. Ninguno de los invitados con los que estaba tenía su teléfono a mano ya que estábamos en la cubierta 12 disfrutando del sol, del jacuzzi y de la piscina (…). La observación duró menos de un minuto, pero todos coincidían en que aquello era algo especial, o desconocido”.

La criatura del crucero Brisa de Carnaval es desconcertante, y su morfología, así como comportamiento, es lo que esperaríamos ver si observásemos cerca de la superficie algún animal tipo Mosasaurio o similar. Su tamaño, así como algunas características de su cuerpo, lo diferencian bien de una ballena.

La posibilidad de divisar una criatura como esta estimamos es remota. Seguramente las poblaciones de este depredador oceánico sean reducidas, y difíciles de ubicar por su independencia de la tierra firme, paren sus crías vivas en el agua.

También diferenciarlo de grandes ballenas, en la distancia o a ras de agua, puede ser complicado. Por otro lado, el océano es un territorio casi infinito, y hallar un cadáver a la deriva es misión casi imposible, los restos serán rápidamente desintegrados por multitud de depredadores y carroñeros.

Además, la solidez del hueso de los antiguos reptiles oceánicos, unidos, posiblemente, a la práctica de ingerir rocas para estabilización submarina y digestión de la comida, harían del todo imposible recuperar el cuerpo del Leviatán, que se precipitará lastrado hacia el insondable fondo marino inexorablemente.

En 1.962, en las costas de Florida, una balsa de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, transportando cinco buceadores fue barrida en el mar por una tormenta.

Al clarear ésta, cayó una densa niebla.
Después de estar embarrancados cerca de una hora, oyeron un chapoteo y notaron un olor a pescado muerto. De repente salió del agua algo parecido a un cuello delgado de unos 4 m. de largo.

La cabeza de la bestia era como la de una tortuga marina. Uno de los buceadores vio que la cabeza se doblaba y hundía en el mar varias veces. El pánico se apoderó de los hombres y decidieron lanzarse al agua. Según informó el único sobreviviente, sus compañeros se hundieron uno a uno. Nunca se hallaron sus cuerpos.

En 1.881, un pesquero escocés, el Bertie, se encontraba a 140 Km. de la costa, en el Mar del Norte. De pronto, la tripulación observó que emergían a la superficie tres jorobas y a continuación parte de una cabeza cubierta de una vegetación parecida a las algas.

Dos fieros ojos relumbrantes contemplaban a los aterrorizados marineros. La criatura se dirigió directamente al barco. La tripulación intentó virar la nave y un hombre la disparó con un rifle. La "serpiente" agitó las aguas haciendo casi zozobrar el barco.
Los pescadores cortaron las redes y pusieron rumbo al puerto, pero la serpiente marina continuó siguiéndoles hasta caer la noche, momento en que perdieron de vista a la extraña criatura.

Fuente:http://www.revistaenigmas.com/secciones/grandes-reportajes/serpiente-marina-monongahela


15/2/21

Serpientes Marinas (I)

Los océanos cubren más de las dos terceras partes de la superficie terrestre. La profundidad media de los océanos del planeta ronda los 3.600 m., el mundo submarino aún no ha sido explorado totalmente y cabe la posibilidad que allí habiten seres desconocidos.

Desde el siglo XVII hasta nuestros días, han habido cientos de visiones de terroríficas criaturas en el mar. Las descripciones más frecuentes hablan de calamares y pulpos gigantes o de "Serpientes de mar", generalmente se las describe con una cola de color amarillo o moteada de marrón, y a veces con crines parecidas a las algas.

El 13 de enero de 1.852 en el océano Pacífico Sur, a unos 1.000 km de las Islas Marquesas, en la Polinesia francesa, el ballenero Monongahela, procedente del puerto de New Bedford (Massachusetts), divisó en superficie “un extraño ser”.

Dos balleneros, el Monongahela y el Rebecca Sims, de New Bedford, navegaban juntos por el Pacífico. Un vigía anunció la aparición de una ballena a proa.

El patrón del Monongahela, el capitán Seabury, lanzó tres botes al agua para capturarla. Al acercarse a su presa, los marineros comprobaron que se trataba de algo mucho más fiero que una simple ballena. A pesar de ello, Seabury decidió aparejar lanzando un arpón que se clavó profundamente en el cuello de la criatura, causándole la muerte. Los marineros izaron a bordo su extraña pesca.

El capitán del Rebecca Sims, Samuel Gavitt, sería quien llevase a puerto el pormenorizado relato de Seabury, publicado por el London Times el 10 de marzo de 1.852, disponible actualmente en versión digital y la también revista científica británica Zoology.

Lo describió como un reptil de color marrón grisáceo. En sus enormes mandíbulas tenía docenas de dientes curvos y afilados. El cuerpo era demasiado grande para llevarlo entero a bordo, por lo que le cortaron la cabeza y la conservaron en una cuba con salmuera a bordo del Monongahela.
Tras el episodio, los dos barcos iniciaron el regreso a su puerto de partida. El Rebecca Sims llegó sin contratiempos, pero el Monongahela no regresó.

¿Cuál fue el destino del Monongahela y de la mercancía criptozoológica?. Al parecer, todo el cargamento, incluidos los restos de la formidable serpiente marina y la tripulación, acabarían en el fondo del mar, ya que el desafortunado ballenero naufragaría un año más tarde.

La maltrecha placa de popa con su nombre fue recuperada en 1.853 en las costas de las Umnak, islas Aleutianas.

Según un informe, un escocés de la tripulación, que dibujaba regularmente, hizo un croquis del monstruo y el segundo bajó a medirlo.

El ejemplar era macho; medía unos 30 m. de largo total; 1,8 m. alrededor del cuello; 2,5 m. de circunferencia alrededor de los hombros; y la parte más ancha del cuerpo 3,5 m. que parecía algo distendida. La cabeza era larga, de más de tres metros de largo, plana, con surcos y crestas; los huesos de la mandíbula inferior estaban separados; la lengua finalizaba en forma de corazón. La cola corría casi hasta un punto, de punta cartilaginosa, plana y firme. (…). Al examinar la piel descubrimos, para nuestra sorpresa, que el cuerpo estaba cubierto de grasa, como el de una ballena, pero tenía sólo 10 cm. de grosor. El aceite era claro como el agua y se quemaba casi tan rápido como la trementina. Despiezamos al animal, pero era muy difícil, la grasa era tan elástica que, estirándose hasta cinco metros, se encogía hasta sólo alcanzar uno.

La cabeza se trató de preservar en sal. Hemos guardado todos los huesos, que los hombres aún no han terminado de limpiar. (…)

Uno de los pulmones de la gran serpiente marina era un metro más largo que el otro. Había 94 dientes de unos seis centímetros, en las mandíbulas, muy afilados, todos apuntando hacia atrás y tan grandes como un pulgar. Descubrimos que tenía dos agujeros o espiráculos, por lo que debe respirar como una ballena; también tenía aletas para nadar, tipo patas, de tejido flexible pero muy firme. Las articulaciones del dorso estaban sueltas, y parecía que, cuando nadaba, movía dos costillas y una articulación a la vez, casi como patas. Tardamos casi tres días en obtener los huesos, pero ahora están casi limpios, son muy porosos y de color oscuro. La cabeza será también preservada”.

Este enigmático expediente criptozoológico podría ser tomando como la clásica historia de pescadores, exagerada e inexacta, propia de una taberna marinera. No obstante, opinamos que el relato puede ser verídico, ya que tanto el barco como su capitán y tripulación existieron en el momento de los hechos, algo corroborado en el actual Museo Ballenero de New Bedford.

Además, el detallado informe guarda un buen número de pistas, tanto anatómicas como conductuales, que pueden ayudar a dilucidar la verdadera naturaleza de tan espectacular animal oceánico:

1-Mandíbulas con 94 dientes, muy afilados, todos apuntando hacia atrás y tan grandes como un pulgar en la encía, firmemente asentados.

2-Los huesos de la mandíbula inferior estaban separados.

3-Uno de los pulmones de la “serpiente” era un metro más largo que el otro.

4-La apuntada cola, rematada por cartílago plano y firme.

5-Espiráculos y respiración/cabeceo en superficie.

¿Por qué resultan cruciales estos puntos?.

Son características pertenecientes al grupo de los reptiles, por lo que estimamos que los datos son verídicos.

Expliquemos por qué:

1-La mayoría de las serpientes modernas tienen dientes como los descritos. Además, los Mosasaurios, los antiguos reptiles marinos y los antepasados modernos de los actuales, presentan este tipo de dentición. Los cachalotes y otros cetáceos dentados tienen una configuración muy diferente (dientes rectos sólo en mandíbula inferior).

2-Las mandíbulas de los grandes reptiles oceánicos prehistóricos, siendo el grupo de los Mosasaurios el mejor candidato para la descripción proporcionada, se dislocaban como sucede en las serpientes actuales y tenían una articulación en mitad del hueso para, de esa manera, ampliar aún más la apertura bucal e impulsar luego hacia adentro las presas, tragadas enteras.

3-Pulmones desiguales. Otra característica anatómica típica presente en reptiles, tanto en lagartos, serpientes o varanos, y ausente en mamíferos.

4-Estudios paleontológicos de 2013 muestran que los Mosasaurios tenían una cola similar a la de los tiburones, con un lóbulo superior muy pequeño y otro orientado hacia abajo, lo que facilita la locomoción submarina que impulsa a su vez al animal casi siempre hacia la superficie para tomar aire.

5-Respiración en superficie. Algo lógico en un reptil oceánico desprovisto de agallas.

Todos estos datos morfológicos y anatómicos reflejados en el informe de Seabury, estimamos son muy difíciles de falsificar, imaginar o inventar, y mucho menos por rudos balleneros del siglo XIX, ya que simplemente carecían de los conocimientos técnicos en el campo de la zoología o la anatomía, para brindar a tal lujo de detalles, algunos de ellos hallazgos modernos dentro del campo de la paleontología del siglo XXI.

¿Es por tanto la Serpiente Marina (o reptil desconocido del Monongahela) un caso aislado parcialmente resuelto? Al parecer no, ya que se han registrado casos similares a lo largo de la historia.

Continuará...