HACIA EL CAMBIO SOCIAL “somos
mayoría”
Esta situación que acabo de describir
someramente es desagradable, pero desde luego es real y como tal la siente
la mayoría. Otra
cosa es cómo reacciona esa mayoría.
A ella me dirijo para manifestarle algunas de las conclusiones a las que he
llegado tras haber meditado sobre estos momentos concretos:
1. No hay fuerza política alguna que en solitario y en el ámbito específico y único de su actividad, sea capaz de asumir la tarea de poner fin a esta situación y además proponga una propuesta alternativa en el marco del derecho y la Constitución. La experiencia de los últimos años nos lo muestra. Y no la hay porque algunas ya han gobernado en balde y otras carecen del respaldo necesario para ello.
2. No hay fuerza sindical que sea capaz de representar a este inmenso colectivo que constituye la mayoría.
3. No existe ningún economista o colectivo de ellos que a palo seco y con sus ecuaciones, estadísticas y teorías, sea capaz, desde la pizarra, de plantear una salida viable y en positivo a este desconcierto.
4. Estas afirmaciones las hago desde mi convicción de que las fuerzas políticas y sindicales son necesarias, cumplen un rol, aglutinan ideologías (yo mismo milito en el PCE e IU) pero en este momento y en virtud de un proceso histórico que comenzó en la Transición , están ante una tarea que les desborda.
5. Las consecuencias son obvias: sólo un Frente Cívico, una mayoría ciudadana organizada en torno a soluciones concretas es capaz de crear la fuerza necesaria para colocarla en la balanza del poder en contraposición a otros poderes económicos, y sociales que siendo muy minoritarios, detentan en exclusiva el ejercicio del Poder.
¿En
qué situación está la mayoría social?
La tremenda paradoja,
la inquietante contradicción consiste en comparar la gravedad de la situación y
la ausencia de sujeto social capaz de abordarla y superarla. Se necesita un
soporte cívico democrático, de valores alternativos, firme, con voluntad de
acometer el proceso de saneamiento económico, político y ético que la realidad
demanda; y sin embargo esa fuerza no existe por ahora; existe en potencia pero
no en acto.
La mayoría no
tiene más homogeneidad que su condición de dominada ayer, hoy y si no lo
remediamos, mañana también. Pero apenas hay algo más que la haga consciente de
que es mayoría y puede ejercerla. En ella hay
colectivos y personas que luchan como pueden contra esta situación; y lo hacen
desde distintos supuestos, compromisos y proyectos de futuro. En esta mayoría viven multitud de personas que limitan
su participación cívica a cada acontecimiento electoral y poco más allá. Pero
además hay un número amplio de indiferentes a cualquier proyecto de acción
cívica y que con resignación consciente o tácita asumen como inevitable los que
les ocurre; No faltan tampoco quienes asumen con conciencia de culpa el
discurso del poder económico y político que generalizando plantea que “hemos
vivido por encima de nuestras posibilidades”. Es la aceptación del discurso del
dominante por parte del dominado. Es la represión perfecta: la víctima hace
suyos el discurso y los valores del victimario.
En esta situación de resignación cultivada
por el poder, de carencia de futuro y de anomia generalizada me dirijo a la mayoría, en mi
exclusivo nombre, desde mi libertad y desde la convicción de que, si ahora no
se lucha, nuestros hijos y nietos no tendrán futuro, ni país, ni tampoco se tendrán
a ellos mismos. En consecuencia, hago una Convocatoria.
¿A
quién?
- A la
ciudadanía harta de corrupción, de injusticias, de frivolidad política, de una
práctica económica basada en la depredación del propio país, en la
desertización de la industria, en la vuelta a unas relaciones laborales del
siglo XIX y sin otro proyecto que no sea esquilmar más aún si cabe a esa
mayoría.
- A los militantes de
fuerzas políticas y sindicales para que, a título personal, se incorporen al
proyecto que este documento expone.
- A plataformas,
movimientos, colectivos y en general a todo grupo organizado que esté dispuesto
a cambiar las cosas en el sentido de la justicia, la democracia profunda y el
vivir en armonía con el entorno social, medioambiental y cívico.
- A los hombres y mujeres
de la Ciencia ,
la Técnica , la Economía , la Investigación , el
Derecho, la Educación ,
la Sanidad y la Cultura para que, en
paridad con los demás, aporten sus conocimientos, sus experiencias y su
capacidad de analizar, sistematizar y exponer. Sin el saber no hay más proyecto
que la barbarie institucionalizada.
¿Para
qué?
El objetivo de la
convocatoria es doble:
1. Que la mayoría social, por
su propio impulso, por su propia voluntad y por su creciente toma de conciencia
devenga en un Frente Cívico que teniéndose a sí mismo como referente, abra paso
a una situación de plenos derechos económicos y políticos junto con unas
relaciones personales y sociales fundamentadas en la ética cívica. Un Frente
Cívico que tenga como protagonista al ciudadano y a la ciudadana; es decir a
las personas conscientes de que sus deberes son los derechos de los demás y
viceversa.
2. Constituir un referente de poder ciudadano que induzca de manera creciente
a los poderes públicos a legislar y gobernar en beneficio exclusivo de la mayoría. El proceso
que conduce a estos dos objetivos pudiéramos considerarlo como un proceso
constituyente de la mayoría social constituida como tal.
Ver_Documento_completo: https://dl.dropbox.com/u/62753407/Somos%20la%20mayor%C3%ADa%20%28Julio%20Anguita%29.pdf
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Despues de haber leido todo lo que Julio propone, digo lo siguiene: Estoy a disposición de lo que pueda aportar desde mi capacidad limitada; pues soy dependiente por semi invalidez, viviendo en lugar de dependencia. PERO ¡AQUÍ ESTOY! linceconfuturo@hotmail.es
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