En el Golfo de Carpentaria al norte de Australia, entre los meses de septiembre y noviembre se produce un fenómeno de extraordinaria belleza: La nube de gloria matutina. Si la situación meteorológica es tranquila, cada mañana cuando sale el sol, una nube en forma de ola de uno a dos kilómetros de alto y de 600 a 1.000 kilómetros de longitud, ocupando todo el horizonte, avanza a una velocidad de unos 40 kilómetros por hora.
A veces se producen varias ondas y siempre se dirigen de este a oeste. La causa es un choque de masas de aire de diferente temperatura, a primeras horas de la mañana una masa de aire cálido y húmedo procedente del mar, se desliza sobre el aire más frio que hay en las capas más superficiales. Este fenómeno se produce en diferentes lugares del mundo, aunque no siempre es visible, el choque de masas de aire se produce pero no se traduce en la formación de esta peculiar nube.
Desde 1.989 cada primavera, avionetas, alas delta y parapentes surfean las ondas nubosas como olas gigantes de un océano. Hay que ir con cuidado ya que delante de las ondas se producen fuertes turbulencias que pueden ser peligrosas. Van volando en Zig Zag y pueden recorrer hasta 300 kilómetros.
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