13/8/20

Olmecas (III)

Piedra original del bloque de Cascajal y dibujo epigráfico de los signos.

El hallazgo de un texto Olmeca remonta hasta hace casi 3.000 años la escritura en América. Un bloque de piedra hallado en la cantera de Cascajal, en las tierras comunales de Lomas de Tacamichapa, en Veracruz (México), ha resultado contener un desconocido sistema de escritura olmeca que datado a principios del primer milenio a.C., se ha convertido en el texto escrito más antiguo de América, 400 años anterior a los testimonios que se conocían. Además, esto demuestra sin lugar a dudas, que los olmecas fue la primera gran civilización americana, de la que bebieron mayas y aztecas.

El descubrimiento se produjo al desmontar una zona de la cantera para obtener piedras para pavimentar la carretera. En conexión con el bloque inscrito de piedra serpentina, fueron halladas cerámicas, fragmentos de figuritas de barro y otros materiales rotos. Todos ellos han podido ser datados en la fase más antigua de la cultura olmeca, denominada de San Lorenzo, por el primer gran centro de esa civilización, cerca de Cascajal, entre 1.200 y 900 años a.C.
El bloque de 36 x 21 cms., de 13 cms, de grosor y con un peso de 12 kg., contiene un texto inciso de 62 signos (glifos) 28 distintos, algunos de los cuales se repiten más de cuatro veces. Esa frecuencia y su secuencialidad, según los investigadores, indica que se trata de algún tipo de escritura y señala la probable presencia de sintaxis. Algunas agrupaciones de signos apuntan a que el texto podría contener fórmulas poéticas. Los expertos creen que el texto debe leerse horizontalmente.
Entre los glifos se encuentran algunos que evidentemente tienen un origen icónico, como formas vegetales, el signo de un ojo, un trono, una mazorca de maíz, un pez o un perforador, acordes todos ellos con la imaginería Olmeca. En la inscripción aparece también un insecto u hormiga.

Los investigadores señalan que la posibilidad de descifrar la escritura olmeca es "baja". El fragmento es corto, no consta en él ninguna correlación para explicar los signos y la escasa cantidad de éstos, aunque apuntan a un alfabeto, impide cualquier extrapolación estadística. Habrá que esperar a nuevos hallazgos o a una piedra Rosetta mesoamericana.
La superficie en la que aparece la inscripción había sido trabajada para la incisión del texto y los estudiosos creen que se trataba de un documento que podía ser borrado o revisado.

Anteriormente habían sido hallados otros indicios de escritura olmeca, aunque eran muy controvertidos. En general se consideraban los glifos de la cultura zapoteca hallados en Oaxaca los más antiguos de América. En cuanto al Viejo Mundo, la escritura se había desarrollado más de 3.000 años antes, en Mesopotamia.


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