20/3/16

Mesticismo y Mestizaje

El austriaco Gerd Honsikel, cuenta en su libro “Adiós Europa” que el intento de destruir Europa, su historia y su sangre, no surge porque sí. Desde comienzos del siglo XX todo estuvo planeado entre las sombras para insertar en el viejo continente la democracia, el liberalismo social y económico, el cruce de sangres para debilitar al pueblo europeo original y hacerlo más débil, menos espiritual y menos consciente ante su futura destrucción, en contraposición a una nueva “raza de aristocráticos” del pueblo elegido que serían los nuevos amos de Europa y del mundo.
Honsik cuenta con datos y alarmante vaticinio claro, preciso y hasta místico como fue el pasado, es el presente y será el futuro devenir de Europa. La Segunda Guerra Mundial, la resultante post-guerra y políticas anti-alemanas ulteriores, el fin de los imperios europeos y la llegada de la democracia, la Unión Europea, Eurasia y Paneuropa, los políticos-títeres y muchísimas más situaciones que tras leer las 264 páginas que componen el libro, hará ver al lector una nueva cosmovisión de este continente y pueblo, y comprender muchas decisiones procedentes de las altas esferas políticas europeas que nada nos favorecen y por el contrario, más nos alejan de lo que realmente somos.

Mesticismo es cualquier actitud, pensamiento, ideología o práctica política favorable a la mezcla racial humana o mestizaje. Estas actitudes se encuadran como consecuencia del éxito de una propaganda que exalta tal mezcla y desprecia la homogeneidad o pureza racial en las personas. La consecuencia del mesticismo es el mestizaje inducido. Aunque como discurso de exacerbación del mestizaje se refiere a todas las razas, suele presentarse habitualmente como discurso para la raza blanca, lo cual es una consecuencia de tener como principal fuente doctrinal el marxismo de la Escuela de Frankfurt.
Generalmente el mesticismo aparece asociado a la creencia en un supuesto progreso humano constante y absoluto, uno de cuyos factores sería precisamente la mezcla racial. Implicaría así que el resultado de la mezcla tiene un valor superior a lo existente anteriormente, tanto individual como colectivamente. A nivel del individuo existen ingenieros sociales mesticistas que introducen el confuso concepto de “vigor híbrido”. Pero el propio Darwin advierte de que el mestizaje es biológicamente negativo. A nivel colectivo es evidente que las naciones más mestizas no tienen un nivel de desarrollo superior en modo alguno a las menos mestizas. Además, según el relato prototípico del mesticismo, se espera además que el mestizaje sirva como elemento importante de concordia universal, pero esa concordia nunca llega y las sociedades con presencia abundante de mestizos (Estados Unidos, Brasil, etc.) suelen ser muy violentas, tanto en sentido interracial como intrarracial.

El discurso mesticista es convergente, en el campo demográfico, con la ideología de la globalización y con su puesta en práctica. Como fenómeno es perfectamente coherente con ésta, siendo el equivalente, en las poblaciones humanas etno definidas, de las medidas tendentes a la constitución de un mercado mundial (libertad de circulación de capitales, mercancías, servicios, trabajadores), con su efecto homogeneizador y destructor de fronteras en las economías estatales en vías de globalización. No solo se trata de coherencia o convergencia. 

La globalización fomenta la destrucción de las fronteras raciales y culturales y la fusión racial y cultural mediante el mestizaje. Primero porque la globalización exige la introducción de masas inmigrantes en Europa, instrumento de ajuste económico liberal, medio de exacerbar las tasas de plusvalía, siendo esta política deliberada de inmigración masiva requisito imprescindible para un posterior mestizaje. Y segundo porque una propaganda mesticista exitosa y sostenida en el tiempo tiene como consecuencia necesaria la disolución del sustrato racial europeo que, por otra parte, dada la tradición inconformista y reivindicativa del europeo (que contrasta con otros tipos de razas), es interesante para el capital mundialista, pues esto permitirá, un sometimiento más sencillo de la población al capitalismo globalizado y sus crecientes exigencias de restricción de derechos laborales, sociales, civiles y políticos.

Cualquier observador informado sabe que el mestizaje es un fenómeno que discurre en un sentido absolutamente opuesto al del proceso evolutivo. La naturaleza tiende a la diversificación de las poblaciones y así a la adaptación de estas poblaciones a los distintos entornos. Frente a la natural evolución divergente de las razas humanas, tendente a la creación de nuevas especies (tal y como ocurre en todos los seres vivos), el mestizaje impone una especie de involución convergente, contraria a la adaptación individual y colectiva al entorno. El mestizaje inducido, la consecuencia del mesticismo, forma parte de un amplio catálogo de prácticas contrarias al orden natural, catálogo que está siendo abusivamente promocionado por los que hoy detentan el poder ideológico, político y económico y que no son otros que las fuerzas mundialistas.
El mesticismo es racismo por su hostilidad manifiesta hacia la homofiliación, hecho que tiene lugar cuando la propia identidad se mantiene mediante la endogamia racial. La homofiliación no tiene relación alguna con el racismo y ha sido practicada por la mayor parte de los pueblos de la Tierra durante toda la historia. El mesticismo pretende imponer una exogamia racial por su racismo efectivo hacia las razas, especialmente hacia las europeas. El auténtico racismo está en el empecinamiento de la oligarquía económica y de sus tontos útiles marxistas y progresistas en constituir en Europa una sociedad primero multirracial y luego mestiza.

2 comentarios:

  1. YO UNA VEZ ESCUCHE HABLAR DEL "PLAN KALERGI"

    El Plan Kalergi es un plan genocida elaborado en 1923 por el político Richard Nikolaus Coudenhove-Kalergi junto con sus socios masones, precursores de la Unión Europea, para destruir a Europa y exterminar a la raza blanca, mediante el fomento del multiculturalismo y la inmigración masiva de negros, asiáticos, mestizos latinoamericanos, amerindios y musulmanes con el fin de mezclarlos racialmente, produciendo así, según sus propias expectativas, una raza mestiza pasiva, amansada, predecible y manipulable, de carácter e inteligencia inferior sobre la cual pudiera gobernar eternamente la élite aristocrática judía, pues dicha mente inferior les impediría organizarse para rebelarse, e incluso darse cuenta de que están dominados.

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  2. Por supuesto la mezcla de razas se le impone al pueblo desde la misma élite endógamica, pero estos se mantienen al margen y solo se relacionan con su mismo grupo para preservar poder.

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