20/4/16

Política del Terror -ETA-

Para Udalbiltza sí hay dinero. El Ayuntamiento de Vitoria subvencionará con 110.000 euros anuales hasta 2019 por un importe total de 440.000 euros a Udalbiltza, la asociación municipal independentista del País Vasco. Tras aprobarse una primera subvención de 110.000 euros para 2016, la dotación se ha ampliado a tres años más.
Después de ceder escaños a ERC, ahora Pedro Sánchez pacta pagos a Udalbiltza, a favor de la independencia de Euskadi, el PP censura el cambio de postura de los socialistas, que hoy acuerdan con Bildu y PNV financiar la independencia.
Carlos Urquijo dio orden a la Abogacía del Estado para que interponga el consiguiente recurso contencioso-administrativo contra la generosa ayuda concedida a la asociación municipal independentista integrada por cargos de la izquierda abertzale. Bildu fue el impulsor de que se incluyera esta partida en los presupuestos municipales de Vitoria para 2016, a cambio de brindar su apoyo al alcalde en minoría, Gorka Urtaran del PNV, el resto de partidos lo aceptaron, salvo el PP.

La Diputación de Gipúzcoa, en octubre de 2014, concedió una subvención de 100.000 euros al Consorcio Udalbiltza a pesar del informe en contra del servicio de Intervención y Auditoría del ente foral. El informe de los auditores se oponía a la concesión de la ayuda al no ver justificados los motivos que esgrime el gobierno foral de Bildu para otorgar la subvención. El diputado general, Martín Garitano, concedía subvenciones con informe desfavorable del Servicio de Intervención del Departamento de Hacienda de la propia Diputación.

Los promotores, en principio tienen previsto que Udalbiltza actúe como una institución nacional embrión de una “asamblea constituyente” que impulse la independencia del País Vasco, con la anexión de Navarra. En el documento «Proceso Democrático» -ProDem- presentado precisamente por las Fuerzas de Seguridad del Estado ante el Tribunal Supremo como prueba contra Sortu y Bildu, ETA planteaba la reactivación de Udalbiltza como uno de los objetivo intermedios, en el marco de la negociación para lograr la autodeterminación. Y esa reactivación ha sido posible, especialmente, por la irrupción de Bildu en los ayuntamientos, una vez que el Tribunal Constitucional le dio luz verde para que se presentara en las elecciones municipales.
Ahora, con el líder terrorista Otegi ya en la calle, la presencia de Podemos en el gobierno con ayuda del PSOE y del chavismo bolivariano; el entramado de los partidos independentistas catalanes y la extrema izquierda; el efecto llamada es inminente, la banda terrorista ETA se reorganiza en nombre de la Democracia, y ante la indignación de todo el pueblo español.

La permisividad durante años de la Unión Europea con el entorno de ETA no solo dificultó la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españoles, sino que permitió a la propia organización terrorista recibir fondos de las instituciones comunitarias.
Según se desprende del estudio “Consecuencias económicas del terrorismo nacionalista en el País Vasco”, dirigido por Mikel Buesa, la UE, el gobierno de Francia y el departamento francés de los Pirineos Atlánticos habrían entregado a la banda terrosrista ETA una media de 2,63 millones de euros al año durante unos 5 años a través de la organización Udalbiltza, una asamblea de municipios y electos municipales vascos.
Esta asociación para su constitución reunió en 1999 a 1.778 alcaldes y concejales de los diferentes partidos nacionalistas y se creó, según la Audiencia Nacional a iniciativa del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), es decir, la propia ETA.

Pero no solo fue la UE quien dio fondos a esta asociación vinculada a ETA. El aseguramiento de su financiación por parte del Gobierno Vasco sirvió para que una Batasuna todavía legal prestara su apoyo a los presupuestos de 1999, salvando así la situación de minoría parlamentaria a la que el PNV se enfrentaba. De esta manera, el Gobierno Vasco, las Diputaciones de Vizcaya y Guipuzcoa y 135 ayuntamientos entregaron a la organización Etarra 3,27 millones de euros de manera irregular, ya que no se cumplían los requisitos legales establecidos ni se comprobó que los fondos se utilizaran correctamente.
Udalbiltza fue suspendida en el 2003, año en el que la Audiencia Nacional acreditó que se había convertido en una mera vía de financiación de ETA. Tras esta resolución, el Consejo Europeo retiró la financiación y acordó la ampliación de la lista de personas y organizaciones terroristas. En esta ampliación, se incluyó a Batasuna (alias Herri Batasuna y Euskal Herritarrok), y a Jarrai-Haika-Segi, consideradas como un bloque común, y algunas otras organizaciones de la izquierda abertzale. Sin embargo, cuando la Unión Europea reaccionó en 2003, ETA ya se había beneficiado de cerca de 13 millones con los que pudo asesinar a más de 40 personas.

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