26/11/12

Mileva Maric

UNA GRAN MUJER

Pese a que el dicho señala que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, en el caso de Mileva Maric, hay que reconocer que está al lado. 
La historia la cita como la primera esposa de Albert Einstein, una mujer brillante de ciencia, la primera mujer que cursó la carrera de matemáticas inscrita en el Instituto Politécnico Federal de Zurich, Suiza, donde conoció a Einstein.

Mileva Maric nació en Titel Vojvodina, Serbia, el 19 de diciembre de 1875, en una familia de terratenientes del imperio Astro-Húngaro y por los favores que los suizos le debían a su padre que era militar de carrera, Mileva pudo cursar la secundaria en Austria e ingresar al Instituto Politécnico Federal de Zurich.
No obstante, como cualquier estudiante, Mileva Maric tuvo que demostrar su capacidad intelectual en la prestigiada escuela, donde fue vigilada en forma más estricta por ser la única mujer.
Antes de presentar el examen de ingresó a la carrera de matemáticas, estudió medicina en la Escuela Federal de Berna Suiza. En 1903, ya como estudiante del Instituto Politécnico Federal, conoció a quien habría de ser su esposo Albert Einstein, ambos inician una relación académica de intercambio intelectual.
Mileva apoya a Albert en el desarrollo de sus investigaciones científicas, al aportar la parte de los cálculos matemáticos que tenían que demostrar.
Einstein y Maric tuvieron una hija antes de casarse, de nombre Lieserl, la cual se cree que fue dada en adopción, aunque su verdadero destino es incierto.
Más tarde, tras contraer matrimonio Mileva abandona la escuela para atender a la familia y continuar apoyando a Albert que trabajaba en la oficina de patentes de Suiza y en su tesis.
En 1904, nació el primer hijo de la pareja y Mileva atiende las labores del hogar y procura ingresos para la familia con la renta de cuartos a estudiantes porque el sueldo de Albert no alcanza para sufragar los gastos.
Seis años más tarde, con el nacimiento de su segundo hijo con problemas de salud mental, Mileva le dedica más tiempo a su cuidado. La pareja empieza a distanciarse.
Es entonces cuando Albert empieza a involucrarse con Elsa, prima de Mileva y es obligada por Albert a cumplir con una serie de requisitos para poder permanecer en el hogar conyugal, instrucciones tan crueles como:
“A. Te encargarás de que:
1. Mi ropa esté en orden.
2. Que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación.
3. Que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.
B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que:
1. Me siente junto a ti en casa.
2. Que salga o viaje contigo.
C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo:
1. no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello.
2. deberás responder de inmediato cuando te hable.
3. deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.
D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”

En público, continúan como una pareja modelo, el divorcio ocurrió en 1919. Mileva recibió el monto del Premio Nóbel y regresó a vivir a Zurich en forma modesta con sus hijos.
Algunos historiadores señalan que Einstein le entregó el monto del premio porque fue ella en realidad quien planteó las bases de la Teoría de la Relatividad y que Albert las desarrolló.
Dicha teoría se basa en la correspondencia que mantuvieron como novios y también en las declaraciones hechas por Mileva a una amiga acerca de que acababan de terminar la Teoría que haría famoso a su marido.
Tras su separación, Mileva se dedicó por entero a cuidar a su hijos y el mayor concluyó los estudios de ingeniería en la misma escuela donde se conocieron sus padres.
Mileva nunca más hizo ciencia, murió el 4 de agosto de 1948 en Zurich, Suiza en la pobreza y fue sepultada en el cementerio de Northeim Friedhof en Zurich, Suiza de donde quitaron su lápida por no pagar los impuestos respectivos

La sociedad conmemorativa de Tesla de Nueva York, luchó por restituir la lápida de Mileva y lo logró en 2004.

Hay tres pruebas contundentes de que fue Maric la autora: 
Primero que su marido le acabó dando el dinero del premio Nobel a pesar de llevar años separados.
Seguno que Minkowski, gran matemático profesor de ambos en Suiza afirmó que Einstein era un tarugo y su mujer inteligentísima.
Tercera que el revisor de la teoría de la relatividad enviado por Planck, quizá el mejor físico de principio del siglo XX vio la firma Einstein-Maric en la copia de la primera revisión.

El mito sobre Einstein y Mileva se sostiene en base a la premisa de que él le dio a ella todo el dinero de su premio Nobel; se argumenta que lo hizo por culpa (dicho sea de paso: el Nobel fue por su trabajo sobre el efecto fotoeléctrico, no por la relatividad). Pero, en realidad, ese dinero fue destinado al tratamiento médico de Eduard, hijo de ambos que sufría gravemente de esquizofrenia y que vivió casi toda su vida internado en un instituto mental.

Con el levantamiento de fascismo en Alemania, Einstein se mudó (1933) a los Estados Unidos abandonando su pacifismo. El completamente estuvo de acuerdo que la nueva amenaza tenía que ser reprimida por la fuerza armada. En este contexto Einstein envió (1939) una carta al presidente Franklin D. Roosevelt que instó que los Estados Unidos debían proceder a desarrollar una bomba atómica antes de que Alemania tomase la delantera. La carta, escrita por un amigo de Einstein Leo Szikard, fue uno de los muchos intermediarios entre la Casa Blanca y Einstein, y contribuyó con la decisión de Roosevelt de consolidar lo qué llegó a ser el Proyecto Manhattan.

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