16/4/20

Dragones Chinos (III)


Antes de que China dispusiera de una cultura desarrollada, puede hallarse el Dragón en tribus neolíticas anteriores a la civilización china tradicional. Los primeros ejemplos conocidos de estas criaturas se pueden encontrar en objetos de jade de la Cultura Hongshan, que habitó la zona fronteriza del noreste de China y Mongolia hace unos 7.000 años.

Las tradiciones populares narran que los primeros gobernantes chinos eran en realidad dragones convertidos en humanos y enviados para gobernar a los hombres. Se dice que la civilización china surgió cuando el legendario Huang Di o Emperador Amarillo y sus descendientes lideraron a una tribu semi-nómada para atacar al pueblo Yan, con el que finalmente se fusionaron, formando juntos una cultura sedentaria basada en la agricultura, que se estableció en el Valle del Río Amarillo.

En la parte alta del Rio Huang (Rio amarillo), en la que la corriente del agua desciende con más fuerza, se encuentra “La Puerta del Dragón”.

Cuenta la leyenda que el pez que pudiera nadar contra la corriente del río y superarla podría convertirse en un dragón, para los orientales el dragón es considerado un ser poderoso de gran sabiduría y al que todos tenían un gran respeto. Varios peces lo intentaron, pero únicamente, una pequeña carpa de dorados colores brillantes y alegres, el koi, tuvo éxito. Nadando río arriba, escalando rápidos y cascadas, sin dejar que nada la apartase de su camino, llega a un Lago sagrado en la cima de la Sagrada Montaña Kunlun, en la que se encuentra La Puerta del Dragón, y al pasar por ella por medio de un gran salto, se convierte en un Pez-Dragón.
A pesar del agotamiento por el esfuerzo realizado, nada le impidió superar su último obstáculo, la carpa saltó por encima de la puerta y se transformó en un dragón. Al instante, su pequeño cuerpo se vio henchido de sabiduría, de fuerza, de valentía y de amor, no solo para superar los obstáculos, sino para lograr el éxito de por vida.
Los antiguos samurais “aquellos que sirven”, la utilizaban como alegoría de valentía para enseñar a los jóvenes reclutas, ya que para estos aguerridos guerreros, la rectitud en el obrar, el coraje, la honestidad, la lealtad, la benevolencia, el respeto y el honor constituyen la base de su código moral.


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