5/1/19

El Mushussu de Mesopotamia


El Mušḫuššu (del sumerio MUŠ.HUŠ Serpiente-Dragón rojo/furioso) es una criatura propia de la mitología mesopotámica. El Mušḫuššu como serpiente, aparecería en los presagios. También aparece como el nombre de una constelación que se corresponde vagamente con la constelación Hidra, según el MUL.APIN (compendio astronómico babilonio).

Anteriormente Mušḫuššu había sido traducido como sîr-ruššû, aunque de manera incorrecta.
Esta criatura se parece a un dragón con el cuerpo recubierto de escamas, las patas delanteras de león y las traseras con garras de águila. También tiene cuello largo y cola, cabeza con cuernos, una lengua como de serpiente y una cresta.
Fue símbolo de diferentes divinidades, al principio asociado al dios Ninazu, era venerado en Ešnunna (ciudad sumeria y luego acadia), después se le asoció al dios Tishpak. Cuando esta ciudad-Estado fue vencida por el reino babilonio, el dragón/serpiente fue retomado por Marduk. Aparece en la reconstruida Puerta de Ištar de la ciudad de Babilonia, como símbolo del dios Marduk. También en la Piedra Michaux se pueden observar varios Mušḫuššu.

El arqueólogo alemán Robert Koldewey, que descubrió la puerta de Ištar en 1.902, se planteó la hipótesis de que el Mušḫuššu era real. Argumentaba que su representación en el arte babilónico era una constante a través de los siglos, mientras que las de las criaturas mitológicas cambiaban, a veces drásticamente, con el paso de los años. También se fijó en que los Mušḫuššu están representados en la Puerta de Ištar entre animales reales, como el león y el rimi (uro), llevándole a especular que el Mušḫuššu era una criatura con la que los babilonios estaban familiarizados.

Bel y el Dragón”, un texto deuterocanónico, narra una historia que Koldewey pensaba que involucraba a un Mušḫuššu. En un templo dedicado a Bel (el dios de Nabucodonosor), los sacerdotes tenían un gran dragón o serpiente, adorado por los babilonios.

Existen muchas otras criaturas de aspecto serpentiforme en la mitología mesopotámica como Mušgallu (lit. muššugallu, "gran serpiente"), Mušmaḫḫu (serpiente mítica de siete cabezas), o Bašmu (en sumerio muš šà tùr o ušum) que también se corresponde con una constelación. Por lo cual cualquier apreciación o intento comparativo de una de estas criaturas con dragones/serpientes que aparecen en otras mitologías es especulativo basándose simplemente en las fuentes literarias de una de las dos mitologías, sin revisar exhaustivamente la parte correspondiente a las fuentes literarias mesopotámicas.

En la mitología sumeria, Ninazu dios secundario del inframundo en el reino de Ereškigal, era simbolizado por el dragón-serpiente Mušḫuššu. Se cree que poseía poderes de sanación, y fue venerado en el templo de la ciudad de Ešnunna, en el III milenio a.C.

Fuente: Wikipedia

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