27/3/16

Operación Mantra

La Operación Mantra es una estrategia de política práctica cuyo objetivo principal es exponer a la luz pública e introducir en la conciencia y opinión pública general el tema del genocidio contra la gente blanca, y especialmente exponer y atacar los puntos débiles y las contradicciones inherentes del pensamiento dominante que es responsable de este genocidio. Se basa en una técnica de repetición constante de un mensaje especialmente diseñado con el propósito de contrarrestar la doble moral, la discriminación y los prejuicios negativos hacia las personas y sociedades blancas. El señalar las contradicciones tiene también un segundo propósito como técnica de desprogramación mental del lavado de cerebro aplicado durante varias décadas por agentes tales como herederos de la Escuela de Frankfurt.

Esta estrategia fue creada en 2010 por el activista político Robert Whitaker quien lo denominó "Mantra", como una metáfora o analogía a la función de los mantras utilizados en las antiguas tradiciones arias de la India.
El mantra se puede definir como una técnica argumentativa y discursiva consistente en hacer que el tema de una conversación o debate se dirija hacia el tema del antiblanquismo y el genocidio blanco, haciendo una serie de afirmaciones incontestables que dejan ipso facto sin argumentos a los oponentes. Para ello se señala el doble rasero de actitud respecto a los blancos y otras razas, y se insiste en esto tantas veces como se juzgue necesario. El mantra requiere el uso de una terminología particular y propia que incluye etiquetar al oponente de antiblanco, y acusarlo de apoyar y promover el genocidio blanco. El resultado de una conversación en la que se usa el mantra correctamente es siempre una victoria para el mantreador (persona que usa el mantra), pues, en primer lugar, no hay forma de justificar un genocidio, y en segundo lugar, se implanta y difunde la terminología deseada.

La repetición constante de un mensaje puede llegar a ser confundida erróneamente con una falacia del tipo argumentum ad nauseam mediante la que se pretende la veracidad de un enunciado a través su prolongada reiteración, por una o varias personas, como sucede por ejemplo, en el caso del Holocausto. Sin embargo, la Operación Mantra utiliza la repetición con el fin de que psicológicamente el mensaje continúe sobre la mesa, además de que es importante que los argumentos que dan base a este mensaje sean verídicos.
El mantra es una palabra, frase, verso, secuencia o discurso que lleva un mensaje específico y que se repite constantemente para reafirmar un concepto y condicionar psicológicamente a una persona. Usando técnicas de Programación Neurolingüística, esta frase está compuesta especialmente de palabras destinadas a afirmar lo que es evidente y exponer los puntos débiles, las contradicciones e incoherencias del pensamiento dominante que está conduciendo al genocidio blanco.
El Mantra funciona a múltiples niveles y es totalmente dinámico, puede ser aplicado en situaciones de la vida real y no sólo en Internet. Los mantras no son frases estáticas e inmutables, sino que pueden variar y construirse dependiendo de las circunstancias y el tema de conversación, e incluso pueden ser introducidos en imágenes, animaciones y pistas musicales.
Se diferencia del eslogan en que éste se trata de un lema breve, sencillo y original que representa o caracteriza a una idea, marca, producto o empresa (ya sea comercial o política) y no tiene como propósito condicionar psicológicamente, mientras que el mantra no necesariamente tiene que ser breve, sencillo y original, además de que no es estático. Aunque la frase "antirracista es una palabra en clave para antiblanco" se ha convertido en el eslogan de la Operación Mantra.

Existen dos tipos de antiblancos:
  • Conscientes. Los que saben perfectamente que son antiblancos y tienen toda la intención de serlo. Una buena parte de ellos corresponde a una élite minoritaria que ha diseñado el "programa antiblanco" (Ver: Escuela de Frankfurt). "Los amos y agentes del sistema".
  • Inconscientes. Los que no tienen intención de serlo y no saben que lo son. La mayoría de la gente, aunque cada vez menos, tanto blancos (endófobos) como no-blancos. No son malas personas, solo están siendo utilizados y probablemente creen que lo que hacen es lo correcto. Son como "los siervos del sistema", seguidores inconscientes de las premisas del marxismo cultural.
Un antiblanco común y corriente no es consciente de que le ha sido implantado el programa antiblanco, por medio del bombardeo de información y de memes negativos que se repiten una y otra vez en todos los medios de información controlados por el sistema. La tendencia de esta persona será actuar de forma aparentemente natural, pero una vez "programado", estará propagando como virus estos memes a los demás, y sin siquiera saberlo. Sin ser siquiera un activista antiblanco y no tener intención de ser antiblanco, dará opiniones o escribirá libros, incluso sobre temas muy dispares, en los que se introducirán sutilmente los memes negativos del programa antiblanco. Para revertir esto, se necesita "desprogramar" a los antiblancos inconscientes con memes positivos. Por otro lado, tratar de desprogramar a los antiblancos conscientes es una tarea inútil, a pesar de ello, éstos últimos son útiles para exponerlos y desenmascararlos ante el público general.

Por ello, de acuerdo con la Operación Mantra, "racismo" es un término que no puede ser utilizado por los defensores de la identidad europea para un propósito constructivo, pues dicho término ha sido ya "manipulado" por sus enemigos, adueñándose de él y convirtiéndose así en una etiqueta de corrección política. Cualquiera que lo utilice para describirse a sí mismo o sus ideas ya ha permitido ser maniobrado hacia el campo de su oponente y ha perdido la batalla semántica y filosófica, la cual es la primera y más importante de todas las batallas. Con la Operación Mantra se trata de imponer nuestra propia terminología y nuestro terreno lingüístico para conseguir nuestros objetivos.
Por lo tanto, todo aquel que utilice la terminología del enemigo está cayendo inevitablemente en su juego e implica aceptar previamente la derrota. Aquel que insiste en identificarse con la terminología de su enemigo y en intentar defender la definición propia, aduciendo "dignidad" u otras cosas, es porque le interesa defender más las palabras que a su propia raza. Los defensores del término podrían intentar definirlo de otra manera, pero malgastarían tiempo y esfuerzo valioso explicando a la gente que lo que ellos quieren realmente decir no es lo que todos los demás o su adversario piensa que es, y al hacer esto se ocupan más en defender a las palabras que al propio concepto o ideal (la defensa de la raza) el cual bien podría ser expresado bajo una terminología libre de manipulaciones y no ambivalente con el fin de dar mensajes más claros y concisos.
El primer paso para enfrentarnos al marxismo cultural, es la renovación total de nuestro pensamiento y de nuestro vocabulario.
Se debe aclarar que la Operación Mantra no tiene el propósito de "reclutar" personal a una organización o a un movimiento, sino que como se ha dicho, su objetivo es que la gente normal, de cualquier raza y nación y con potencial de despertar realmente DESPIERTE y se dé cuenta de la realidad que enfrentan los pueblos blancos europeos y eurodescendientes.

Fuente: Metapedia

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