23/3/16

Eurofobia

La Eurofobia como problema social global, es un fenómeno posterior a la Segunda Guerra Mundial y es actualmente un racismo legal e institucionalizado pero astutamente encubierto. 
En el discurso dominante, la eurofobia es primero ignorada; cuando esto no es posible es negada, relativizada, trivializada, ridiculizada e incluso justificada abiertamente y sin consecuencias legales. Se trata de una política genocida extraoficial de los poderes internacionales y globalistas, que consiste en la implantación de políticas calculadas para reducir la población europea o eurodescendiente, la gradual sustitución demográfica con pueblos no-blancos en países blancos, así como la supresión de derechos e incluso agresiones y asesinatos contra miembros de la raza blanca.

La sociedad celebra la reivindicación racial del indígena americano o la del negro, pero rechaza cualquier reivindicación racial de la gente blanca. Expresiones de defensa u orgullo a la pertenencia a un grupo étnico, cultural como el "orgullo negro", o sector social determinado (el orgullo gay por ejemplo), son bien aceptados por el común de la sociedad, pero cuando esta expresión es de orgullo blanco o la defensa de derechos civiles de los blancos, éstos últimos no son considerados bajo las mismas condiciones y se etiquetan siempre como "racistas", que "reivindican privilegios blancos" o que "derivan de un odio racial".
Defensores de los derechos de los blancos, como el Dr. David Duke, desmienten esto y afirman que todas las razas, culturas y grupos étnicos tienen derecho a sentir orgullo de lo que son, a identificarse libremente con su raza, así como a desarrollar su propia cultura por separado, que una raza no debe dominar a otra, y que ninguna raza es intrínsecamente superior a otra y que las diferencias raciales deben ser respetadas. Si bien se oponen enérgicamente al mestizaje porque éste destruye la identidad y esencia de un pueblo, se oponen también a lo que hoy se conoce como racismo, y se ve la separación de distintas razas como la mejor manera de lograr que los diferentes grupos raciales vivan en armonía unos con otros, acabado así con el racismo de manera efectiva. Afirman que su deseo de retirarse de la sociedad multirracial y separar por motivos de raza elimina la posibilidad de someter a otros grupos étnicos o ser sometidos por éstos, y por lo tanto el orgullo blanco no tiene ninguna relación con el supremacismo blanco, o con supuestos privilegios de los blancos.

Sin embargo, antiblancos como David Ingram o Carol M. Swain, haciendo a un lado estos hechos y apoyándose en los prejuicios alimentados por los medios durante las últimas décadas, han estructurado un discurso de odio eurofóbico, negando que el orgullo negro sea equivalente al orgullo blanco, y no admiten bajo ningún motivo que sea bueno que los blancos se identifiquen con su grupo étnico.

El término "privilegio blanco" tiene su origen en la neomarxista Escuela de Frankfurt, que lo acuñó con el propósito de destruir la homogeneidad racial de los países blancos.
De este modo, tal como señala la Operación Mantra: "Nadie habla sobre "privilegio chino" en China; nadie habla sobre "privilegio haitiano" en Haití; nadie habla sobre "privilegio japonés" en Japón; nadie habla sobre "privilegio somalí" en Somalia. Sólo los antiblancos hablan sobre "privilegio Blanco" en los países Blancos".

Cuando los INDIOS defienden su identidad, se le llama CULTURA.
Cuando los NEGROS defienden su identidad, se le llama ORGULLO.
Cuando los ASIÁTICOS defienden su identidad, se le llama TRADICIÓN.
Cuando los JUDÍOS defienden su identidad, se le llama HISTORIA.
Cuando los BLANCOS defienden su identidad, se le llama RACISMO.

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