18/6/12

Arquitectura Sostenible


La ciudad sostenible Tianjin albergará a 350.000 personas en 2020.
En marzo de este año las primeras sesenta familias ocuparon sus casas en la ecociudad de Tianjín. Una ciudad  que se ideó en 2007, y que transcurridos únicamente cinco años está ya muy avanzada. 

Es un proyecto conjunto entre los gobiernos de China y Singapur.
Está situada a 40 kilómetros del centro de la ciudad de Tianjín y a 150 kilómetros de Pekín.
Aunque muchos de los edificios están actualmente construidos o en construcción, la finalización del proyecto tendrá lugar en 2020.
Además, se está construyendo sobre suelo contaminado, debido a los residuos tóxicos que se depositaron allí en el pasado. Se eligió este emplazamiento para no restar recursos a la producción de alimentos y como primer ejemplo de sostenibilidad.
Los edificios, orientados al sur para mejorar su climatización, están dotados de las últimas tecnologías y materiales para mejorar la eficiencia y ahorrar energía: sensores de movimiento para la luz, persianas inteligentes para regular la iluminación y temperatura en el interior, dobles ventanas, materiales aislantes en las paredes, etc.

En esta urbe priman los espacios verdes. Se han creado cañaverales para favorecer el asentamiento de las aves y para ayudar al reciclado del agua, y su diseño en cuadrícula está atravesado por un valle verde con rutas para ciclistas y tranvías.

Dentro de los exigentes parámetros de sostenibilidad se encuentran la calidad del aire y el agua, las emisiones de carbono o la utilización de un transporte ecológico. 

La ciudad está situada en terrenos próximos al mar, con una playa desierta, y un enorme estanque de aguas, hasta muy recientemente, residuales.
Un 20% de las necesidades energéticas de sus habitantes se generarán de forma limpia: molinos de viento y paneles solares serán un elemento cotidiano en esta ciudad. También se utilizarán bombas de calor que aprovechan la diferencia de temperatura entre la superficie y el subsuelo para generar energía.

Todas estas medidas son comunes en otros lugares del mundo; pero en China son casi inexistentes, excepto en algún proyecto de pequeña envergadura.

Los residuos se gestionarán con un sistema de recogida neumático, que permite su separación en origen y que se pueda prescindir de los camiones de basura.
En su diseño se han tenido en cuenta, como elementos prioritarios, los espacios verdes y las zonas recreativas.
El abastecimiento de agua se realizará con una planta desaladora de futura construcción. Todas las aguas residuales serán depuradas en biodigestores anaeróbicos que generarán también energía del metano. 
El diseño en cuadrícula está atravesado por un valle verde que atraviesa la ciudad con rutas para los ciclistas y los tranvías. 
En el transporte priman los ciclistas y los peatones, aunque los coches no están prohibidos. General Motors probará en esta ciudad un sistema de coches eléctricos sin conductor.
Se ha pensado la ciudad para poder llegar a cualquier servicio necesario andando. La máxima distancia que separaría un vivienda de tiendas, colegios, parque, etc. será de 500 metros.
Se quiere atraer a la región a todo tipo de empresas tecnológicas relacionadas con el medio ambiente y las nuevas tecnologías.
Actualmente hay 600 empresas interesadas en mudarse a esta ecociudad. Un modelo de urbanismo a seguir en China y en todo el mundo.

Fuente: www.allpe.com

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